lunes, 22 de diciembre de 2008

El inventario del 2008


No les ha pasado, lectores imaginarios, que antes los años se iban más lentos y les cabían muchos eventos trascendentes. Ahora los años se van “hechos la mocha” y los acontecimientos se reducen.

Revisando lo “importante” en mi 2008, veo poco. Pero me cuestiono ya no fijarme en la cantidad, sino en la calidad e intensidad de lo que me pasa.

Voy a dividir esos eventos en temas:

a). Aspectos Familiares.

Creo que uno de los acontecimientos de vital importancia en nuestra vida es cuando nos casamos. El rito de la boda significa… un “parte aguas”, el inicio de una nueva vida, la “madurez” llevada a la práctica, el darse cuenta del otro, el formar un “nosotros”, en algunos casos la llegada de los hijos, nuevos problemas familiares, un adiós a la casa paterna, y muchas cosas más. Claro, estaba hablando de la boda de uno, pero, la boda de los hijos es otra cosa.

La perspectiva es diferente. Esta la vivimos como papás y como suegros. Y en Febrero, el menor de mis hijos se casó. Rompí un cordón umbilical más, o ¿él lo rompió conmigo? Se cumplía una natural fase de la vida: “cuando los hijos se van”, pero no como forma melodramática de telenovela barata, sino como una simple realidad. Ahora sí me “quedaba solo” (bueno eso había sucedido muchos años antes), sólo es para que suene literario. Creo, sin temor a equivocarme, fue el acontecimiento del año más importante para mí.

Otro evento que me lleno de alegría fue el regreso de mi hijo mayor y su familia a México. Bueno, hablar de regreso es decir, por el momento, porque con la situación que se vive en el país, los hijos están emigrando a otros lados. Pero por lo pronto, gozar de la familia, gozar de los nietos, aprovechar su infancia que ya pronto se les acaba y entrarán a la adolescencia en donde lo “único” importante para ellos, son los amigos y los novios (as).

Los jueves para mí, en este año, fueron especiales. Se instituyeron “los juevebes” de la tía Concha. No sólo es una excelente degustación de la cocina de doña Estela, sino un momento de reencuentros familiares, un aprovechamiento de las querencias longevas, un momento bello y tierno con la tía. Ahora, se sumo a la mesa mi hermano mayor y a veces, que son pocas, nos acompañan otro de mis hermanos y mi hijo el recién casado.

Pero no todo es alegría, también los decesos son parte de la vida y este año no fue la excepción. En Abril, curiosamente, el menor de los hermanos de mi madre, falleció. Mis tías mayores ya le están rascando a los noventas y era de esperarse que cualquiera de ellas le hubiera tocado encabezar la lista, pero no. Le tocó al buen Jorge abrir la puerta de salida. No fue tan drástica su viaje, porque ya se había ido siete años antes con su enfermedad que lo desconecto del mundo. “Descanse en Paz”

Y siguiendo con las tristezas, y el acercamiento de los despidos definitivos, la querida tía Ana Julia está, creemos, en fase terminal. Ojala que a ella si le tocará ese “Descanse en Paz”, porque ya su vida no es vida. Gracias Ana Julia por todo lo que nos diste, te mando un adiós sentido.

b). Aspectos Económicos.

¿Cuáles?, no los vi. Pero ya merito se resuelve (después de cuatro años), un asuntillo que tenemos pendiente.

c). Aspectos Profesionales.

Cumplí tres años como maestro del INAPAM y no paro de agradecerle a la vida las constantes muestras de afecto de mis alumnas. Eran seis al principio, ahora han llegado a cuarenta y uno. En este año, el grupo junto una cantidad de dinero y con ello, se compraron frazadas para repartir a cuatro asilos, fue emotivo el encuentro con ancianos, unos “casi” muertos por sus más de cien años y otros orgullosos por sus medallas deportivas a lo largo de sus más de noventa años.

Otro asunto importante es mi entrada a una residencia de viejitos, como instructor del Taller de Desarrollo Humano. Con esta actividad desarrollo mi creatividad y “talentos” ya que no hay mucho material sobre este tema.

En otros asuntos, tuve la oportunidad de tomar unos cursos breves sobre Programación Neurolingüística (PNL), Regresiones y Eneagrama. Es importante actualizarse y me encanta seguir estudiando y leyendo nuevos temas. También dí un taller que lo intitule: “La Mujer en la Pareja”, que despertó mucho interés en las alumnas.

En fin, el año casi termina y comienza un 2009, que en Numerología suma 11, número Maestro. Esto quiere decir:… que no creas en la magia y ponte a trabajar. La situación no se ve muy fácil. Pero nuestras actitudes nos cambian la vida. Sé positivo (a), sé honesto (a), échale ganas y verás que sí se puede. Mis queridos lectores imaginarios, les deseo que el año que viene puedan lograr sus metas. Un abrazo cibernético afectuoso.
Miguel Matus

martes, 9 de diciembre de 2008

Concierto Decembrino


Hoy presencie un concierto decembrino sui géneris. En el estrado niñas y niños desde los cinco años tocando cellos y violines, Música de Navidad, de Haendel, de Hopkins y otros más. Su infantil interpretación la enmarcaba una solemnidad inusual en esa edad y las sonrisas estaban escondidas en las notas serias de los cellos.

Sólo una pequeña de cinco años, tocaba el cello con gracia y la música la acompañaba con tiernos movimientos infantiles, los demás seguían sin chistar las indicaciones musicales de su directora.

Fueron poco más de cuarenta minutos de agasajo musical, interrumpidos por aplausos, aplausos de manos ancianas, algunas de ellas deformes por el pasar de los años y de las angustias. Lo sui géneris del concierto fue esa combinación entre las interpretes de cinco años y los asistentes que promediaban los noventa.

La mayoría de los asistentes atentos al concierto, pero una ancianita en particular, gozaba enormemente del evento. Yo la miraba de reojo, y no paraba de sonreírles a los niños interpretes y aventarles besos con sus manos artríticas. Su mirada reflejaba su regocijo y alegría, su forma de vivir.

Esa es la combinación sui géneris, la natural expresión infantil que nos contagia a nuestro niño interno, y nuestro niño longevo que sigue sonriendo en nosotros. Pero, no todos lo conservan, algunos lo matan en el camino, son pocos los que a pesar de sus manos deformes y viejas, nos muestran sonrisas infantiles. Nos muestran su alegre corazón.

Esa ancianita es mi “alumna” consentida. No habla mucho, no llora su pasado, no presume discursos longevos, solo sonríe, solo te agradece tus cariños, solo te contagia de su alegría.

Al final, cuando me despedí de ella, le dije: Mi querida Elo, te voy a raptar, a lo que ella me contesto: Me encantaría… y tras el cristal de la puerta su rostro de perdió en la noche.

P.D. Voy a raptar su alegría, sus ojos longevos que cantan, sus manos frías ancianas que acarician tiernamente, sus besos que avienta con tanto amor y agradecimiento, voy a raptarla para hacerla mía y que cuando la ancianidad me encuentre en mi camino, poderle sonreír, como Elo lo hace.

sábado, 29 de noviembre de 2008

"La Sociedad de los Poetas Muertos"


Como me gustan las películas que nos hacen pensar. Que nos cuestionan e invitan a la reflexión. Estoy hablando de la extraordinaria película: “La Sociedad de los Poetas Muertos”, escrita por Tom Schulman y dirigida por Peter Weir.

Y claro no podía faltar la excelente actuación, que le otorgó el Oscar, a Robin Williams como el carismático profesor de literatura John Keating (“0h Capitán, mi Capitán”- Walt Whitman).

Dos polaridades se enfrentan en la lucha: Por un lado la sociedad y sus reglas “formativas y educativas”, representada por la Academia Walton de los Estados Unidos a finales de los cincuentas, que defiende enérgicamente sus postulados: “Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia” y por el otro el maestro soñador que se sale de las reglas establecidas e invita a sus alumnos a pensar, a perseguir sus pasiones individuales, a luchar por sus ideales, a defender sus derechos y hacer de sus vidas algo extraordinario.

No se de cierto quién gano, porque las polaridades siempre permanecen victoriosas, cada una con sus terquedades y razones. La primera en las masas obedientes y sumisas que cumplen a cabalidad con la respuesta a su “IQ”. La otra, esos pocos, que pudieron escapar de la inercia social y decidieron buscar en lo individual los secretos de la conciencia jungiana del saber (“Carpe Diem – Aprovecha tu día”).

El Maestro Keating nos invita a romper con las páginas del absurdo, a deshacernos del excremento de la razón dirigida y nos reta a sentir para que así podamos contribuir con un verso a la vida. El subversivo busca la liberación de su propia voz y se enfrenta a su sombra, a sus miedos, a los demás, a sí mismo.

Los más, se aprovechan hasta de la muerte para aniquilar a sus oponentes, y “salir victoriosos” de la rigidez de su miedo. Por eso, no es fácil usar tu voz en el reclamo, pero la satisfacción es el resultado de la lucha.

Es una película que te toca tu interior y te lo zarandea. Si la balanza se inclinara a la búsqueda de tu individualidad y con ella encontraras tus riquezas, este mundo sería otro. Por eso, mi invitación, querido lector imaginario: busca tus respuestas en tu interior, lo demás son puros inventos del hombre.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Ya viene otra vez Navidad


Recuerdo esas navidades, que con mis hermanos, esperábamos a Santa Claus, o al “niño dios” como lo llama mi madre. Esa espera llena de magia, llena de foquitos de colores, de árboles de navidad, de alegría.

Esa noche del veinticuatro era larga y el sueño no llegaba pronto por el nervio de la espera. No recuerdo si mis padres nos regañaban porque no nos dormíamos temprano, o yo lo quiero inventar, tal vez sea eso. Nos ponían unas regañadas porque en esa noche mi padre ya quería sacar los regalos de sus eficaces escondites y nosotros seguíamos en la danza de la emoción.

Pero como siempre, el cansancio era más fuerte que nuestra curiosidad y caíamos en el quinto sueño. Al día siguiente, muy temprano, los hermanos todos juntos, corríamos al árbol de navidad para descubrir que nos había traído Santa. No teníamos que buscar mucho, porque los regalos estaban a la vista. Bicicleta con sidecar para mí, tractor para mi hermano, muñecas para mis hermanas y otras cosas que no me acuerdo para mi hermano menor, por cierto el sexto de mis hermanos todavía no llegaba a la familia.

Esos recuerdos padrísimos asociaban las navidades con los niños y éstos con sus caritas felices por los regalos que recibían. Pero… navidad sin niños no es navidad. Me da la impresión que los niños de antes gozábamos más las cosas, porque por ejemplo no nos preocupábamos por los juguetes de marca o los de moda, como ahora. Los juguetes eran para jugarse en el patio. En cambio ahora Santa Claus trae regalos para jugarse en la computadora. El otro día fui a casa de unos sobrinos y sus hijos estaban jugando con esos juegos. El “juego infantil y juvenil” se trataba de un personaje que tenía que vengar la muerte de su madre para lo cual estaba dotado de un armamento que ya quisieran los mismos narcos. Tenía tanques, helicópteros, bazucas, granadas y el escenario era una ciudad como cualquiera de las de ahora. El sujeto mataba a cuanto “cristiano” se le atravesaba. Había una escena que este individuo entra a una cafetería. El hijo de mi sobrino empieza a matar a los policías que estaban ahí, y después asesina a TODOS los comensales del lugar. Y le pregunte: Pero, ¿Por qué matas a esas personas? Su contestación fue… el silencio.

¿Notan las diferencias? Antes nos pasábamos horas jugando en el patio o quizás hasta en la calle. Ahora los niños se pasan horas enfrente de una computadora o de un televisor, enajenando sus cerebros con esos jueguitos cibernéticos.

Pero volviendo al tema de las navidades, cuando muy temprano por la mañana del veinticinco, el juguete pedido aparecía junto al árbol, se nos iluminaban las caritas de asombro. Que necesario es que los niños vivan esos años mágicos. Pero no todos viven esa fantasía, algunos su realidad es recibir una pelota barata en la explanada de su delegación y otros quizás no reciban nada en esas fechas ni en ninguna otra.

Como una amiga que siendo huérfana, y vivía con su hermana mucho mayor que ella y con los hijos de ésta. Me cuenta que en esas épocas puso su zapatito para que le trajeran juguetes los Reyes Magos y al levantarse e ir corriendo a ver sus obsequios, en su zapato no había nada en cambio en los de sus sobrinos estaban llenos de juguetes.

Y después nos quejamos de que nuestros hijos son muy rebeldes, muy drogos y borrachos. “Sin más comentarios”.

Ahora las navidades las veo diferentes. La mercadotecnia y el consumismo hacen estragos en la conciencia de las personas. Por lo menos la última quincena del año, la gran ciudad se vuelve un caos. Si de por sí el trafico normalmente es un desastre, en esas fechas esta peor. Queremos comprar afecto y regalamos cosas materiales en sustitución de esa demostración de afecto que nunca expresamos a nuestros seres queridos.

En lugar de decir por ejemplo: te quiero mucho y me encanta tu forma de ser, regalamos un sartén con teflón. En lugar de expresar nuestro cariño con un tierno abrazo y un beso tronado, regalamos una bufanda de Liverpool.

¿Dónde queda nuestra creatividad e ingenio?, siempre hacemos lo mismo todos los años en esta época. Siempre comemos lo mismo: pavo, bacalao y romeritos. Ponemos el arbolito y siempre nos quejamos para volverlo a quitar.

Por qué no inventamos cosas nuevas. Regalar afectos en formas novedosas, y a la más ingeniosa demostración de cariño, podríamos otorgarle el primer lugar y darle un vale para que en Liverpool recoja un sartén con teflón. Hacer una navidad de disfraces. Vestirse de Santa Claus e ir a un asilo o albergue y regalar frazadas de cariño. Y no sé cuantas cosas más, que nos dejen una sensación de satisfacción y que podamos decir: que padre navidad pasamos.

Por eso hoy, los invito a que inventemos una nueva navidad o que simplemente reflexionemos sobre ser más auténticos, más nosotros.
Saludos navideños.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Elsa & Fred


¿Qué película nos invita a vivir un amor tardío?, en donde se realiza un sueño, que tarda sólo sesenta años. Tardío por decir que no se vivió en la juventud. ¿Pero qué es viejo para el corazón o qué es joven para el alma? Sitios que no tienen tiempo y que no importa que la piel este arrugada o que la genitalidad nos cause risa, en lugar de erotismo.

Que bello morir de amor, o mejor dicho, morir con amor. ¿Por qué la vejez tiene que vivirse por lo general con viudez? Viudez que nos obliga a la soledad. O también esa soledad que nos da la segunda soltería en donde en ambas, sólo nos queda recordar, o a la mujer ausente y rutinaria o al marido de nuestra juventud.

¿No será posible, en un segundo intento, con viudez o soltería, enmendar los errores del primer matrimonio y llevar a cabo una relación más plena y llenadora, más… mágica?

Yo no se si esto será factible en nuestra realidad, pero el la película de Elsa & Fred, sí. Se dice que es una historia de amor tardío. ¿Por qué? ¿Porque llego tarde?, ¿tarde para qué? El amor nunca llega tarde, el amor simplemente llega… o no llega nunca. Y si la vejez nos hace sabios, podremos gozar el momento, no importando que tan fugaz sea, con tal de que nos alcance para bailar en la Fontana de Trevi.

¿Qué diría Anita Ekberg y Marcello Mastroianni de ese amor tardío? ¿Que el de ellos fue más intenso y bello que el de Elsa & Fred? Me imagino que no. Cada uno tuvo sus encantos, cada uno fue producto de sus protagonistas que finalmente vivieron lo que se atrevieron a fabricar.

Y en los papeles protagónicos las actuaciones magistrales de China Zorrilla como Elsa y el español Manuel Alexandre como Fred. El papel de Elsa, mujer divorciada de 82 años, intensa, audaz, elegante, irreverente, senilmente femenina, alegre, vital, inteligente, tenaz. En el papel de Fred aparece un hombre viudo, poco más joven que ella, común, hipocondríaco, melancólico, un tanto aburrido, rutinario. Es el contraste de personalidades lo que hace que funcione tan bellamente la relación.

Tanto Fellini como Marcos Carnevale hicieron un poema de amor. Aunque el de Carnevale tuvo un reto mayor, en ausencia de juventud, dejar plasmado el mismo amor intenso, lográndolo extraordinariamente.

La película esta llena de momentos, y uno no puede dejar de reír, de enternecerse, de llorar, de asombrarse, de envidiarles su amor. Es un film principalmente para adultos mayores y menores. No es para niños actuales que creen que el amor sólo le pertenece a la juventud.

No se si este amor sea posible en nuestra realidad, pero en la realidad de Elsa & Fred si lo fue. ¡Compartámosla!

sábado, 18 de octubre de 2008

El Abuelo y Yo


No les ha pasado, mis queridos lectores imaginarios, que de repente ya no saben sobre qué escribir, y la “pluma” pareciera que se seca. Pero, siempre aparecen temas nuevos y este fue el caso de mi último post. Voy a hacer, entre otros temas, una nueva sección de comentarios de películas.

De siempre he sido muy cinéfilo, me encanta el cine y me gusta compartir e intercambiar opiniones acerca de tantas películas que valen la pena. Yo no sé ustedes, pero yo tengo la suerte de ser abuelo y es una experiencia extraordinaria. Por eso, el día de hoy les voy a comentar acerca de una película, que a mí me gusto mucho. Se llama Charlie and me (El Abuelo y yo) con las actuaciones de Tom Bosley, como Charlie el abuelo y Jordy Benattar como Casey la nieta que vive sola con su padre Jeffrey (James Gallanders).

Casey vive una situación especial, es hija única, porque su madre falleció en un accidente cuando ella tenía 4 años y su joven padre (viudo) no se ha vuelto a casar y se ha hecho triste y callado, lo único que lo mantiene ocupado es el trabajo. El padre no ha superado el trauma de la pérdida de su esposa y no sabe como tratar a su hija pre-adolescente de 11 años.

En cambio, su abuelo, que vive enfrente de su casa, es súper cariñoso con ella. Se ha convertido en su mejor amigo, en su cómplice, en su confidente y pasan gran parte de los días juntos. Una de las formas de romper la barrera generacional es siendo la pareja: abuelo(a)-nieto(a).

Un día, estando los dos por entrar al cine, al abuelo le da un infarto y tiene que ser trasladado al hospital. Casey tienen que enfrentar el problema sola, ya que su padre esta en un viaje de trabajo a China. En el hospital conoce al cardiólogo Robert Graham (Barclay Hope), que siendo un especialista en corazón, no sabe usar el suyo para relacionarse con los demás y menos con esa niña necesitada de respuestas.

Debido al infarto y a la gravedad del problema, la relación entre el abuelo y la nieta se hace más cercana y cariñosa. Pasan un sin fin de tiernas aventuras, hasta que…
(Si quieren saber lo que pasa, pues véanla)

En la película se ve claramente al padre: “Sr. teléfono” siempre ocupado en llamadas telefónicas de trabajo y no pone la atención debida ni a su hija, ni a su padre, pero en el fondo envidia la forma en que su papá trata a su hija.

En la vida los pequeños detalles son los que cuentan, y claro no podían faltar en la película, tiernos detalles que ambos se regalan. El abuelo tiene dos ídolos: Louis Armstrong´s y su corbata de moño y su adorable nieta.

Lo que sí, tengan pañuelos a la mano, por si las moscas. Y si no los necesitan, pues que insensibles o a lo mejor ni son abuelos. Hasta la próxima película.

domingo, 5 de octubre de 2008

Una Dama sin Pudor


Son esas películas que nos dejan algo más que el sabor de las palomitas. La actuación magistral de Marianne Faithfull como Maggie, la abuela que debe encontrar la forma de ganar dinero para el tratamiento que le va a salvar la vida a su nieto.

No hay límites, no hay pudor que detenga la voluntad de lograr lo que se propone. En contra de la familia, de los “amigos”, de la sociedad moralista que la vigila y enjuicia. En contra de ella misma y sus reclamos fantasmales. ¿Hasta dónde somos capaces de meternos a mundos desconocidos y “prohibidos”, por amor?

Y en ese laberinto, encontrar nuestras fortalezas escondidas. Adueñarnos y personalizar los espacios de “pecado”, con un toque familiar: un pequeño florero y un cuadro de casa que la acompañan en su nueva faena.

“Una Dama sin Pudor” es una película fuera de serie. Para cinéfilos de amplio criterio que se atreven a ir más allá de “lo permitido”, más allá del pudor. Ver como, poco a poco, Maggie se va convirtiendo en la extraordinaria “Irina Palm”, buscada por hombres solitarios que encuentran en “ella” algo especialmente íntimo.

Maggie, o más bien, Irina Palm, le da un sello personal a su toque mágico. Cambia el “pecado” por ternura, convierte lo “inmoral” en un viaje imaginario y erótico. Película que puede ser juzgada injustamente, sin encontrar la riqueza de Maggie, de la mujer, de la abuela amorosa que se atreve a ir más allá de ella misma.

Los que creen en el “pecado”, en la “moral”, en las costumbres y tradiciones cristianas, por favor, no la vean. Los demás, saboreen la magia y la ternura de Maggie.

martes, 23 de septiembre de 2008

Visita a Chicago


Chicago no sólo es una gran ciudad, con un acuario bellísimo, en donde, puedes descubrir seres que parecieran de otros planetas, caballitos de mar con aspecto entre helicóptero presidencial y planta. Tiernas belugas, manta rayas volando como aves en una ordenada danza marina de multitud de especies. Arrecifes con un mundo de diminutas partículas que se mueven descubriendo la vida.

Una riqueza de colores y formas que ayudan a agradecer a la vida sus bondades. Ir al acuario, es como visitar el Templo de la Naturaleza y sentirnos parte de ella. Que poco imaginativo son los templos, donde recuerdo que desde chiquito nos decían que ahí habitaba dios. Pero en cambio, que bello es ver y disfrutar su creación a través de una infinidad de peceras. Bien es cierto, el agua es vida.

Chicago no sólo es una gran ciudad con un precioso acuario, es un downtown con una impresionante arquitectura, son tiendas de autoservicio hasta en el pago, son autopistas sin baches y tarjetas de prepago que agilizan el tráfico, son edificios de alturas espectaculares que dan vértigo, es un lago que parece mar de olas que el viento inventa, es una naturaleza amiga y bella, llena de ardillas y venados “que no veo”. Son barrios, algunos latinos con negocios y calendarios mexicanos que borran nostalgias.

Chicago es más que eso. Chicago es: el “amigo”, el “me lele”, el “no veo”, el “cach” (caballo), los “patochs”, la “noquela”, las pisaditas de bailarina, las chiripiolcas escénicas cuando no se entiende el “obvio” lenguaje infantil, las risotadas tiernas y locas.

Chicago es también la pasión por el fut, las narraciones deportivas a distancia, el talento femenino en la competencia machista del deporte. Es también el Guicho osado, paternal, amoroso y responsable. Con un inglés atropellado pero entendible.
Son los viajes a los pueblos olvidados por la cercanía, donde se descubren los viejos amores.

Eso es Chicago; hogar, familia, amor, ternura infantil.

Gracias a mis amigos por abrirme sus corazones e invitarme a su intimidad.

Su amigo de siempre: “El amigo Micky”

martes, 9 de septiembre de 2008

¿Qué distingue a las familias de antes de las de ahora?


Antes de comenzar quiero remontarme a la época revolucionaria de la que fue testigo, la infancia de mis abuelos. ¿Han visto alguna vez una foto de bodas de aquellos años? Se acostumbraba a que el Señor era el que posaba sentado y la esposa de pie. Hablamos de un patriarcado, aunque la señora ocupaba un lugar importante en la familia. Las responsabilidades eran claras y precisas: El hombre - era como el rey - y su papel fue el de proveedor. El de ella - era como la reina – y su papel fue el de servir a su rey y atender y educar a sus hijos.

En aquellas épocas la mujer sólo tenía dos papeles: el de Esposa y el de Madre. Las universidades no estaban preparadas para recibir a las mujeres y se tenían que conformar con aprender de su madre, todo lo concerniente a las labores del hogar: Empezando por la cocina, la costura, el bordado, la confección de ropa, etc. Algunas aprendían música y amenizaban las reuniones familiares tocando el piano. Acudían fervorosamente a los rezos, y esperaban con poca paciencia la llegada del día de su boda, en sus tardíos y apenas adolescentes quince años.

El señor cura y su madre se encargaban de llenarles la cabeza de “pecado” y eso aunado a su poca preparación académica, las mantenía atrapadas en sus labores serviles. No es fácil rebelarse ante tales acontecimientos. Pregúntenle a Sor Filotea de la Cruz que tuvo que meterse al Convento de San José de las Carmelitas Descalzas para poder dedicarse al estudio:
“Yo no puedo tenerte ni dejarte,
ni sé por qué, al dejarte o al tenerte,
se encuentra un no sé qué para quererte
y muchos si sé qué para olvidarte…”

La sociedad de antaño tenía claros los roles y las supremacías y los anticonceptivos no habían aparecido en el plano de la planeación familiar, así como tampoco el invento de la TV. Entonces, las familias se llenaban de hijos (“los que Dios nos quiera dar”). En la familia de mi abuela materna, fueron 16. Siempre la recuerdo embarazada. Dentro de ese esquema, las cosas funcionaban. Las madres asumían su papel con agrado y los hijos tenían claro quién era quién en la familia. El divorcio apareció por ley sólo hasta 1917 pero todavía la moral y las costumbres de la época no lo aceptaban.

Aún en los tiempos de mis padres, los roles seguían precisos, aunque algunos hacían sus primeras apariciones. Ya podían las mujeres estudiar algunas carreras. Existía la posibilidad de separarse o divorciarse, y la cantidad de hijos empezó a disminuir, en casa sólo fuimos 6. Pero la economía no había desatado su furia y todavía se podía vivir con el salario del marido. Las universidades no costaban los millones de ahora y la droga sólo pasaba por México, no se quedaba en casa (más adelante lo explico).

No recuerdo con precisión, pero fue en mi generación que un día, al proveedor no le alcanzó su salario y su mujer tuvo que salir a trabajar para ayudar a los gastos familiares. Devaluaciones, crisis financieras, modelos económicos deficientes, obligaron a la mujer a entrar en el mercado laboral. Tal vez algunas lo hicieron por gusto, pero siento que muchas no les agrado el cambio porque era doble trabajo. Era el acostumbrado ajetreo del cuidado y educación de los hijos, MAS ahora su trabajo asalariado.
Y fue cuando los hijos empezaron a vivirse solos, todavía no llegaba el Internet que los “acompañara”.

Las cosas se complicaron, la claridad de los roles se iba perdiendo y los divorcios fueron en aumento. En muchas familias, la mano se cargo para las mujeres, por su doble labor y los hombres no asumían fácilmente su co-responsabilidad en casa. Empezó la guerra entre las parejas y fueron los hijos los más afectados.

Ahora, la juventud “casadera” decide cambiar. La lejana edad de los abuelos casaderos cambió de los veinte a los treinta y tantos de ahora. Porque en esta época existen nuevas prioridades: tanto hombres como mujeres tienen la oportunidad de estudiar una carrera universitaria y hasta una maestría. Después colocarse en un trabajo y llegar a puestos ejecutivos que satisfagan sus metas y ambiciones. Y para que se pueda dar esto se necesitan algo así como treinta años para lograrlo.

Es más “cómodo” permanecer viviendo en la casa paterna que pagar rentas muy altas que afectan su economía. Antes de los treinta, los jóvenes no tienen planes de casarse y menos las mujeres, que tuvieron que pasar muchos años para que se les abriera la oportunidad de estudio y trabajo y ahora no lo quieren desaprovechar.

Hay un problema: la naturaleza fértil de la mujer empieza a decaer hacia los 35 años. Entonces, las mujeres tienen una disyuntiva: realizarse como profesionistas de tiempo completo o ser mamás de tiempo completo. ¿Creen que las dos cosas se puedan hacer al mismo tiempo? En algunos casos no. Como dice el refrán: “Quién a dos amos sirve, siempre termina mal”. Inclusive hay mujeres que prefieren mejor no tener hijos y creo que esta decisión es más valiente y menos egoísta que la de tener hijos y descuidarlos.

Existen muchas familias en la actualidad que los dos tienen que trabajar, y a los niños los dejan con la abuelita, o con la sirvienta, o con el Internet o simplemente solos. Es muy importante resaltar la necesidad de que la madre esté con sus hijos recién nacidos por lo menos el primer año de vida. Cuando los mandan a las guarderías de recién nacidos, los niños no conseguirán la seguridad y autoestima que requieren.

Para los jóvenes de ahora les toca un gran paquete, porque ellos tendrán que diseñar un nuevo modelo de familia. Tanto el hombre como la mujer, tendrán de colaborar - no competir - y adaptarse a nuevos roles. Es posible que la mujer tenga que ser menos ejecutiva y el hombre más hogareño. O simplemente adecuar las características a los roles necesarios. Si la mujer es más abusada para los negocios que su marido, pues adelante, ella podrá ser la proveedora principal y si el es muy tierno y le gusta cuidar a sus hijos, pues adelante, así se podría encontrar a la “pareja perfecta”.

Lo de la droga tienen que ver con la mayor o menor atención y amor que se le de a los hijos. Acordémonos que los adolescentes están en búsqueda de su identidad y los padres pueden ayudarles a encontrarla. Pero, si los abandonan, los descuidan por estar trabajando, la droga se convertirá en sus aliados y compañeros.

Como ven, el desafío no es nada fácil. Hoy, acordándonos de la foto de bodas de antes, podemos tomárnosla: ambos parados, o ambos sentados, dejando de lado el patriarcado o el matriarcado que tanto daño hace a alguno de los dos, o finalmente quizás a los dos. ¡Por la cooperación y el apoyo!, mis queridos lectores imaginarios.

lunes, 1 de septiembre de 2008

"YA TIENES ALGO QUE CONTARLES A TUS NIETOS"


Han oído esa frase popular, cuando haces algo tal vez extraordinario o fuera de la rutina, que dice: “Ya tienes algo que contarles a tus nietos”. ¡Pues no!. Esta vez no. Esta vez no tengo que contarles nada, porque me los lleve conmigo a la Marcha contra la inseguridad. Claro, ahora les tocará a ellos hacer efectivo el refrán.

Pero que triste que mis nietos tengan que participar en una marcha porque la situación lo amerita. Cuando yo tenía ocho años no había este tipo de marchas ni tampoco había la inseguridad que vivimos ahora, fueron principios de los sesentas. México era otro. Los niños de entonces podíamos salir a la calle a jugar y nuestros papás no se quedaban angustiados por ello.

No había la violencia de los secuestros tan inhumana que hay ahora. Crecimos en un México tranquilo, claro que como en toda gran ciudad, había problemas y cosas, pero jamás como ahora. En cambio hoy, la familia nos vemos marchamos, protestamos, y gritamos juntos por un México seguro.

Es curioso, pero siempre he tenido la idea de que a los niños hay que llevarlos al parque, a los juegos, en pocas palabras: “a cosas de niños”. Ayer los llevamos a la manifestación y su comportamiento fue muy interesante. Hicieron dos pancartas y las iluminaron con plumones de colores. Una decía: “Yo quiero vivir en paz” y la otra: “Y yo también” O sea que mis nietos tenían que caminar juntos para que se entendiera la segunda pancarta. A la gente le hizo gracia esto y les tomaron muchas fotos.

Creo que fueron como 10 Km. los que caminamos y los niños que tienen 8 y 10 años lo aguantaron muy bien. Me parece que lo lograron porque iban muy motivados. Fueron parte de la historia, iban unidos con la familia y ellos también sufren esas consecuencias de la inseguridad.

¿Podrán algún día mis nietos gozar, como yo lo hice cuando tenía su edad, de un México tranquilo y en paz o tendrán que irse a otro país más civilizado? No sé si las autoridades pudieran responder este enigma, pareciera que vamos como los cangrejos, para atrás…

miércoles, 27 de agosto de 2008

¡SALUD POR LOS PRESENTES!

El jueves pasado la mesa se vistió de gala con vino blanco alemán y como postre, helado. Dos cubiertos más de los acostumbrados, aparecía en el comedor redondo de siempre, el de madera oscura, el que tiene impregnado ese olor de las comidas que la Maye hacía.

Siempre amena la comida de los jueves, que se han convertido en los “juebebes de la tía Concha”. Parecidos a los “juebebes” del Estado de Guerrero, pero sin Pozole ni Mezcal. Con ricos platillos hechos por doña Estela, chef y compañía de la tía. Platillos ricos todos, como el pastel de brócoli, el espagueti blanco con crema, espolvoreado con queso, la carne de puerco en agridulce, la carne molida, el arroz, y los frijoles bayos con elotes, que según nuestras memorias de la casa de “Mamaita” en Ciencia, deberían de ser negros, pero en fin…para la tía Concha fueron, son y serán siempre bayos, porque en su tierra, Colima, los frijoles sólo son bayos.

Pero, antes del gaudeamus de los jueves, a la vista en la sala, el introito botanero, con quesos: manchego y fresco, cacahuates, a veces jícamas y zanahorias con chile molido y limón, sin faltar sus inseparables compañeros: las margaritas, los tequilas y las cubitas, que siempre en número de dos, nos dan la medida exacta para ponernos al tanto de los chismes y sucesos de la semana.

La rutina de los jueves tiene algo de senil, lo que la vuelve un rito: los japoneses con Miguel, los frescos con Andrés, (digo de los cacahuates). Las Margaritas con mucho hielo y sólo dos, la música de la Maye, los sillones que reconocen nuestros sitios personales, las migajas que deja Concha en su lugar y al día siguiente siempre descubre Estela, la primera pregunta al llegar: ¿Y cómo está Anajulia?

Y hablando de Anajulia, el jueves pasado, la mesa se engalanó con esos cubiertos de más: el de la tía Anajulia, acompañada de su Oxígeno. Ese oxigeno compañero que le permite salir a visitar a sus seres queridos, que le da entusiasmo y fortaleza. Ese oxígeno compañero que le pone una sonrisa en su mirada. Ese oxígeno compañero que nos permite tenerla con nosotros y poder brindar con vino alemán: ¡a la salud de los presentes!

Si señores, ¡a la salud de los presentes! Porque los presentes vivimos un hoy. Porque con los presentes, no necesitamos hablar con resignación de lo que fue de los ausentes, de cuando estaban y lo que hicieron. ¡NO SEÑORES! Podemos con los presentes mirarnos directamente a los ojos e intercambiarnos querencias y sonrisas. Podemos abrazarnos, y gozarnos en un “juebebes” cualquiera.

Brindo entonces por eso. Brindo por la tía Concha que descubrí en un jueves tequilero. Brindo por mi hermano mayor que se había perdido y reaparece, como él mismo lo dice, ahora “bueno”. Deje un tiempo de admirarlo y extrañé esa admiración. Y brindo también, por la tía Anajulia y sus ganas de vivir. Brindo entonces, este jueves, porque la mesa esta completa. ¡SALUD POR LOS PRESENTES!

martes, 26 de agosto de 2008

Arcanos Insondables


Hay arcanos insondables que nos dejan más que pensativos, recelosos. Pero que decir, si los vemos aparecer claros y directos. Uno de ellos son los Números, o más bien la Numerología. Cómo a través de ellos podemos descubrir nuestro interior y corregir la forma ineficaz de nuestro actuar.

La Numerología es la ciencia de descubrir información sobre la vida a través de los números. Pitágoras en el siglo VI a.C. creó el Sistema Numérico que lleva su nombre. Se dio cuenta de que los números son el cimiento del universo. Estudió en Egipto más de veinte años y desarrollo sus teorías matemáticas. Él afirmó que la realidad es de naturaleza matemática. El universo fue creado a partir de una energía vibrante, decía él, y que las características de esta energía se podían comprender a través de los números: cada uno vibraba de una determinada manera, y, en su núcleo, toda materia está constituida por esta energía numerológica vibrante.

Pitágoras dijo que cada número tenía un atributo que le era exclusivo, todo lo que se necesitaba para comprender las cualidades de una persona, un lugar o un objeto sería saber qué números constituían esa energía vibrante. Pensaba que la vibración en el momento exacto del nacimiento influye tanto en el carácter de una persona como en su destino en la vida. Su objetivo era demostrar que los números tienen el poder de llevar todos los aspectos de la vida a la unidad y la armonía.

La Numerología no depende de la habilidad psíquica ni es cosa de clarividentes. A través de los números podemos vislumbrar quiénes somos y cómo podemos mejorar nuestras vidas. Cada número tiene una energía positiva y otra negativa asociada con él.

La carta numerológica de cada persona es un mapa de quién es realmente. Describen tu esencia: cómo te comportas en determinadas situaciones, cuáles son tus virtudes y tus defectos, qué obstáculos debes superar para lograr la felicidad, y cómo puedes mejorar tu calidad de vida.

Hablemos de otro arcano interesante y deslumbrante: El Oráculo Chino – El I Ching – Los orígenes del I Ching han de buscarse en un ambiente suspendido entre la historia y la leyenda. El I Ching en la dinastía Chou adquirió la connotación de “oráculo”, “la palabra que vive” (calendarios chinos que contenían noticias astronómicas, meteorológicas y religiosas).

Nos ayuda a penetrar en nosotros mismos para buscar nuestra dirección, es decir para conocer las líneas esenciales de nuestro destino. El oráculo no decide por nosotros, define la situación en sus aspectos esenciales y propone ciertas alternativas.

Quién consulta el I Ching sintoniza con los ritmos universales, penetra en su latido misterioso y llega a conocer la sabiduría que regula todas las formas de vida existentes en la Tierra. Se trata de un diálogo que sugiere una cierta manera de comportarse, advierte de un peligro, infunde esperanza o propone guías. La consulta es, ante todo, un medio para leer el orden del Universo y, al mismo tiempo, poner orden en nuestro interior.

Estas son sólo dos ejemplos, de entre muchos más, que nos unen a fuerzas desconocidas. Como es arriba, es abajo.

sábado, 16 de agosto de 2008

Marcha: "Iluminemos México"


Que lejana esta la intolerancia en estos tiempos. Los grupos o personas “fundamentalistas” en México, que muestran una actitud radical ante sus opiniones y dividen los bandos en opuestos: Los “buenos” contra los “malos”, Los ricos contra los pobres, los azules contra los amarillos, los legítimos contra los ilegítimos, los conservadores contra los liberales, las diferentes religiones contra ellas mismas, en fin, no importa quién o quienes, sino estar en contra de algo, pelearse con alguien. ¿Podríamos pensar en un futuro que TODOS estuviéramos del mismo lado?

Creo de cierto, que el fundamentalismo se da en lugares en donde la ignorancia está más presente que la costumbre. El “sentido común” no es tan común y se va logrando con el esfuerzo individual de buscar ser mejores personas. Lo digo porque parte de nuestra sociedad carece de sentido común: algunos funcionarios públicos, algunos altos y no tan altos mandos de la policía, algunos, si no es que la mayoría de los líderes sindicales, grupos de ultra derecha, grupos extremistas, en fin personas que tengan poder de decisión e influencia social.

Existen personas que dicen que la próxima marcha del 30 de Agosto va a ser: de Ricos contra el Secuestro. Lo expresan con un afán protagónico de mostrarnos su ignorancia o sus intenciones de dividir al país. La marcha del 30 será parecida a la multitudinaria que se efectuó en Junio del 2004 también contra la violencia. Los ciudadanos en el D.F. estamos expuestos a la violencia: TODOS, ricos y pobres, cultos y analfabetas, perredistas, panistas, priistas, sociedad civil sin partido, TODOS.

Por eso es la marcha, es una de tantas formas para protestar en contra de la violencia. Cuántos asaltos se dan en las micros y en ellas por lo regular no se suben los millonarios. Yo he sido testigo presencial de que en estos asaltos, roban a todos. Otra forma de violencia son los secuestros, aunque también existen diferentes modalidades: el Secuestro Express son víctimas de ello cualquier individuo, aunque no sean millonarios. Otra forma muy lucrativa de violencia es el tráfico de drogas: destruye principalmente a nuestra juventud.

Podemos hablar de otras formas de violencia, como son: los robos, las violaciones, la que se da dentro de la familia, etc. En la actualidad, la violencia vive sobre todo en las grandes ciudades ¿Podríamos decir que es parte de nosotros? Me temo decir que sí, pero…

Una bella frase de mi amiga la “Gringa Vieja” (un poco modificada; la frase, no la gringa vieja) viene al caso: “No participo en esta marcha para cambiar al mundo. Lo hago para que el mundo no me cambie a mi” Sé que hay muchas formas de poner alto a esta violencia, una creo yo, son las marchas, otra, hacer conciencia en los ciudadanos para que no voten por los partidos que han mostrado incapacidad sobre el tema.

El PAN ha demostrado estar más preocupado en otras cosas que en la seguridad, el PRD es un partido que ni entre ellos mismos se pueden poner de acuerdo y organizarse, menos estar atentos a la violencia. Por eso invitar a la gente a que si, tanto el PAN (presidente Calderón) como el PRD (Marcelo Ebrad), no pueden terminar con la violencia, voten en el 2012 por otros. ¡Ya sé que todos los partidos son lo mismo! Pero no han oído hablar del PODER DEL VOTO.

Otro de los problemas de siempre en México es la IMPUNIDAD, y creo que los culpables de esto, son: El Poder Ejecutivo, El Poder Legislativo y el Poder Judicial. No se hagan, no se estén echando la bolita unos y otros. TODOS, pero TODOS, incluyendo nosotros, los ciudadanos comunes, tenemos la responsabilidad de acabar con la violencia.

Por eso y más, invito a todos mis lectores imaginarios a la marcha del 30 de Agosto y a que no voten por los partidos que demuestren incompetencia sobre la violencia.
Por un México tranquilo, de oportunidades, y de bienestar social.
P.D.Por último quiero expresar mi incornformidad en que la marcha sea en la noche (19:00horas) y sólo hasta el Ángel de la Independencia. No sé quién negoció esto con las autoridades capitalinas, pero me da la impresión como si estuvieramos pidiendo permiso. Imagínense, las protestas se hacen con la cara en alto, en el día, para que vean nuestros rostros de indignación. No vamos caber en la explanada del Angel, apenas hace 4 años nos fue insuficiente en el Zócalo. Tache para los organizadores, se vieron no a la altura.

viernes, 8 de agosto de 2008

XXIX Olimpiada Beijing 2008


Allá por 776 a. C. en Olimpia, Grecia empezaron las fiestas deportivas en honor de Zeus (Júpiter) y se llevaron a cabo cada cuatro años. En la era moderna, el francés Pierre de Fredi, Barón de Coubertín fue la figura clave para el establecimiento de los juegos olímpicos en el siglo XIX. Y fue en 1896 en Atenas, Grecia cuando se reinstauraron nuevamente las olimpiadas.

Imagínense a distinguidos ciudadanos griegos de esa época como Sófocles, Píndaro, Patroclo, Aquiles, Homero o al mismo Barón de Coubertín sentado al lado de George W. Bush, a Hu Jintao, a Lula de Silva, a Vladímir Putin, en el palco de honor del estadio Nido de Pájaros (Bird Nest) en Beijing, China, escuchando el mariachi mexicano (que de hecho era gringo) al Son de la Negra y Lucero de la Mañana, entre otras, y maravillándose con los juegos de pirotecnia (que los chinos fueron sus inventores) y las extraordinarias coreografías y efectos tridimensionales de la inauguración.

Creo que habría diferencias, no sólo por los avances tecnológicos sino por la manera de ver ahora los juegos. Antes creo eran eventos deportivo culturales, ahora además de esto, son pasarelas políticas, económicas y sociales ya que son vistos por más de 4 mil millones de teleespectadores.
El Estadio Nido de Pájaros, diseñado por los arquitectos Jacques Herzog y Pierre de Meuron tiene una capacidad para 91 mil personas.

No se cuánto les costaba a los griegos antiguos hacer esas primeras olimpiadas, pero la de China costo más de 41,000 millones de dólares. Si esa cantidad se utilizara para: inversiones para crear empleos, otorgar becas educativas, investigaciones científicas para curar el cáncer, programas de biodiversidad y calidad de vida, y muchos otros para mejorar la raza humana, creo que el beneficio podría ser importante. No quiero decir con ello, que necesariamente se deje de hacer una cosa para hacer la otra, sino que la humanidad podría reestructurar sus prioridades y llevar a cabo las más necesarias primero.

Los chinos escogieron el número mágico 8, que significa riqueza, para elegir el día del arranque del magno evento (08/08/08 8:08). Riqueza que con toda seguridad recobrarán los organizadores. Son los XXIX juegos olímpicos que se llevan a cabo en la ciudad de Beijing, cuyos pájaros solo existen en el nombre de su estadio olímpico porque su contaminación mato a los reales. La fiesta durará 17 días.

En esta olimpiada se inscribieron 205 países o delegaciones, pero una se eliminó porque el sultán Muda Hassanal Bolkiak de Brunei no inscribió a sus deportistas, pero a pesar de ello él sí fue, que gacho, ¿no?

Otro aspecto que me parece un tanto chistoso, como si estuviéramos jugando, ese juego de mesa que se llama “turista” son los nuevos países participantes: el país africano Eritrea que creo sólo lo conoce Jorge Luis Borges en su cuento “el Inmortal”. Mauricio, San Cristóbal y Nieves, Qatar, Seychelles, Timor Oriental, Suazilandia (como Disneylandia), Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán (como Akistán y Akinoestán), Tuvalu, Vanuatu, Yibuti, Bahrein, Kiribati, Micronesia, Botswana, Nauru y otros más. ¿Los habían oído nombrar antes? La verdad yo no.

Creo que existe una enorme desigualdad entre los países participantes porque imagínense: la delegación más grande son los chinos con 639 deportistas, contra estos países que sólo mandaron uno o dos competidores (Aruba, Botswana, Bután, Chad, Granada, Guinea, Nauru, Togo). La verdad es una olimpiada para potencias, los demás sirven de folklore para el evento inaugural.

Por último quiero comentar que es curioso que líderes mundiales demócratas, monárquicos, tiranos, dictatoriales, legítimos, espurios y demás, estén felizmente reunidos en pro del deporte olímpico. ¡En horabuena!

martes, 5 de agosto de 2008

CUERPO, MENTE Y ESPIRITU


Integremos nuestra tríada (cuerpo – mente – espíritu) para encontrar y descifrar el código humano que nos sirve para llevar a cabo los propósitos de nuestra vida.

En los animales, dicho código genético, está perfectamente definido por lo cual nunca verán un gato visitar a un psicólogo para contarle que se siente jirafa. No sé si Garfield alguna vez lo hizo.

Los animales desde que nacen, saben que tienen que hacer. El becerrito, por ejemplo, se para con muchos trabajos en cuatro patas y busca automáticamente la teta que le dará de comer. Crecerá aprendiendo de sus papás hasta volverse un adulto pleno.

Pero qué pasa con nosotros los humanos que no tenemos claro, ¿quiénes somos?, ¿a qué venimos? y ¿hacia dónde vamos?

Para ello es vital integrar los tres elementos con los que contamos.
Un CUERPO perfecto, sano y bello que nos hace movernos por la vida. (Claro que alguno de los lectores imaginarios volteará a verse y dirá: no creo que mi cuerpo sea del todo perfecto, sano y bello) Una MENTE que dirige la búsqueda hacia el conocimiento de nosotros mismos y un ESPÍRITU que nos hace concebir nuestra naturaleza.

¿Y saben qué hacemos con estos tres elementos?
Al cuerpo lo maltratamos; fumando, comiendo alimentos que nos indigestan, no durmiendo las horas necesarias, estresándolo en demasía, no haciendo ejercicio necesario, no queriéndolo y cuidándolo como se merece.

La mente sólo la usamos en un 1% de su potencial por lo que no nos damos cuenta del poder que tiene. Al no utilizarla como es debido, nos dejamos llevar por el fanatismo, la ignorancia, la apatía, la intolerancia, etc.
Y al espíritu no lo buscamos a donde debemos buscarlo: en nuestro interior. Y recorremos iglesias, sinagogas y templos en busca de lo que nos dijeron era nuestra “salvación”.

Integrando nuestro cuerpo, mente y espíritu podremos descifrar nuestro código humano, para lograr ganar este juego, que se llama vida.

jueves, 31 de julio de 2008

Hoy hace 15 años te fuiste


Hoy hace quince años te fuiste padre al mundo de los recuerdos. Al irte, como en la tumba de los faraones, te llevaste tu fábrica, tus alegrías, tus secretos, tu desenlace, inconcluso quizás.

Prefiero de siempre recordarte antes de tu partida, porque ésta la veo triste. Claro, la salud se te iba sin piedad, y los golpes bajos se fueron directo a tu ego. Eras tan vital, tan empresario, tan emprendedor, tan Canacintra, tan inquieto, tan trabajador, tan responsable, tan exitoso, tan buen hijo y hermano, lo mismo que buen esposo, y por que no decirlo buen padre.

Tu partida cambio mi percepción, porque pareciera que nunca estuviste realmente. Que lo real ahora sólo son tus fotos, los recuerdos de muchos momentos, tu lejanía y tu ausencia.

Antes, tal vez un año antes de tu partida, todavía te aparecía una sonrisa, y de ahí para atrás se te veía rozagante. Es cierto que de mi parte independiente nunca me acerque demasiado, más bien había un alejamiento casi de extraños. Y esto me costo mil lagrimas cuando te fuiste. Es cuando decimos: “hubiera” hecho esto o aquello. ¡Que más da si los hubieran no existen!

Pero al ver las muchas fotos que la vida te tomó, puedo con ellas agradecerte tus cariños escasos pero sinceros, tus sentimientos a veces ocultos pero presentes. Claro de adulto veo con claridad que tal vez no fueron escasos, más bien escasos fueron mis acercamientos.

Ya no sé si me he acostumbrado en estos quince años a no tenerte conmigo, o si sólo basta de vez en cuando o solamente el 31 de Julio acordarme de Ti, o si pareciera que los presentes con los recuerdos no se llevan, ya no sé que es realidad o que no es.

Pero esos recuerdos me dan fortaleza y agradezco a la vida el que estuvieras conmigo, el que hayas sido mi padre. Sólo me basta pensar que un día, borrachos los dos, nos dijimos nuestros cariños y hasta los lloramos juntos.

Pero la vida es así, llega el día de la partida y la sentimos entrañablemente. Después, nos vamos acostumbrando a que lo que era, ya no es, ni podrá ser, y los idos ocuparan el sitio sólo en los recuerdos.

Yo no sé de cierto que tú ya estás “descansando”, o que nuevamente volviste a tu siguiente reencarnación, ¡o que se yo!… sólo sé que hace quince años te fuiste y que juntos hoy, te recordamos con cariño.
Gracias Padre por todo lo que nos diste y más.

martes, 29 de julio de 2008

El esquema de Erick H. Erickson sobre el desarrollo normal del ser humano y su aplicación en la pedagogía visto por el Dr. Carlos E. Biro.


En su libro, Santiago. Un cuento pedagógico, el Dr. Biro establece su tesis central: “El sistema de enseñanza tiene que ir de la mano con las necesidades emocionales del estudiante, en sus diferentes etapas de desarrollo, para mantener su motivación en alto”.

Durante los primeros 6 meses de vida el niño está aprendiendo fundamentalmente a distinguir entre su ser, su persona y la realidad. Descubre que la realidad (lo que lo rodea) es distinto a él. El objetivo de la enseñanza en esta edad sería la adquisición del pensamiento realista, a diferencia del pensamiento mágico. El método más eficaz para lograr este aprendizaje se prescribe en un trato (objetos de afecto) muy predecible. La rutina diaria tiene que ser igual, por ejemplo las comidas a determinadas horas y dadas por la misma persona, nada que hoy lo atenderá la mamá, mañana la educadora de la guardería, la otra semana la abuelita, etc. En el primer año el niño está tratando de averiguar en quién puede tener confianza y en quién no.

Otro paso importante en su desarrollo es el poder parase y con ello compara su tamaño con el de otros. Con ello aparecen dos sentimientos encontrados: por una parte el placer por un paso importante hacía la autonomía, y por la otra, el origen de la vergüenza, basada en su pequeñez y en su falta de control.
Para que la autonomía predomine sobre la vergüenza hay que reforzar los logros con el aplauso y tolerar la falta de control y la torpeza. ¡Es tanto más fácil hacer bien y rápidamente algo y no esperar a que el niño lo haga por sí mismo.

La enseñanza programada (ejemplo: los juguetes que llevan implícitas instrucciones para su uso), no cumple con la función educativa del juego libre. El juego es una forma de aprendizaje que permite explorar nuevas formas de manejar la realidad sin correr grandes riesgos. Como actitud, la enseñanza programada incita a la imitación: el juego, a la innovación. Se entiende por juego la actividad espontánea con objetos de la elección del niño. El educando por lo regular, no dedica su energía a aprender explorando, sino la gasta en prepararse para pasar pruebas que aseguren su éxito.

Entre los 2 y 3 años prevalece el placer en comunicarse, o bien la frustración por la incapacidad de hacerlo. En la cultura occidental el lenguaje verbal ocupa un lugar predominante, sin embargo, es conveniente para el desarrollo armónico del ser humano fomentar su capacidad de comunicarse, en otras formas (lenguaje preverbal). El lenguaje verbal, en realidad, es una extensión del llanto. El permitir el llanto y el lenguaje poco estructurado le deja de por vida al niño la posibilidad de comunicar lo que siente y no tan sólo lo que piensa.

Otra experiencia importante es la iniciación del control de los esfínteres, que simboliza en forma clara y creciente control sobre sí mismo. Por otra parte, constituye su primera “moneda de cambio”. Ahora puede dar su materia fecal, en el lugar apropiado, a cambio de cariño, aprobación o hasta premios. Un manejo represivo en la educación del control de los esfínteres, tienen como resultado desde lograr vergüenza y un retraso en la resolución de este paso del desarrollo, hasta la “constipación”.

El niño en su etapa preescolar (3-6 años) es particularmente inquisitivo en dos de sus características: Por una parte, la movilidad y el lenguaje verbal. Son muy preguntones y tentones. Por otra, el proceso de socialización apenas comienza. Claro que no se puede permitir que toque todo, tanto por la posibilidad de peligro como por respeto a la propiedad ajena. Tampoco es posible contestar a todas sus preguntas en el momento en que las hace. Sin reprimir la curiosidad del pequeño y sin permitirle manifestaciones antisociales, se la puede dirigir o encauzar y se puede aprovechar esta coyuntura para enseñar el manejo de la demora. Una educación congruente exige que se le explique por qué no se le puede contestar su pregunta en ese momento, que se le proponga un tiempo definido de demora y que se cumpla esta.

La agresión es una parte integrante del ser humano y varía su intensidad de sujeto a sujeto. Conviene distinguir a la agresión de la violencia. La primera es un sentimiento competitivo sin intento de destruir. La segunda, en cambio, sí acarrea un deseo destructivo. Ahora bien, el coraje se ha de manifestar cotidianamente, “al corriente” (cuando se dé) y con quién corresponde, y no necesariamente en forma física. Así saldrá en pequeñas dosis y habrá poca posibilidad de destrucción.
Cuando hay resentimientos guardados, la ternura no fluye; cuando se ha agotado la agresión mediante su expresión es que aflora los sentimientos tiernos. Vista así las cosas, se puede presentar como un ideal educativo el no enviar mensajes verbales que contradigan lo que se percibe por los muchos canales de comunicación preverbal. Quién esta acostumbrado a verbalizar sus sentimientos agresivos, logra mantener salud mental y una buena comunicación.

Enviar a un niño a la escuela por primera vez se suele vivir como un abandono. Se le tiene que explicar lo que puede esperar y lo que no, se refuerza con ello la confianza en los padres y se minimizará la ansiedad de esta experiencia. En el jardín de niños se ensayan diversos estilos de relación interpersonal.

Hasta el momento de ingresar a la escuela las relaciones interpersonales de los niños suelen ser verticales: ven hacia arriba a los padres y a sus hermanos mayores y hacia abajo a los hermanos menores. Y bien, cuando se inician los primeros experimentos en cuanto a relaciones horizontales, estos son torpes. “parece que tienen muchas ganas de ser amigos y no saben cómo hacerlo, a veces pueden manifestarlo en conductas agresivas.

En el cuarto y quinto año de vida se descubre la diferencia entre los sexos. Para esta etapa se prescribe una actitud abierta con respecto a la información sexual. También se recomienda que se enfatice que la relación es entre personas de la misma generación. (Ejemplo: explicar al niño el por qué no puede acariciar eróticamente a la mamá).

La siguiente etapa abarca la escuela primaria: (de los 7 a los 12 años). En este momento el escolar está preocupado por el dilema entre producir cosas mediante su trabajo, o bien sentirse inferior a los que sí lo pueden hacer. Tienen una habilidad enorme para aprender nuevos símbolos: lenguaje escrito, otros idiomas, aritmética, música. También se sugiere que se den en forma de juegos en equipo.

El aprendizaje se da cuando se despierta un proceso emocional, por lo que resulta más afectivo que intelectual.

Los individuos del sexo masculino invierten más tiempo demostrando su masculinidad… mientras las mujeres lo invierten más productivamente.

De 12 a 18 o más, (Secundaria y Preparatoria) viene la adolescencia. En este momento el joven trabaja arduamente para obtener una identidad y al no tenerla queda instalado en una confusión de roles. Mientras no acaba de saber realmente quién es, se siente angustiado cuando se queda solo. Busca modelos en personas mayores.

Ahora se prescribe una educación muy justa, con las reglas claramente marcadas desde el principio de cada curso y tienen que ser las mismas para todos. Se sugiere un gran respeto por la sexualidad. Los buenos profesores tienen que entender y contar con la capacidad de escuchar las necesidades emocionales de los adolescentes. Tienen que ser justos e imparciales, elocuentes y bien preparados.

En la enseñanza debe haber ciclos cortos y repetidos entre la teoría y la práctica y poner la primera experiencia práctica por delante de la teoría. El objetivo central de la enseñanza en este grupo es proporcionar recursos de apoyo para que el adolescente encuentre su identidad en un contexto sano de desarrollo personal. Ofrecerle un panorama de la cultura para que el seleccione y proporcionarle también actividades manuales concretas. Es triste ver que los niños leen en las escuelas para cumplir con una asignatura: leen para el maestro, no para ellos mismos. Hay que fomentar que el alumno empiece a leer para satisfacer una necesidad interna, para resolver dudas y hacerlo también por gusto.

Es importante la presentación de material sexual ya que con esto disminuye las angustias de algunos alumnos y les permite que ventilen sus dudas en un ambiente en que son tratadas factualmente, como parte de la enseñanza, restándoles así carga erótica.

Freud hablaba de tres modos de organizar la libido: La “Oral”. Esto quiere decir, por una parte que sus sensaciones placenteras se centran en la boca (ser amamantados); y por otra, que siente que solamente puede recibir ya que no tiene nada que dar. La “Anal”. Las sensaciones corporales placenteras se derivan del control sobre la emisión de la orina y de la materia fecal y ya existe la sensación de poder comerciar. Finalmente, las sensaciones placenteras se enfocan en los órganos genitales y el orgullo de tenerlos sólo alcanza su plenitud en el dar placer a otro, a la vez que se obtiene. Así nace la generosidad. En resumen, ser oral es ser dependiente; ser anal es ser comerciante; y ser genital es ser dadivoso.

Posteriormente se presenta la adultez joven (enseñanza universitaria de nivel licenciatura). En este momento se aprende a estar solo a gusto consigo mismo y a tener relaciones íntimas. Se prescribe que la educación se lleve a cabo no en planteles sino en donde se hace el trabajo. Allí el estudiante participará en trabajo real, con una relevancia social, y no en modelitos estériles de laboratorio.

El propósito de todas las licenciaturas es conferirles habilidades concretas a sus alumnos para que, lo más pronto posible, las pongan al servicio de su sociedad. Los programas de licenciatura deben desarrollar las tres áreas de la enseñanza – los conocimientos, las habilidades concretas mentales y motoras y la de las actitudes. Se puede criticar a un gran número de carreras diciendo que de ellas salen individuos que saben muchas cosas, pero no saben hacer nada. Esto constituye una frustración para el alumno y un desperdicio de recursos para la sociedad.

En la adultez media (periodo dedicado a la crianza de los hijos- 30 y tantos a los 50 y tantos) se obtienen la madurez y aparece su capacidad de integración. La tarea fundamental es lograr un equilibrio entre la productividad y el estancamiento. Suele ser menos egoístas y más generosos. Esta es la etapa de la “crisis de la mediana edad”: el pánico a envejecer y no haber logrado sus metas.

La última etapa: la adultez tardía (alrededor de los 60) o edad de la vejez, empieza alrededor de la jubilación, después que los hijos se han ido. La tarea primordial aquí es lograr una integridad yoica. Puede ser una etapa difícil, por el sentimiento de inutilidad, las enfermedades y la muerte. Periodo que puede resultar sabio por su generosidad de espíritu.

viernes, 25 de julio de 2008

Por el placer de escribir


Siempre me ha llamado la atención escribir y admiro mucho a los buenos escritores. Hace como seis años, me inscribí en la Casa Refugio Citlaltépetl en el Taller de Cuento, donde aprendí a trabajar con los instrumentos necesarios para lograr un acercamiento a la práctica narrativa contemporánea. La impartía el escritor Guillermo Samperio.

En el taller te das cuenta de lo importante que es aprender a escribir, a tener una buena redacción, a mejorar las faltas de ortografía, a transmitir tus sentimientos de forma clara y precisa. Desgraciadamente estos aspectos tan necesarios no son vistos a buen nivel en las escuelas, desde la primaria hasta la universidad.

Muchos jóvenes profesionista de ahora, tienen una redacción pésima, cometen muchos errores ortográficos, no les gusta leer y mucho menos escribir. Te das cuenta en las empresas, cuando los ejecutivos dictan cartas a sus secretarias. En fin, esto tal vez es tema de otro post que trataré en otra ocasión.

En el Taller de Cuento, aprendí a analizarlos, ver en qué época transcurren y sus conjugaciones verbales, saber el tipo de narrador, los personajes, determinar el tipo de final, etc., etc. Hacíamos ejercicios y escribíamos cuentos que eran leídos y comentado por todos los alumnos hasta que al final, Guillermo los corregía y nos daba sus puntos de vista.

Recuerdo los comentarios que se hicieron con uno de mis cuentos que me llamó especialmente la atención. Se dijo que la forma de escribirlo era muy sencilla y que los contenidos eran plasmados en un ambiente demasiado “bondadoso”, casi irreal, como si fuera un cuento de hadas, lo cual no correspondía con el cuento.

El segundo aspecto fue corregido de forma inmediata y los personajes aparecieron más realistas y humanos. Pero el primero que se refería a la forma “sencilla” de escribirlo, me hizo mucho ruido. Mi vocabulario con palabras muy “rimbombantes” no es muy abundante, más bien es escaso. Entonces me dedique a subrayar en los libros todas las palabras que no entendía y a ver en la computadora los sinónimos de palabras claves. Esto me sirvió mucho y hasta la fecha lo sigo haciendo.

El otro día, leyendo a Marco A. Almazan en su libro: “Los Gormondios de Marfesia” que habla del surrealismo mexicano, me llamo la atención la exagerada utilización de palabras, ¿cómo llamarlas?: grandilocuentes, enfáticas, o simplemente inventadas. Del texto que en la exageración trae la jocosidad, les presento una muestra a continuación:

“Según el profesor Otto Von Strauffen, los Gormondios son una raza que a veces se extasían ante fenómenos naturales como las abrucias, los coliendros y los grifantos, pudiendo llegar a observarse en sus órbitas telepaticóvicas ciertos signos de animismo brigante. Pero en general son áticos perléticos y porcuaces a más no poder. Debido a su peso yapomónico – que suele estar en relación gastónica con su bariformismo – hay ocasiones en que se rebelan contra su automentalidad serfina, lo cual causa determinados carrizamientos meritorios en las glándulas extrovenales que circulan por su aparato locomotor. Luego, claro está, se quejan de morlocaduras estrónicas y zabambias polimétricas, con una insistencia que raya en lo obsesivo.

Creo que hasta aquí quedo muy claro lo anterior. ¿No? Y hablando de claridad, el Maestro Silvestre en uno de mis post me hizo el siguiente comentario: “Tu escrito se siente muy natural. La descripción te acerca bien a los recuerdos”.

Por lo anterior, ya no busco el rebuscamiento en mis escritos, que de hecho nunca lo ha habido, sino el llegarle a mis lectores imaginarios con claridad, emotividad y sencillez. ¿Ustedes que opinan?

martes, 22 de julio de 2008

Familias especiales de un solo padre


En mi anterior post, escribí acerca de los niños solos y de las madres que eligen tener hijos ellas solas, sin mantener una relación de familia, (papá, mamá e hijos). Para dar una explicación más amplia al respecto quiero añadir que a estas “nuevas” relaciones, Virginia Satir las llama “Familias Especiales” – Familia de un solo padre - (Relaciones Humanas en el núcleo familiar, Edit. Pax México).

Las familias de un solo padre son de tres tipos: uno en el que el padre ha abandonado a la familia y el que queda no se casa de nuevo, el segundo cuando hay un padre y un hijo legalmente adoptado, y el tercero, es el de la madre soltera que mantienen a su hijo.

Se puede dar el caso y es fácil caer en ello, que la madre transmita mensajes negativos acerca del ausente, particularmente cuando ella tuvo experiencias dolorosas y negativas del compañero. Si es el caso, tendrá un efecto sobre el hijo varón, que encontrará muy difícil aceptar que la hombría es buena. Si él no puede sentir que la hombría es buena, ¿cómo puede sentir que él es bueno? La hija tiene la desventaja de que será difícil para ella entender que el hombre sea deseable, y por consiguiente, a menudo tendrá una imagen distorsionada de lo que son los hombres.

El niño en la familia de un solo padre, no tiene la oportunidad de experimentar una relación funcional entre hombre y mujer, por lo que crecerá sin el modelo de lo que esto significa.

En las familias donde la mujer ha quedado sola, es demasiado fácil que la madre ponga al hijo mayor en el lugar del esposo, desviando así sus papeles de hijo y de hermano. Una cosa es pedirles a los hijos, dependiendo de la edad, ayuda, y otra es proceder (inconscientemente) con ellos a que asuman el papel de papá de tiempo completo.

Por supuesto que se da el caso también de mujeres que asuman una actitud saludable de aceptación hacia los hombres y sean lo suficientemente maduras como para no transmitir a sus hijos mensajes negativos sobre el sexo masculino.

Otro gran riesgo que puede tener la mamá es que mime demasiado a sus hijos y éstos vayan teniendo una imagen distorsionada de los sexos, dándole a uno poder, y al otro, quitándole toda valía. Frecuentemente, el varón siente la necesidad de acompañar y cuidar a la madre en su desamparo, colocándolo en una situación donde se ve imposibilitado para vivir una vida independiente. Muchos jóvenes reaccionan ante esto quedándose al lado de la madre por tiempo indefinido, o bien se rebelan y abandonan el hogar con la idea de que las mujeres son sus enemigas, acabando ya sea por maltratarlas o adorarlas, echando a perder así sus vidas. Una familia de un solo padre resulta básicamente incompleta, aunque la madre hará todo lo posible por compensarlo.

La hija de una familia de un solo padre puede adquirir un enfoque distorsionado sobre las relaciones hombre-mujer. Puede convertirse en una chica servil – dando todo sin recibir nada – hasta sentir que todo lo tiene que hacer ella misma.

Creo que para mis lectores imaginarios estas líneas de Virginia Satir ampliaron el tema que traté en el post pasado. Espero.

viernes, 18 de julio de 2008

¿ Y los demás?

Cuántas verdades puede encerrar un simple comentario infantil.
Ayer, festejamos el cumpleaños número ocho de un sobrino nieto que poco vemos. Estábamos solo: su bisa (abuela), su abuela, él y yo. Tres adultos, una muy adulta, pero al fin y al cabo adultos todos.

El escenario adulto era: Un pastel con vela de Spiderman y el número ocho. Platos y vasos de cartón de Spiderman y sobre la mesa, varios regalos de cumpleaños.

Con esa escenografía, el niño preguntó: ¿Y los demás?
¿Y los demás?, reflexione en mi interior. ¿Cuáles?, ¿Quiénes demás? Si estamos todos o casi todos los que “debíamos” estar. No hay hermanos, no hay primos, no hay amiguitos de la escuela, solo adultos.

Los niños “solos” y únicos le preguntan a la vida: ¿Y los demás hermanos? ¿Y el ruido, y la algarabía, y los gritos infantiles que lastiman el oído, y la chorcha? Los niños “solos” y únicos viven su mundo con adultos y con el tiempo se les olvida que son niños, y aprender a comportarse como tales. Son “correctos”, educados, callados, inteligentes, son mini-adultos.

Hoy en día, no podemos irnos a los extremos. Yo nací en una familia de las de antes. Mi madre tenía quince hermanos. ¡Imagínense!: fuimos algo así como noventa y seis primos hermanos. Siempre cuando nos juntábamos, y por lo regular no lo hacíamos todos, era como una fiesta. Gritos por todos lados, juegos improvisados, correrías por los pasillos, una locura.

Por ello, agradezco a la vida las “fiestas” de mi infancia. Crecí con una sonrisa de siempre. Mi mundo de niño, era infantil. Aprendí que en la vida existen muchos mundos, así como necesidades. Y los niños tienen la necesidad natural de sentirse protegidos, aceptados, amados, entendidos desde su “pequeño” mundo. Que su aprendizaje se de a través de los juegos.

A los niños no podemos darles “responsabilidades” que no les correspondan, porque finalmente son frustraciones de nuestra propia vida.

Existen en la moderna actualidad, algunas madres solteras que no fueron sorprendidas en su ignorancia y la vida las preño. Esas madres “modernas” y féminas libres, que eligen su maternidad solas. Sin hombre a su lado, egoístas y frustradas. No piensas en su hijo (a), sólo en ellas, en su “realización” materna.

No es que los hombres sean “indispensables” en la vida de toda mujer, sobre todo si lo vemos como esas pobres experiencias de algunas familias mexicanas, en donde sus “hombres” son irresponsables, borrachos, golpeadores, etc.

Pero para contar con una salud mental se necesitan ciertos requisitos: Y uno de ellos es tener o haber tenido DOS papás “normales”: Mamá y Papá, o en el último de los casos, un sustituto (a).

No voy a adentrarme más a este tema, por el momento, sólo terminar mi reflexión sobre los niños “solos” y únicos. Ya se ve en algunas grandes ciudades europeas, o más bien no se ven, madres paseando con sus carreolas a sus lindos bebés. Ahora en sustitución, las personas pasean a sus mascotas…

Podemos preguntarnos muchas cosas al respecto, pero mi sobrino nieto seguirá preguntándose: ¿Y los demás, dónde están?

martes, 15 de julio de 2008

Los mundos desolados de la magia


Un jueves 27 de Marzo, apareció mi primer post en mi nuevo blog llamado de Rusty. El nombre salió de un legendario personaje en una serie pionera de tv llamada Rin-Tin-Tín. Inteligente pastor alemán, mascota del regimiento 101 de la caballería de EEUU y fiel compañero del Cabo Rusty, un niño que fue rescatado como único sobreviviente del ataque indio a un ferrocarril.
Rusty es tutelado por el sargento Biff O’hara y vivían en Fort Apache. Se produjo para la cadena ABC en 1954 a través de 164 episodios.

No me pregunten por qué le puse ese nombre, no tiene importancia, fue como si le hubiera puesto Archie, Charlie Brown, o cualquier otro, que más da. Lo importante es que fue la entrada al mundo bloguero. Más adelante, me percate de que el nombre “secreto” era importante, por eso decidí cambiarlo.

Tenía que haber una identificación con ese protagonista. Ya no sería salido de unos cómics, ni tampoco sería un personaje aplicado a la juventud actual. Sería simplemente yo, a través de la invención de un personaje bloguero.

Me lance a la búsqueda, y claro, primero tenía que definirme. Para qué ir más lejos y complicarme. Su nombre sería Miguel, mi segundo nombre de pila. En el apellido se vería el cambio y después de muchos intentos, salió el de Matus.

¿Por qué Matus? Para mis queridos lectores imaginarios versados, claro que saben quién es Matus. Don Juan Matus. Anciano y sabio hombre yaqui de Sonora, arquetipo de setenta años, como lo describiría Carl Jung. Un místico guerrero que aparece en la obra de Carlos Castaneda como un hombre de conocimiento “impecable”.

No es que exista una identificación directa entre Juan Matus y mis pretensiones personales, sino más bien en la búsqueda de formas diferentes de experiencia. Don Juan es un maestro del Yin-Yang, o la paradójica unidad de los contrarios.

¿Es Don Juan un Peter Pan vivo y real que creció o sólo un vuelo literario a la Tierra del Irás y no Volverás de la imaginación de Castaneda? Nada de eso importa, “la realidad” y “la ilusión” se pierden cuando el ego muere.

Don Juan nos muestra las potencialidades de la mente humana, operando en modos distintos de lo que hemos cultivado, en la moderna civilización occidental. La posición de los antropólogos de la pasada generación, veían al chamanismo como una forma punible de esquizofrenia. Ahora, se afirma que el chamanismo no es sólo magia, sino metafísica.

Hay continuidad esencial entre el chamanismo y la psicología del budismo que sostiene que todos los mundos no son sino el producto de la mente en diversos estados de conciencia. Las enseñanzas de Don Juan son sorprendentemente similares a las de todas las grandes tradiciones esotéricas (como el Sufismo, el Vedanta o el Budismo Tántrico) y el personaje de Don Juan se ha ido perfilando, cada vez más, como un paradigma espiritual, maestro o gurú.

Don Juan introduce dos nuevos términos, el tonal y el nagual. El tonal es cualquier cosa para la que disponemos de una palabra (el mundo del ego y la cultura), mientras el nagual es cualquier cosa que no puede ser nombrada; ambas, dice Don Juan, constituyen la totalidad del hombre. Según las palabras de Don Juan, “la vida es suficiente por sí misma, auto-aclaratoria y completa”. (B.Castaneda a examen, Theodore Roszak, Kairós)

El nombre estaba descubierto: Miguel Matus, ¿realidad o fantasía?, que importa, si la realidad esta en el blog y la fantasía en tu mente, mi querido lector imaginario.

Otro paso importante era la carátula del blog (header), que gracias a mi maestro Silvestre puedes ver hoy. Me gustó como quedo. ¿A ti?

viernes, 11 de julio de 2008

Amor inventado

Quiero regalarte un beso que borre lo seco de tus labios y mantenga la frescura de tu boca enamorada.
Quiero darte mi permanencia ahora; mañana quizá, vuele como gaviota sobre las olas de tu olvido.
Quiero acompañar tu monólogo aburrido y convertirlo en tardes de risa y sol.
Quiero sólo hoy, darte un brazo fuerte, para que te apoyes en mí, porque quizá el de mañana, ese, ya no estará ahí.

Quiero que juntos caminemos descalzos por la playa, y que cuando queramos, nos acostemos con el sol.
Y una tarde de mar, contemplemos el ocaso hasta su muerte y ya a oscuras, brillemos con las estrellas.

Quiero hacer realidad mi sueño.
Quiero encarnar tu aroma inventado.
Quiero despertar un día y encontrar tu dormida ternura cerca de mí.
Quiero regalarte mi fortaleza de hoy y con ella hacer una muralla que cubra nuestro amor.

Quiero regalarte mi camino andado, y con él, sonreírle a la vida.
Quiero ser tu pareja y de testigo: Dios como intruso. Y que juntos los tres, juguemos a que los días son noches, que las noches son estrellas, que las estrellas son cantos, que los cantos son sueños y que los sueños son realidad.

Quiero prometerte mi hoy; mi para siempre, ha muerto en el camino de las promesas. Mi hoy, es tuyo. Mi mañana es hermano de mi historia muerta también un día.

Quiero quererte toda tú.
Amarte un instante en la inmensidad del océano.
Y detener el tiempo, para tener de testigo a la vida.
De invitados: el viento suave y fresco, el calor en la piel abandonada, la espada que protege tu camino, el agua que te de frescura y vida, el bebe que recuerde tu inocencia; en fin, tú y yo solos, tu y yo juntos.

martes, 8 de julio de 2008

Otra etapa de mi vida


Otra etapa en mi vida. Otra forma de acomodar mis costumbres y usos. Nuevas rutas que tomar, nuevos amigos por hacer y viejos conocidos por desechar. No hay fatalidad en el cambio elegido, aunque no sé que voy a encontrar en este nuevo bosque.

Crearé mis propios sueños, seré útil para los demás y compartiré mi experiencia con los que me vaya encontrando en el camino. Seré un vagabundo irreverente, y romperé las reglas y estilo. Iré en contra de la corriente como salmón solitario, en busca de mi genética humana.

Emprenderé un viaje diferente creando cosas diferentes. Reconozco que mi estilo ha sido tranquilo, burgués y cómodo. Ahora, a conocer nuevos rostros, nuevas almas, a colorearme de la risa de los pequeños con mi pincel gris. A tocar el dolor y oscuridad con mi lámpara mágica, a darme a los demás gustoso.

Sí, empezar a atreverme a hacer cosas “locas”, como las que se hacen a solas, lejos de las criticas sociales del “deber ser”.

Siento un cosquilleo morboso de gusto por emprender un camino prohibido, lleno de letreros de no pasar, de cuidado con el perro, de propiedad privada. Un gusto morboso de darle gusto a mi razón, de otorgarle un micrófono a mi voz, a mis gritos firmes para encontrar camino.

Ya no tener que dar explicaciones de mi insensatez. Confirmar mi inteligencia en mi torpeza de actuación. Y todo esto sé que puede tener un costo: la soledad. Porque los caminos de luz son desiertos solitarios. Tal vez encuentre un viajero solitario, que busque lo mismo que yo, que ame torpemente como yo, que grite incoherencias, como yo las grito, que sea un loco enamorado de los imposibles, como yo, que sea tanto como yo, que a lo mejor hasta sea yo.

Dejar de recibir la segura quincena, por la insegura y torpe sonrisa de un miserable, por el sucio contacto con una pequeña mano desvalida, por la mirada inocente de un gozoso agradecido, por el regalo de unas lágrimas viejas y dolidas. Dejar torpemente la seguridad, por un loco sueño, un loco sueño de amor.

Y después de pasados mil años, sabré si me equivoque, si la decisión que tome fue estúpida, irreflexiva y torpe, si la búsqueda de mi genética humana fue en vano porque mi humanidad sólo era un sueño, una pesadilla, una ilusión.

Déjenme solo equivocarme una vez, sólo una vez con mi vida, ¿qué puede pasarme? ¿Tal vez encontrarme y enamorarme de mi hallazgo? ¿Vale la pena arriesgarme? ¿Tal vez arrepentirme en el fuego eterno de mi torpeza?


Creo que vale la pena intentarlo, hacerlo porque es mi decisión, hacerlo porque es mi vida. ¿Cuántas veces se vive en una vida? Una sola, y ésta, se me está yendo de las manos.
Voy a su rescate, como Don Quijote. Me pelearé con los molinos de viento, que son o fueron mis eternos amigos y cercanos, usaré mi armadura en las batallas, para que las críticas no penetren en mi alma, platicaré con Sancho mi escudero en los momentos de soledad y terminaré muriendo en mi locura, una tarde como cualquiera, en un catre viejo y dolido. Y le seré franco a la muerte: te he engañado vieja amiga, porque en tu muerte yo vivo y sueño que muero vivo.

viernes, 4 de julio de 2008

¿Qué te puedo decir Amigo mío?


Que quiero tenerte vivo. Jodido, desesperado, deprimido hasta la madre, pero vivo. Porque la vida tiene tiempo y con el tiempo se aprende a ver los siete colores del arcoiris, se aprende a no temerle al negro oscuro de la noche, se aprende a reconocer el blanco de tu alma, y por último, se aprender a amar.

Con la vida, podemos respirar el aroma de las flores, tocar la suave piel de un bebe; con la vida, podemos agradecer la felicidad que nos da un amanecer, sentir la brisa del mar y al lado de tu compañera, bailar con las olas el vals de la noche. Con la vida, podemos compartir la sonrisa de un pequeño, y conversar con él en su mundo infantil y mágico.

Estando vivos, podemos crecer, evolucionar, cambiar, arrepentirnos, volverlo a intentarlo, ser estúpidos de tres a cinco y más tarde, volver a caer en la estupidez un rato más por la noche. Y ¿sabes qué?, no pasa nada. Los planetas siguen su rotación, el Sol hace su recorrido como rey y señor de la luz. La luna, con la venia del señor, aparece majestuosa en su escenario, romántica y tal vez hasta erótica.

Con la vida, podemos mirar a una mujer a los ojos haciéndole el amor, y ¿sabes qué?, sentiremos el amor a la vida. Porque la vida es erotismo, es riqueza, es alegría, es sabiduría, es amor.

Pero también te quiero decir, que con la muerte, ya no tendremos el chance de intentarlo de nuevo, ya no volveremos a ver la sonrisa de las pequeñas ni una noche más, ya no les daremos las buenas noches ni los buenos días con la luz de la mañana.

Con la muerte, lloraremos en la oscuridad de nuestra tumba, solos, muy solos, casi tan solos como los muertos. La música, morirá con nosotros y el silencio ensordecedor callará en la negrura de nuestras noches eternas.
Nuestro corazón se marchitará con el dolor del arrepentimiento. Y pasará una eternidad para poder ver la luz del perdón.

Por eso, mi querido amigo, vive con la vida una larga travesía y cuando seas ya un viejo, entonces y sólo entonces sonríele a la muerte.

martes, 1 de julio de 2008

Recuerdos de mi infancia


Niñez feliz, llena de alegrías, en donde la familia era muy importante. Claro y como siempre con pleitos de hermanos, y todo eso, pero un ingrediente importante y siempre presente, eran los juegos.

Recuerdo que había reglas que no se discutían. Los niños a la cama aún cuando todavía había luz de día, porque al día siguiente había que levantarse muy temprano para ir a la escuela, todavía con la oscuridad de la mañana.

Me gustaban los cuadernos, los lápices, las tareas, la maestra de primer grado, los recreos, mis amigos, mi alberca inflable que papá ponía arriba de muchos periódicos, porque si no se picaba, decía él, y teníamos que esperar a que con una manguera se llenara, era eterna la espera. Ese día caluroso, invitábamos a los primos a nadar en nuestra alberca, no era tan chica, pues mi papá cabía en ella.

Ese día era de fiesta, había limonada y sándwiches. Jugábamos y jugábamos en la alberca hasta que nuestras manos se envejecían, y mamá nos metía a bañar, imagínense, a bañar después de haber estado todo el día en el agua, que locura. Me encantaba el Cadillac de papá, uno se subía en el volante y los otros empujaban el coche. Tenía un volante blanco, grande y con un círculo plateado que era el claxon. Teníamos que alzar la cabeza para poder ver hacia delante, si no chocábamos. Mis recuerdos son más del patio que de la casa misma. La casa era oscura por dentro y recuerdo que el baño tenía una tina con patas.

A veces mis recuerdos son las mismas fotos que papá nos tomaba cuando éramos chicos, y para él era un hobby. Le gustaban más las transparencias que las fotos de papel y tenía muchos carruseles para que las viéramos en una pantalla y claro, hacíamos cinito y nos reíamos mucho. Papá les ponía titulo a cada foto y fecha.

Otro recuerdo muy bello, era la Pascua de la tía Ana Julia. Todos los años esperábamos con ansías esa fecha y muchas semanas antes, nos poníamos a pintar los huevos, que claro el principal pintor era papá. Tenía mucha imaginación, los pintaba de bolitas, rayas, de muchos colores, y cuando ya nos aburríamos, papá seguía pinte y pinte. Los colocaba en unas bases de huevos y cada familia llevaba muchos.

Papá los llenaba de dulces y les pegaba con papel de colores en la tapa. Cuando llegábamos a la casa de Ana Julia, corríamos al jardín para mirar a donde habían escondido los huevos y a los mayores nos decían que eso era trampa.
Nos formaban por tamaños, primero los chiquitos en la fila y nos entregaban una canasta para colocar los huevos.

Nosotros los grandes corríamos en todas direcciones y tomábamos los huevos hasta llenar la canasta. Después venían los juegos y concursos que tenían muy buenos premios, competían chicos y grandes, papás e hijos, mamás e hijas. Éramos buenos para el salto de escoba, brincos con sacos, y claro, las competencias de jalar la cuerda, conjuntamente chicos y grandes. Las manos me quedaban adoloridas por el mecate.

Comíamos hotdogs, palomitas, huevos duros, dulces, y claro al final ricos helados de sabores. A lo lejos, tras una reja, nos miraba el perro de mi tía, un Pastor Alemán enorme y feroz, pero creo que no era tan feroz ya que nos ladraba muy fuerte, como echándonos porras.

Ese día era largo y divertido, nos la pasábamos súper y bueno como todo, al término del día, nos teníamos que esperar todo un año para regresar al próximo.

Me gustaba también ir a la casa de mi abuela, porque éramos un montón y yo tenía muchos primos con quién jugar. No recuerdo si eran los sábados o los domingos cuando nos juntábamos. Mi abuelo era divertido, nos compraba muchas paletas de limón y lo acompañábamos por ellas.

Mi abuelo era pintor y yo lo admiraba. Tenía un escritorio grande en donde guardaba en sus cajones muchas herramientas. Tenía un escupidero, y siempre echaba sus escupitajos y se limpiaba nariz y boca con un paliacate de colores, casi siempre rojo que se guardaba en el bolsillo trasero de su pantalón.

Las señoras tejían en la sala, mientras la muchachada corría por toda la casa, y el abuelo buscaba que travesuras hacer. Era como un señor niño, travieso, y se reía de las travesuras que les hacía a todos. Sus manos eran grandes y callosas, sus uñas fuertes. Recuerdo que iba tras el gato gris, lo agarraba de la cola y lo deslizaba por todo el pasillo, el gato trataba de huir y el abuelo iba tras él para hacerle lo mismo una y mil veces. Pobre gato, yo creo que odiaba a mi abuelo.

En la parte de arriba, había una habitación que me encantaba subir: el cuarto de mis tíos los arquitectos, me pasaba las horas viendo sus trabajos, los planos, la plastilina moldeada en una cara y las maquetas, yo quería ser arquitecto como ellos.

Mi abuela era una gran cocinera, hacía unos buñuelos riquísimos con miel de piloncillo, un arroz blanco y rojo y unos frijoles de rechupete y nos daba leche de establo. Mi abuelo repartía leche y tenía unos tambos con agarraderas y un medidor para llenar los recipientes de los clientes.

Mi abuela no sólo era buena cocinera, sino buena maestra y a sus hijas y nietas les enseñaba muchas cosas.

Que grata niñez recordar en casa de los abuelos y con la tía Ana Julia, aunque también fueron muchos los momentos agradables en la escuela. Desde el primer año, con el maestro Villalobos, era muy buen maestro, paciente y tierno. Me gustaban mucho el recreo, jugábamos espiro y íbamos a la tiendita, nos arremolinábamos para poder comprar.

Otro recuerdo muy grato era acompañar a mi papá a trabajar a la fábrica. Recuerdo la máquina de imprenta, que Roberto me enseñaba a manejar, tenía uno que ser cuidadoso, porque si no se podía uno machucar las manos. Otra también peligrosa era la guillotina, cortaba el papel como si fuera mantequilla. Había muchas chicas trabajando en la hechura de sobres, recuerdo a una que era muy paciente conmigo.