viernes, 31 de diciembre de 2010

El mundo de los Duendes


Como en todo, hay gente que cree en ellos y gente incrédula. Pero no sólo hablamos de los duendes, hay muchas cosas que por no ser tangibles, la gente no los integra a su mundo. Acuérdense que nosotros somos lo que creemos ser, y lo verdaderamente real queda fuera de nuestras creencias.

Si a nosotros nos hicieron creer desde pequeños que somos feos y tontos, así nos comportamos, aunque seamos verdaderamente lo contrario. Si creemos en la sanación por intermediación de nuestros santos u otras instancias, se dará un efecto placebo por la influencia o fuerza que ejerce nuestra creencia, esto no quiere decir que necesitemos de alguien externo a nosotros para curarnos, simplemente es un ejemplo del efecto de nuestras creencias.

Decretar significa que lo que decimos o pensamos que va a suceder, sucede. Por ejemplo cuando nos decimos internamente, “no voy a poder hacer tal cosa”, o “me voy a caer”, sucederá la que estamos pensando, lo mismo pasa si decretamos lo contrario: “sí voy a poder hacer esto”, el resultado se dará. La decretación convierte lo dicho o pensado en actos fallidos, pues el inconsciente escuchó y te va a cumplir esa orden literalmente, cumple exactamente lo dicho Por ejemplo: cuando decimos ¡Voy a tratar!, no logramos nuestro objetivo, porque este en realidad es “SOLO TRATAR”.

Decía San Francisco de Asís:
“Ten cuidado con aquello que dices y piensas porque se puede convertir en la profecía de tu vida”

Que importante es lo que creemos, porque sus efectos se vuelven realidad, pero nosotros no somos lo que creemos ser. Por eso hay que abrirnos a una realidad fuera de nuestro pensamiento, es más, a ratos dejemos de pensar, para poder percibir una realidad que no viene de nuestra creencia.

Algunas creencias lejos de ser dañinas nos hacen mucho bien, como el creer en Santa Claus, en los Reyes Magos, en el Ratón (cuando se nos caen los dientes). Recordar esas ilusiones infantiles en la noche del 24 de Diciembre es mágico y con ello pensamos a veces, que triste es hacernos viejos. Pero la magia no sólo es para niños, los adultos la podemos conservar.

Y volviendo a los duendes, dicen las leyendas, algunas de ellas en Huasca de Ocampo Hidalgo - México, que los pequeños duendes no se hacen visibles a los ojos principalmente de los adultos porque los agreden. No les gusta como los humanos se comportan, no entienden por qué siendo el mundo tan maravilloso lo están echando a perder poco a poco con tanta violencia, envidia y maldad, donde están todos contra todos, no saben compartir, no conocen la verdadera amistad.

En el Museo de los Duendes, en Huasca, se muestran una colección de los trabajos que los Duendes realizan en las crines de los caballos. Los Duendes se enojan cuando a su energía pura llega la palabra soez cargada de negatividad que emana de nuestros labios. Esto nos hace estar conscientes de la fuerza de la palabra. En días pasados fui a Huasca y participe de una caminata nocturna al Árbol de los Deseos. Fue interesante caminar por el bosque en la noche fría, iluminándonos sólo con antorchas, contando historias de Duendes y chamanes, sacando fotos disparadas al azar para captar los nomos escondidos en la obscuridad. Después de hora y media de caminar, llegamos al Árbol de los Duendes, formamos sentados un gran círculo y escuchamos sus historias. Al final cada quién se acercó al gran árbol y con un abrazo, se despidieron pidiéndole un deseo.

Dicen las leyendas que los deseos que pidamos no deben ser para nosotros, y para seguir con la tradición mi deseo a mis queridos lectores imaginarios, familiares y amigos, es:

Que el próximo año 2011 la magia ilumine tu camino y que convierta y empate tus creencias en lo que realmente somos, ALMAS aprendices en constante evolución. Que transformemos nuestras creencias (Ego) y nos acerquemos a nuestra verdadera identidad para que con ello podamos VER y CAMBIAR lo que realmente vale la pena vivir.

Por este año, es cuanto.

domingo, 21 de noviembre de 2010

EL ÉXITO Y EL FRACASO


Como algunos de ustedes, queridos lectores imaginarios se dieron cuenta que desde hace rato que no escribo, porque realmente lo que yo escribo lo siento. Y no todo el tiempo estoy inspirado para trasmitirles cosas que valgan la pena. Escribir por escribir, no tiene ningún sentido.

Hoy me mueve comentarles acerca de una palabra que el otro día me hizo ruido: “El Éxito”, pero el real impacto no viene de la misma palabra, sino del diálogo que más abajo se presenta entre el autor y la “sociedad”.

Pero ustedes creerán que hablaba de mi “éxito”, pues no, hablaba de mi “fracaso”. De cómo algunas personas ven y juzgan el desempeño de los demás. Es como levantar un inventario de lo que posees:

¿Cuántas casas propias tienes? – Ninguna,
Camioneta del año – No, Tengo un coche Mod. 92 (prácticamente es calcomanía 2). No cuenta. Si utilizas el Metro y el Metrobús eres un naco.
Viajes al extranjero (al año) – No,
Aunque sea, viajes nacionales – No,
Tienes ropa de marca – No,
Utilizas lo último en tecnología celular – No,
Tiene TV de pantalla – Sí… “Vaya le atiné a una” ¿De cuántas pulgadas? – 32”. No vale, tiene que ser de 42” en adelante y si es de 3D, mejor.
Tienes un trabajo con salario alrededor de un millón de pesos al año – No,
Tienes una casa o departamento propio para pasar tus fines de semana o puentes (Acapulco, Valle de Bravo, Cuernavaca, etc.) – No,
Vas al Sport City – No,
¿Compras películas y juegos originales? – No, las compro en el mercado cerca de la casa. ¡ERES UN PAPÁ PIRATA!

Resultados del Test ¿Cuánto tienes, cuánto vales?:
“0” FRACASADO Y ADEMÁS PAPÁ PIRATA

Y cómo no quieres que digan que eres un fracasado, con ese resultado, ya ni la amuelas. ¿Pues entonces qué chingaos tienes?

-Tener, así cómo tener, no entiendo la pregunta.

-¡Ahora sí!, además de fracasado, retrasado mental.

-Perdón, lo que no entiendo es qué relación guarda lo que “tienes” con lo que eres para saber si has fracasado o no.

-Yo creo que no se puede asegurar que los que más tienen (cosas materiales) son exitosos. O velo de otra manera, ¿por qué la costumbre de compararse con los que más tienen?

-Perdón, ¿Qué edad tienes?

-57 años.

¿No se te hace que estás muy viejo para todavía no entender el juego que yo marco?

-Discúlpame pero yo no voy con eso. La acumulación de cosas materiales no llenan, yo sé que es necesario el dinero para vivir, que una carrera universitaria te da más armas para poder triunfar, que una casa propia te da la tranquilidad de contar con un patrimonio…, pero de eso, a juzgar que se es exitoso porque tienes cosas y se es fracasado porque no las tienes.

-Bueno, si lo pones de esa manera, entonces tú, ¿de qué te has llenado, si no es con cosas materiales?

-Me he llenado poco a poco de CONCIENCIA, me doy cuenta de que tu juego es perverso y sólo pertenece al “ego”. Estoy lleno de vida porque mantengo un amorío con la naturaleza. Soy exitoso porque he sabido usar las herramientas que tengo (inteligencia, cuerpo sano, experiencia, habilidades creativas, empatía con los demás, autoestima, etc.)

-Para que lo entiendas mejor, te voy a hacer un comparativo de tu test con el mío:

¿Cuántas casas tienes?
¿Cuentas con un hogar en donde tú y tu familia viven con amor?

¿Tienes coches y camionetas?
¿Tienes salud (física y mental) para poder mover y trasladarte e ir a donde tu quieras?

¿Cuántos viajes haces al año?
¿Cuando no te es posible viajar, usas tu imaginación y te deleitas con tus fantasías?

¿Tienes ropa de marca?
¿Te importa que la marca de tu ropa se vea, o que lo que usas corresponda a tus gustos?

¿Utilizas lo último en tecnología celular?
¿Has aprendido a comunicarte con los demás, y sabes escucharlos?

¿Tienes TV de pantalla grande?
¿Cuánto necesitas de la TV?, ¿puedes distinguir entre un buen programa u otro que no lo es? ¿Todavía puedes gozar con la lectura de un buen libro? ¿Te has dado cuenta de que la “caja idiota” en su mayoría hace idiotas?

¿A mayor salario, más éxito?
¿Te gusta y realiza el trabajo que tienes?

¿Vas al Sport City?
¿Tienes conciencia de que el ejercicio te ayuda para tu salud?

¿Eres un papá pirata?
Y si sí, ¿estás descomulgado y no serás salvo porque infringes la ley?

Contesta mi test, y después me dirás si has tenido éxito o si eres un fracasado.

Es cuanto.

jueves, 16 de septiembre de 2010

CARAVANA DEL BICENTENARIO


El momento que estamos viviendo los mexicanos es histórico. Un país lleno de contrastes, lleno de fragmentadas versiones que imposibilitan una visión del “Nosotros”. Cada quién toma muy en serio sus bandos y son capaces hasta de perder la vida por defenderlos. Contamos con miles de opiniones, tantas, como tantos habitantes hay. No alcanzamos a ver que los individuos formamos, o podemos formar entes diferentes a nosotros mismos. Un ejemplo lo podemos ver cuando se forma una pareja: YO + TU = NOSOTROS y entonces podemos decir que uno mas uno no son dos, sino tres. Y ese resultado del Nosotros empieza a tener vida propia independientemente a los dos que la formaron. Es como ver en el caso de los divorcios que siempre buscamos un culpable, siendo que el elemento NOSOTROS puede ser la razón de la separación.

Lo mismo sucede con los países: Un ciudadano + otro ciudadano + mas otro, (o sea todos), formamos un país llamado México. Este elemento que le llamamos México, es el elemento Nosotros. ¿Han oído hablar del inconsciente colectivo de Jung? Querámoslo o no, cada uno de nosotros llevamos dentro a todos los seres humanos; los que ya no están, los que todavía vivimos y los que aún no han llegado, a todos. Y ese inconsciente colectivo nos rompe el esquema tan mezquino del individualismo. No quiero decir con esto, que hay que tirar a la basura nuestro “ego”, solo hay que darnos cuenta de que todos somos uno. Lo que me afecta a mi, le afecta a los demás y viceversa.

Cada quién jala por su lado; los empresarios (muchos de ellos) ven la manera de pagar menos impuestos, no dan reparto de utilidades a sus trabajadores porque lo disfrazan en gastos. Los políticos (casi todos) son corruptos y sólo buscan poder y riqueza, utilizando a los ciudadanos para sus fines. Las religiones (muchos de sus líderes) atemorizan a sus feligreses con dioses justicieros, los ciudadanos (muchos) se refugian en la ignorancia y apatía, la delincuencia organizada (y también la desorganizada), los “malosos” les vale madres todo.

Difícilmente si cada grupo jala solamente para sus intereses podremos llegar a formar un país unido. Nos falta sentido común para buscar soluciones: Los políticos sólo ven intereses partidistas, sexenales y personales, están muy alejados del mundo ciudadano. Los ciudadanos no nos involucramos suficientemente en los problemas cotidianos. Los empresarios (o mejor dicho: los dueños de empresas) no se dan cuenta que con su avaricia ellos mismos se aniquilarán tarde o temprano. Nos necesitamos todos, cada quién con lo que sabemos hacer. Unos son buenos para hacer negocios y abrir fuentes de trabajo, otros son hábiles para la política y el buen gobierno, otros crean arquitecturas, otros salvan vidas, unos más enseñan en las escuelas. Juntos somos capaces de crear el Nosotros llamado México.

Algo pude ver ayer en la Caravana Bicentenaria. Un Danzón que me llevó al “California” de mis recuerdos. Unos alebrijes y juguetes gigantes que me hablan de la creación artesanal mexicana y como de niño goce con mi trompo, mi balero, mi carrito, la magia infantil de mis sueños. Los alegres y vivos colores de vestidos, trajineras, sonrisas, máscaras, tradiciones milenarias, historias reales e inventadas de héroes antiguos. También había cientos de flores que con sus atrevidos colores saludaban a la concurrencia. No podía faltar la catrina, la elegante muerte que me encontré una mañana en el Café Tacuba. La grandeza de Quetzalcoatl y nuestros hermanos mexicas danzando a la vida, los de antes, nuestras raíces que engrandecieron una mitad de nuestra historia, la otra, invasión española que nos dio el mestizaje que hoy respiramos.

Yo no soy panista, ni político, ni empresario, ni “maloso” simplemente soy un ser humano conciente de que me toco vivir en un gran país llamado México.

Es cuanto.

sábado, 11 de septiembre de 2010

"Cuatro Leyes de la Espiritualidad"


Siempre he tenido una crítica para la modernidad cibernética que provoca un ambiente de anticomunicación. Pocos son los que escriben, los que se comunican a través de la escritura. Sólo te llegan mensajes en el Internet, elaborados por otras personas ajenas a las que lo mandan. Yo sé que si te lo envían es porque les gustó y sólo algunos hacen un breve comentario al respecto. A ti, ¿Cuántos contactos te escriben algo personal, un sentimiento?, como las cartas de antes, de puño y letra.

Claro que los pocos, todavía les gusta comunicarse vía directa y personal, darse un abrazo, un cálido apretón de manos y otros utilizan el teléfono para decirse cosas. En fin, este progreso muchas veces deshumaniza. Otra forma moderna de comunicarse que a mí me parece patética es el Facebook y he aquí algunos ejemplos:

“holaaaaaaaaa primaaaaaaa preciosaaaaaaaaa, como estas?
“wei estoi super bien”
“ola!! Komo estás?? io bn…jajajajajaja es cierto ia paso muxo tiempo k nos vimos…jajajajajajaja…espero k estes bn…..

Que forma de deshacer el precioso y rico idioma español, esta juventud de hoy salida de un cómic kafkiano. Pero por qué digo todo esto, como una crítica a las nuevas formas de comunicación. Porque a pesar de lo negativo que puedan ser, el otro día me llego un correo con un material muy interesante llamado: “Las Cuatro Leyes de la Espiritualidad”. Como ven, podemos rescatar cosas interesantes en esta modernidad cibernética.

La primera ley menciona:

“LA PERSONA QUE LLEGA ES LA PERSONA CORRECTA”

Esto quiere decir que no hay casualidades, todas las personas que nos rodean, están allí por algo, para hacernos aprender algo. Los buenos cuates, las malas ondas, nuestra esposa (o), nuestros hijos (as), todos. No sé si será la persona correcta o incorrecta pero algo vamos a aprender de ella. Por ejemplo, cuando escogemos a nuestra pareja tenemos motivos conscientes o inconscientes para hacerlo, para complementar nuestras carencias. Si no tenemos un carácter fuerte, ¿a quien creen que vamos a escoger, a alguien con carácter fuerte o débil?

Han oído hablar de la Ley de la Atracción. Si nos va bien, lo atraemos, si nos va mal, también lo atraemos. Por eso hay que hacernos responsables de nuestra vida, no hay casualidades, ni mala suerte, todo es producto de nuestra energía, de nuestra vibra.

La segunda ley dice:

“LO QUE SUCEDE ES LA UNICA COSA QUE PODIA HABER SUCEDIDO”

En nuestra vida las cosas que nos suceden son por algo, no podrían haber sido de otra manera. Los “hubieras” no existen. Si nos corrieron del trabajo, algo hicimos para que nos corrieran, si nos dieron un aumento de puesto y dinero, algo hicimos para ello. No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…” Sucedieron así las cosas para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Ya sé que nuestro ego no acepta esto, ni modo así es la vida.

O lo que es lo mismo, la “Ley de Causa y Efecto”, todo tiene una razón de ser. Por eso tenemos que ser dueños de nuestras decisiones y actos. Responsables de lo que hacemos, no estar buscando culpables de lo que nos pasa. Y no me va mal porque me porte mal o bien porque mi comportamiento fue bueno, la moral nada tiene que ver, eso fue inculcado por las distintas religiones, no es el castigo divino. Las cosas que suceden tienen su causa, por eso es relativamente fácil saber que va a pasar en determinadas circunstancias.

La tercera ley:

“EN CUALQUIER MOMENTO QUE COMIENCE ES EL MOMENTO CORRECTO”

Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará. Puede ser un nuevo empleo, un nuevo proyecto, una nueva pareja. Las cosas suceden no cuando queremos, sino cuando estamos listos para que lleguen a nuestra vida.

Y el cuarto y último:

“CUANDO ALGO TERMINA, TERMINA”

Si algo termino en nuestras vidas es para nuestra evolución. La muerte por ejemplo, nos resistimos a no aceptarla. Es un hecho irrefutable. Cuando terminamos con la pareja, cuando algo ya no es nuestro y se va.

Ahora tratemos de unir estas cuatro leyes. Somos parte de un universo con reglas propias que nada tienen que ver con nuestras influencias y decisiones. Más bien nosotros estamos regidos por ellas, en donde tendríamos que aprender a aceptarlas y mantener un ego moribundo y hasta quizá ausente. No somos el centro del universo, somos un partecita de una inmensidad. Por eso no hay que ver a las casualidades como encuentros sin importancia, sino como oportunidades de crecimiento. Todo lo que nos sucede, querámoslo o no, es parte de lo que tendría que suceder porque nosotros así lo hicimos, así lo quisimos consciente o inconscientemente. Hablamos de que nuestras acciones son responsabilidad nuestra. Vamos aprendiendo a hacernos más responsables y más concientes de nuestros actos y sus consecuencias. Y por último el factor tiempo, las cosas empiezan y terminan cuando así lo determinan las circunstancias, ni antes, ni después.

Es cuanto.

martes, 7 de septiembre de 2010

2da.parte Germán Dehesa




Quiero presentarles una segunda parte del anterior post sobre Germán Dehesa pero incluyendo a dos grandes personajes más: Jaime Sabines y Mauricio Achar (fundador de Librerías Gandhi).

Esto que viene a continuación fue tomado de la Columna Periodística “De Aquí Para Allá” escrita por Germán Dehesa:

Me encanta Mauricio

Era una de las últimas salidas de Jaime Sabines. Mi veleidosa memoria no conserva la ubicación exacta de la casa que cobijó esa comida de amigas y amigos del poeta. Lo que recuerdo claramente es que la pasamos muy bien, que Jaime estuvo alegre, exaltado y comunicativo y que todos, unos para otros, resultamos disfrutables. El momento estelar lo protagonizó mi amigo el Gordo Mauricio Achar que llegó al convivio con alguno de esos regalos inopinados de los que solía acompañarse (igual podía ser un paquete de cuetes para tronarlos en compañía de la población infantil, una cubeta de helado de Maracuyá, o las obras completas de Juan Ramón Jiménez que consiguió por 40 pesos), se dirigió alborozadamente a saludar a Jaime y no alcanzó ni a extenderle la mano (Mauricio tenía unas manos muy hermosas) cuando Sabines lo fulminó con una declaración inapelable: Mauricio, le dijo, tú no lo sabes, pero en “Me encanta Dios”, este fregado poema que acabo de escribir después de tantos años de sequía, tú fuiste la inspiración; cuando escribí aquello de “Dios es un viejo magnífico que no se toma en serio”, realmente lo que estaba haciendo era describir a Mauricio Achar. Vino entonces un atónito silencio. Todos volteábamos a ver al Gordiux tratando de descubrir su esencia divina. Y del Gordo para que les cuento. Toda la velada se la pasó asumiendo poses de deidad. Te excediste, Jaime, le dije al poeta, a ver ahora quién aguanta a Mauricio. Ni modo, dijo Sabines, le dije la pura verdad. Me consta que así fue y así será Mauricio: un viejo magnífico que no se toma en serio.

Ahora estamos en el escenario del teatrito que Mauricio y yo construimos en la Librería Gandhi. Él es Sabás Zorrilla, alcalde histórico y vitalicio de San Juan de las Pitas. Yo soy Teódulo Manrique, el sufridísimo secretario particular. Don Sabás me tiene que decir una línea muy simple: “Mira, Teódulo, como dijo Belisario Domínguez…” Salimos a escena, y el Gordis arrancó con mucha firmeza: mira, Teódulo, como dijo… ¿quién dijo? Y yo: pues no sé, Don Sabás. Como dijo… tú has de saber. Teódulo. Yo no puedo saber, Don Sabás. ¿No, verdad? ; mira, Teódulo, como dijo Macedonio Tachuelín. ¿Quieeén? Macedonio Tachuelín, ¿a poco no lo conoces, Teódulo? Claro que lo conozco, Don Sabás, es uno de los seudónimos menos conocidos de Don Belisario Domínguez. ¡Exacto, Teódulo!, mira, si no eres tan pendejo. Gracias Don Sabás. Estar en el escenario con Mauricio Achar era navegar en un océano de adrenalina y de puritito deleite. Era decirle: Don Sabás, en su buró le deje un cartapacio. Y el Gordo: ¡eres un imbécil, Teódulo!, esos animales son venenosísimos. ¿Cuáles, Don Sabás?, Los Cartapacios, la hembra sobre todo es terrible. Más de 30 años anduvimos en esos jelengues. Quiero creer que en algo ayudamos para que el PRI soltara ese poder que, yo espero, no recuperará.

Ahora veo a Mauricio caminando por el Zócalo. Tiene andares de pato dado su tonelaje y debido también a que tiene una pierna un poco más corta que la otra. Viene cargando una caja de cartón amarrada con un mecate. Hagan de cuenta un migrante a punto de internarse en Arizona. No es así. Lo que vamos a hacer es hablar con López Obrador para que nos conceda la gracia de vender libros en el Metro. Con cierta reticencia AMLO miró los libros que Achar extraía de su caja de cartón y decidió concedernos un espacio en algunos puntos del Metro. El experimento fue exitosísimo; tanto que de ahí nos extendimos y nos fuimos a la Central de Abastos.

Te recuerdo, te conservo, Mauricio. Ya eres también una sonrisa eternizada, una barba florida y una cabeza hermosa. Tú le cambiaste la cara a los libros en México y los hiciste sonrientes y accesibles. Me felicito por haberte acompañado. Son tantas las historias, las apuestas, los juegos, los recuerdos, las bromas, los modos de expresar tu calidad y tu generosa calidez.

“Dios siempre está de buen humor, por eso, Mauricio, eres el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada (Adriana), el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy. A mí me gusta, a mí me encanta Mauricio. Que Dios bendiga al Gordo. Amén”

viernes, 3 de septiembre de 2010

Adíos, al maestro Germán Dehesa



Duele más cuando los exiguos se van, porque los abundantes, ni quién se de cuenta que ya no están un día. Los del montón sirven para esconder su cobardía en el anonimato. Los que nunca sobresalen porque en parte están medio muertos o muertos en vida. Los que necesitan guías para saber que hacer porque nunca se han atrevido a buscar en su interior.

Como los cuestionamientos de Ortega y Gasset al preguntarse si las masas pueden despertar a la vida personal. Esas inmensas aglomeraciones de seres humanos, que van y vienen por sus calles o se concentran en festivales y manifestaciones políticas carentes de vida individual. También nos habla de que la sociedad es unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Los que se distinguen y dejan huella y los que no se diferencian de otros hombres y repiten solamente un tipo genérico – la muchedumbre.

Ayer por la tarde uno de la minoría se fue. Nos dejó, por que no decirlo, tristes, pensativos, temerosos de que esta parte de la raza humana se extinga y terminemos sólo con las masas irreflexivas. Se terminen los que se atreven a pensar y a decir que no están de acuerdo. Los verdaderamente inteligentes y no porque acumulen dinero, títulos y lenguas, sino los que saben vivir felices con su realidad creada y concebida por ellos.
¡Salud por ellos! ¡Salud Germán Dehesa! ¡Salud Carlitos!

Recuerdo cuando iba en la prepa, en el C.U.M. Germán me dio dos años de Literatura. Fueron épocas felices, llenas de inconciencia juvenil, de amor eróticamente apasionado, de presente vacío de responsabilidades. Lo único que había era juventud y belleza.

Me gustaban las clases de Germán y con su personalidad él siempre se ganaba a los jóvenes. Muchos años después, me lo encontré varias veces en las librerías Gandhi, donde trabajé más de 8 años. Él era muy amigo de Mauricio Achar (el gordo como él le decía), el dueño de Gandhi.

Después, lo seguí por muchos años en su columna del periódico El Reforma: “Gaceta del Ángel”. Me extrañó el miércoles pasado porque compre el periódico y no venía su columna acostumbrada. Hoy leí con cierta nostalgia y admiración palabra de luto, según Germán, que decían:
“Trato de vivir sobre las puntitas de los pies, pues en mis delirios, imagino que si casi no hago ruido, la enfermedad no se va a percatar de mi presencia y me permita colarme a la vida que es a donde me gusta estar” y seguía diciendo: “Esta es Primera Llamada, primera” y resultó ser, “Tercera llamada, y última, comenzamos…”

…comenzamos a sentir que las cenizas aún calientes, se mojan en el Papaloapan, para despertar en una nueva aventura en donde el espíritu de Germán volará descansado por las praderas verdes de algún otro sitio.

Es cuanto

lunes, 16 de agosto de 2010

"La Tumba de las Luciérnagas"


Como ustedes saben, mis queridos lectores imaginarios, de vez en cuando les comento buenas películas. Ayer vi una con un título poético: “La tumba de las Luciérnagas”. Yo no he tenido la desgracia de sufrir una guerra y nuestra revolución mexicana me queda tan lejos, como el tiempo que nos separa de la infancia con mis abuelos y lo que ellos narraban de aquellos tiempos.

Corría el verano de 1945, la atroz Segunda Guerra Mundial, el conflicto entre Estados Unidos y Japón. Yo me pongo a pensar que las guerras deberían llevarse a cabo en un estadio, es más, en un ring de box. Los presidentes de los países en conflicto se batirían en duelo, si quieren a muerte, o sólo lidiarse a golpes, como ellos quieran. En este caso, Harry S. Truman y el Emperador Hirohito, pelearían a quince rounds.

¡EN ESTA ESQUINA, EL GÚERITO TRUMAN DE 85 Kg. Y EN ESTA OTRA, EL SERIO SEÑOR EMPERADOR HIROHITO DE 70 Kg! Y ya, es más, podrían televisar la pelea a nivel mundial y cobrar los derechos. Vender coca colas, cervezas, hot dogs en el lugar del evento. Imprimir camisetas con los rostros de los contrincantes, contar con un espectáculo musical en el intermedio y mil cosas más. ¡Pero no!, las guerras han sido para la humanidad una atrocidad, una monstruosidad, una barbarie.

En las películas de guerra generalmente salen los soldados en los campos de batalla. En esta película que les comento, narran el vía crucis que tienen que pasar los civiles, corriendo a los refugios para protegerse de los bombarderos, padeciendo hambre, viviendo la angustia de la incertidumbre. No poder ni siquiera tener tiempo para entristecerse con la muerte de sus seres queridos, sólo hay tiempo para sobrevivir la guerra.

Los protagonistas son dos pequeños, el adolescente Seita de 14 años y su hermana Setsuko de 5. Son hijos de un alto oficial de la marina japonesa que los tiene que abandonar porque se va a la guerra, como si sus hijos no estuvieran en ella. La mamá muere en un bombardero y los hijos se quedan solos, arrimados en la casa de una tía.

El muchachito tiene un alto sentido del deber, un encargo que le hace jurar su padre antes de partir, cuidar de la familia. Entonces él no puede descuidar a su hermana para trabajar y ganarse el pan de cada día. Principalmente la actuación de la niña es extraordinaria, con una naturalidad fuera de serie.

La terrible vivencia de guerra que tienen los niños, no los aleja de ver todas las noches el espectáculo iluminado por las luciérnagas. Pequeñas lucecitas verdes que juguetean en la oscuridad. Pero, la contaminación del ambiente, provocado por las bombas incendiarias, hace que las luciérnagas mueran. Setsuko al ver esto, cava pequeñitas tumbas para ellas.

La película une dos contrariedades que hacen derramar algunas lágrimas en los espectadores. La inocencia frágil e infantil de una pequeña de tan sólo 5 años y la guerra con todo y sus “honores”, sus venganzas, y sus locuras.

Los civiles de la ciudad de Kobe padecen más la guerra que los propios soldados en el frente. ¿Qué pasará por la mente de los tripulantes de los bombarderos, al apretar los botones que hacen soltar las bombas, dirigidas a los pobladores indefensos? Ya pasaron los tiempos en que los guerreros se peleaban cuerpo a cuerpo, ahora la tecnología bélica no da chance de ver al enemigo, un ¡PUM! y todo se acaba.

Los gringos con sus ideas y costumbres bélicas e invasoras y los japoneses con las suyas sobre el honor y el sacrificio de la vida (camicace), o los alemanes con sus ideas de raza superior hacen que el negocio de las guerras sea buscado sin misericordia.

Que triste y desolador los episodios de guerra en los humanos, más si hay niños e inocentes en ellas, como se ve en la película. La Tumba de las Luciérnagas es un llamado a la reflexión en donde al final solo queda una lágrima que no puede parar por la insensatez de las bombas. Paz y Guerra, dualidad humana que es parte trágica de nuestra evolución como seres humanos. La historia de las guerras, es como la historia de nuestros amaneceres, ambas son compañeras de batalla.

Que triste a veces es pertenecer a la raza humana.

Es cuanto.

lunes, 2 de agosto de 2010

LA FAMILIA


Se puede hablar mucho sobre la Familia; bien, mal, hasta quizás indiferentemente. Dicen que hablamos de las cosas según nos ha ido en la feria, claro, no habría de otra.

Tengo una anécdota de un señor que estaba buscando a un notario para que le certificara un documento en el cual constara que sus hijos tendría prohibido asistir a su muerte mientras a él lo estuvieran velando. ¡Imagínense! (no la vean desde el punto de vista si es legalmente posible o no, eso es otro cantar)

Se preguntarán que debió haber pasado en esa familia para que llegaran a ese punto. Efectivamente cada miembro de la familia tenemos una responsabilidad, unos como padres y otros como hijos. PERO, los padres tenemos primero TODA la responsabilidad, por lo menos hasta cierta edad en donde los hijos pasan a ser independientes.

Los hijos son reflejo de los padres, es lo que aprendieron consciente o inconscientemente de ellos. Recogemos lo que sembramos. No podemos cosechar papayas cuando sembramos uvas (saldría un vino papayozo). No han oído a algunos papás decir: “no se de donde salio mi hijo tan grosero”. O podemos hablar de la Ley de Causa y Efecto. Todo lo que pasa tiene necesariamente una causa, por algo se dan las cosas, no existe la casualidad de un equis comportamiento.

Dicen que la personalidad se da en los primeros cinco años de vida, o sea, ¿Cómo fuiste criado en ese tiempo?, ¿Mamá fue cariñosa contigo y tuviste la suerte de vivir un período de lactancia con ella?, o ¿desde el vientre materno sentiste rechazo e indiferencia?

Volviendo a la anécdota, ¿Qué odio tendría ese padre hacia sus hijos que no quería verlos ni el día de su muerte? ¿Y el perdón? Nomás les cuento el karma del sujeto para su próximo período. No es juzgar a la ligera un comportamiento, es ver un resultado lleno de amargura.

Algún otro comentario de mamás con hijas “adultas” que las culpan de todo lo que les pasa. Cada que se ven, la hija agrede a la mamá porque no ha procesado el coraje que le tiene, ya están grandecitas para resolver sus traumas como adultas - siguen siendo las eternas adolescentes, aunque tengan treinta, cuarenta o más años.

¿Por que algunas personas llegan solas a la muerte?, sin alguien que les rece, que las acompañe en sus últimos momentos. Déjenme que les cuente otra anécdota de una dulce viejita que murió a los 92 años. Estaba tendida en su féretro acompañada de sus familiares, entre ellos muchos adolescentes que alrededor de ella, compartían “alegremente” el momento. Junto a su cuerpo le pusieron objetos que en vida disfruto, como una coca cola, una muñeca, y no recuerdo que otros más. La urna con sus cenizas fue colocada finalmente en la soleada sala de estar de la casa de una de las hijas, en donde sigue viva por siempre: ¡Hola abuela buenos días!, ¡hola ma!

Cada quien deposita a sus muertos según sus creencias. Unos los entierran enteros todavía, otros guardan las cenizas en nichos de iglesias ó panteones, algunos esparcen las cenizas en el mar o muchas otras formas más. Pero son costumbres de familia. “Nacemos en una familia, morimos en ella”.

La Familia es un valor que debemos fomentar. Los ermitaños aparentan su socialización en la locura de sus fantasías. Somos los seres humanos entes sociales por naturaleza.

Uno de los momentos más bellos de la vida se da alrededor de una mesa, comiendo, departiendo familiarmente con todas las generaciones, en una “sobremesa” que se alarga alegremente. Los que lo han hecho y hacen me darán la razón, los que no, aún les falta algo verdaderamente valioso por vivir.

De momento es cuanto.

miércoles, 28 de julio de 2010

EL ESCUDO DE VALORES


Comúnmente los escudos heráldicos representan títulos nobiliarios de la realeza de antaño y de algunas actuales monarquías, pero del que voy a hablar en esta ocasión, queridos amigos imaginarios, es del Escudo de Valores.

En el Taller de Desarrollo Humano que imparto en el INAPAM, se está viendo el tema de los Valores Humanos, tan escasos en estos tiempos. Este escudo nos plantea 6 aspectos básicos en nuestra vida, que intentaré contestar personalmente.

El primero nos pregunta: ¿Cuál es el mayor logro de mi vida? La mayoría de mis alumnas, como son mamás, pusieron precisamente ese, el de ser mamás, cosa que en el género opuesto no necesariamente sería, el de ser papás, sin dejar de ser importante la paternidad en nosotros.

Los invito a contestar, cada quien en su reflexión, cuál ha sido el mayor logro en sus vidas. Visto el logro como la acción de lograr, una consecución de un proyecto, de una convicción, de un anhelo. Es el haber obtenido un estatus emocional después de un trabajo hecho. Creo no es fácil responder, porque puede haber en nuestra vida muchas satisfacciones, pero considerar el mayor de todos y destacarlo de los demás, le da un estatus reflexivo importante.

¿Mi mayor logro? (estoy pensando), podría decirles que es mi nivel profesional, o que tengo una familia linda, o que en parte es mi experiencia en aspectos humanos. Acuérdense que estamos hablando de algo que ya se realizó, de algo pasado y ¿si todavía ese logro no ha llegado todavía, en donde nos deja esa aparición reflexiva vacía? No importa que fuera algo no planeado, lo importante es que esté hoy con nosotros.

Sé que puedo decir que no veo un logro como el haber llegado a una meta, o el haber obtenido algo. No podemos decir que ya la hicimos, que ya somos los “chipocludos” maestros, gurús, o profetas. Es como cuando logramos un título profesional, donde nos hemos ganado el derecho de que nos digan: Licenciado, Doctor, Ingeniero, Maestro, ¿Y? Algún sabio dijo: “Cuando encuentres a Buda en el camino, mátalo”. A Buda no se le encuentra y ya, toda nuestra vida nos la pasamos buscándolo. Cuando alguien dice que ya lo encontró, hay que dudar, porque a lo mejor, ese hallazgo es sólo una ficción.

Somos siempre peregrinos, estamos de paso buscando nuestras raíces, ¿de dónde venimos?, ¿hacia donde vamos? Y entonces… contestando a la primera pregunta, cual ha sido mi mayor logro, podría decirles que: “Estar en el camino de la CONCIENCIA” No he llegado a ningún sitio, no he obtenido nada, simplemente estoy andando, buscando, sonriéndole a la vida agradecido por haber encontrado este camino. No veo la meta todavía, “sólo siento con mis pies descalzos el crujir de las hojas en el otoño de mi vida”.

La segunda parte nos cuestiona: ¿Cuál es el valor más importante para mí? Muchas de mis alumnas respondieron que era La Salud, El Amor, La Familia, La Honestidad, La Unión y otras más. Acuérdense que los valores son personales, cambian con el tiempo y las circunstancias. Hoy en día, para mí uno de los valores más importantes es La Salud, sin ella todo se complica. Nuestro cuerpo es nuestro vehículo para lograr lo que nos proponemos.

La tercera interrogante nos pregunta ¿cual es la principal cualidad en mi familia? En mi familia de origen, de parte de madre, se daba la diversidad, el buen humor, las raíces folklóricas de un pasado que vale la pena recordar. Mí familia actual se caracteriza por destacar el valor de la familia como principal motor de búsqueda.

El siguiente cuestionamiento es: ¿Qué es lo que más desearía lograr en mi vida?
¿Qué me falta todavía que aún no ha llegado? Llenarme de una actividad productiva que refleje mi forma de ser.

El quinto puntualiza: ¿Cuál es el valor que yo desearía ver que viven y comparten todas las personas? Hablando de una sociedad no podemos sólo destacar un valor, tendrían que ser varios concatenados. Suena como los buenos deseos, y en ese tenor, podría decir que me gustaría vivir en una sociedad más civilizada, más preparada, más inteligente, con raíces que los una, tolerante en la diversidad, principalmente.

Y el último es una pregunta con un fondo interesante: Cuatro cualidades mías que las personas recordarán después de mi muerte.
Por supuesto que esto tiene que ver con la Autoestima que cada uno tenemos, y es intentar poner en boca de los demás lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Y en ese intento yo diría aventureramente que serían:
1. No era del montón, era muy especial.
2. Fue siempre un buscador, un peregrino.
3. Le interesaba lo importante.
4. Tenía una actitud positiva y creadora.
5. Le gustaba lo humano.

Cómo ven mis queridos lectores imaginarios, hay les dejo de tarea estas seis preguntas, podrían sacar cosas interesantes, nada pierden. Hasta la próxima.

martes, 20 de julio de 2010

"Visión de nuevas alianzas políticas"


Ahora mis queridos lectores imaginarios, quiero hablarles de un tema que aunque sí invita a la reflexión, va a ser un tanto diferente a los que ya he tratado. Hace poco hubo elecciones en algunos estados de la república y para contrarrestar el enorme peso que tiene el PRI se hizo unas alianzas un tanto sui géneris entre fuerzas antagónicas del PAN y el PRD.

Cuántos años y cuántas vidas costaron éstos enfrentamientos ideológicos de dos posturas totalmente extremas. La izquierda como una posición política e ideológica que implica una definición en torno a la desigualdad social y a la explotación, entre muchas más. Es más bien una postura ética. Es una posición anticapitalista, en contra de la religión como forma de enajenación. Se lucha por una sociedad más justa (aunque a veces sólo en teoría).

Nótese que hablo de posturas ideológicas (izquierda y derecha) y no de partidos políticos que aparentemente las sustentan, porque a veces vemos que esto no es tan cierto.

La derecha, vista en el PAN del gobierno actual, ha incrementado el neoliberalismo y conservadurismo a ultranza, queriendo mantener un sistema presidencial que ya se ve debilitado por los constantes errores e improvisaciones del gobierno. Pareciera ser que le falta sentido común y no va con el ritmo ciudadano de sus demandas.

En el fondo, todos los partidos políticos buscan el poder y el dinero, no importando los colores, que si es azul, o amarillo, o verde, o los colores nacionales. Se ve corrupción en todos y más cuando se introducen los extremos, dizque “ideológicos”. Esas ultraderechas reflejadas en el PAN con la influencia de organizaciones como el Yunque (agrupación paramilitar secreta), el MURO (Movimiento Universitario de Renovación Orientadora), cuyo objetivo es instaurar “el reino de dios sobre la tierra”, y “perseguir el poder para evangelizar las estructuras y las instituciones del estado”. Los Cruzados de Cristo Rey cuya misión es enseñar a obedecer, y algunas otras nefastas organizaciones. Los que estudiaron historia recordarán a la “Santa” Inquisición del siglo XV en España, ¿algo parecido, no?, sólo que antes, quemaban a las brujas y brujos, ahora los secuestran y desaparecen.

Vemos en la actualidad un debacle en las instituciones políticas y de gobierno, muy alejadas de la realidad que vive el pueblo de México. Algunos políticos y servidores públicos se les ha visto avorazados, insensibles, ignorantes, poco profesionales, faltos de sentido común, inhumanos, en fin, poco o nada, “servidores públicos”.

El binomio “perfecto” que hoy vemos: Políticos corruptos de un lado y ciudadanos ignorantes por el otro. Esa es la mancuerna que se maneja hoy día: los gobernantes necesitan de aliado a la ignorancia de sus gobernados, cuando ésta se acabe, (si es que algún día llega), florecerán los estados realizados, por ahora, sigamos el juego político.

¿Hacía dónde va México, ese México prehispánico grandioso que estudiamos en nuestros libros gratuitos de la primaria, con la señora “Patria” en su portada?, creación de Jorge González Camarena, mujer de tez morena, rasgos indígenas y mirada valerosa. Con una revolución en nuestra difícil historia ya muy olvidada. ¿Para qué y por qué pelearon nuestros abuelos y murieron por un mejor país? Estamos mancillando nuestros orígenes con batallas estériles contra los narcos, donde aparecen todos los días en la prensa escrita y en la televisión el número de muertos de dicha batalla.

Nací en un país bello que me dio la oportunidad de aprender a amar a mi patria, había paz y tranquilidad y podíamos jugar despreocupadamente en la calle o en el parque cercano. El peso con respecto al dólar era sólido, los campos agrícolas no sólo daban para comer a los mexicanos sino podíamos exportar. Existían los trenes, trenes que ahora han desaparecido sin rastro alguno, sin saber la razón de su desaparición. Siempre “hemos” sido un país petrolero, pero importamos grandes cantidades de gasolina. Contamos con las mejores playas del mundo, pero los bañistas las contaminan con basura.

Mis hijos han vivido siempre con crisis económica, pero ahora lo más triste es que mis nietos tienen, en parte, un país de mierda. No pueden salir solos porque los raptan, solo los ricos pueden estudiar en escuelas privadas y las públicas tienen índices tan bajos de competitividad que mejor estudiar en casa con la sirvienta analfabeta. Sólo pocas instituciones como la UNAM y el IPN son orgullo de los mexicanos.

Veo la tristeza de nuestros jóvenes queriendo meterse a la UNAM sin contar con el pase directo, cientos de miles de candidatos queriendo inscribirse a facultades de tan sólo un puñado de alumnos, que hacen dos o tres intentos sin lograr su objetivo. Imagínate, lector imaginario, curioso pleonasmo, un muchacho preparatoriano que sus papás le dicen: A ver que haces, porque no te podemos pagar una universidad privada, haz el examen a la UNAM y si no pasas te pones a trabajar en lo que salga. ¿Cómo queda el alma de ese chico?, te lo dejo de tarea…

Dicen que nos estamos pareciendo a Colombia, no lo sé de cierto, más bien creo que estamos tocando la parte sombría de los mexicanos, el egoísmo, la falta de raíces en nuestra actitud, el individualismo, la competencia irracional, la ceguera, la falta de continuismo en los proyectos sexenales, las corrupciones sindicales, la enorme desigualdad social, (Slim como el hombre más rico del mundo y 40 millones de mexicanos en pobreza), y bueno aquí le paro si no nunca termino con los etcéteras…, ah y se me olvidaba los bajísimos niveles de educación, pues nada más vean a nuestra líder sindical de los maestros, la grandilocuente Doña Esther Gordillo, así no se puede.

Entonces y como les decía al principio, cuál va a ser el resultado de estas alianzas políticas. Dicen por hay que “sólo están hechas para ganar y no para gobernar”, ¿Dejaremos el presidencialismo y nos convertiremos en régimen parlamentario? Parece el título de una telenovela de Televisa: ¿Acabarán los políticos mexicanos con nuestro México lindo y querido?, ¿Izaremos la bandera norteamericana en el zócalo? ó ¿se incrementará en un mil por ciento las migraciones a cualquier país, tanto para estudiar como para trabajar?, ¿vivimos el holocausto mexicano?, ¡quien podrá defendernos? , ¿Cómo poder salir de este bachezote? Llamemos a un nuevo emperador europeo para que venga a salvar a los pobres mexicanitos. ¡Arriba México, hijos de la!…

lunes, 12 de julio de 2010

Cuento mediano:"Repartiendo Karmas"


¿Quién sigue Pedro?
Ha sido un día muy pesado, la verdad espero terminar pronto porque estoy exhausto.
Es una mujer, Señor, y tiene un aspecto verdaderamente atroz.
Hazla pasar y me dices cuántos quedan todavía, por favor.
Se oye detrás de un biombo chino que se encuentra en el fondo de la oficina: “Toma asiento hija mía, estoy contigo en un segundo”
La mujer tuvo en vida multitud de experiencias verdaderamente desgastantes y a sus cincuenta y nueve años parecía una anciana acabada de noventa.

Venía desconsolada, pero a la vez esperanzada a que nuevamente todo cambiaría para bien.
Buenas tardes hija, pero no te quedes ahí parada, toma asiento por favor.
¿Gustas un refresco, café, una copa, algo?
No Señor, se lo agradezco mucho.
Pero dime, espero que ya hayas terminado de llenar el formato para tu siguiente vida, y que podamos terminar pronto este asunto, estoy muy cansado y quiero irme a acostar temprano.

No sé a qué formato se refiera, Señor.
Otra vez Pedro, siempre es lo mismo con él.
PEDRO, gritó irascible a su ayudante.
Dígame Usted Señor.
¿Dónde está el formato de la señora?
Formato, ¿formato Señor?
No te hagas, la señora viene a recoger su nuevo Karma.

Es que, se me olvido, Señor, le pido mil disculpas, hemos estado muy ocupados, por cierto, todavía faltan por atender una diez almas, las demás, las pase con ficha para el día de mañana.
O.k. ni modo, llenaré el formato aquí con ella.

Discúlpame hija, normalmente no me enojo, pero es que Pedro mi ayudante a veces me saca de quicio.
En realidad el Señor Dios era un hombre extraordinariamente sabio y con un carácter sensible, sólo que hoy fue un día largo y pesado.
Bueno, quiero que vayas respondiendo a todas las preguntas con honestidad, si no, tú serás la afectada en tu nuevo ciclo. ¿Queda claro?
Si Señor, seré honesta.

¿Nombre anterior?
María Martínez Escobar
¿Ocupación?

Fui la mujer del comendador en la Santa Inquisición
¿En la qué?
No inventes, pero eso fue hace varios siglos.
¿Y sabes en qué año estamos ahora?
No lo sé Señor.
En 1955, 28 de Octubre para ser exactos. Pero mujer, ¿en dónde has estado todo este tiempo?
Me imagino que algo parecido a los infiernos, Señor, la gente que he encontrado ahí solo me comentó que era la parte de abajo. Yo no entendí nada. Fue una larga pausa llena de angustia y desesperación.

¿Y cómo le hiciste para salirte de ahí?
Un día alguien me consiguió un pase, claro tuve que hacerle algunos favores…
Pero, eso es corrupción, mandaré una queja al sindicato de los de abajo para que tomen cartas en el asunto, sé que no me harán mucho caso, pero son los procedimientos, ¿tú me entiendes, verdad?
No mucho Señor, Usted disculpe.

Olvídalo Hija mía.
Esto se complica, nunca nos había pasado algo así. Nadie había desaparecido tanto tiempo. La verdad no sé que hacer. Tal vez le tengamos que dar fin a tu vida.
No Señor, se lo suplico, no lo haga, por favor.
No fue mi culpa. Unos señores me llevaron abajo y es ahí donde he estado tanto tiempo.

Bueno, o.k., pero no llores. Creo que tienes razón, sigamos llenando el formato.
En qué nos quedamos, a sí, me decías que fuiste la esposa del comendador. ¿A qué te dedicabas?
Yo era la persona que acusaba a las mujeres de brujas y las presentaba a mi marido.
¿Y a cuántas brujas quemaste?, perdón, ¿A cuántas mujeres quemaste?
No lo sé con exactitud, nuestras auditorias las hacía el primo de mi esposo y era una nata para los números., pero creo que fueron algo así como… diez mil.
¿Diez mil?, no puede ser, con razón te mandaron para abajo.

Creo que tu Karma va a estar bastante cargadito, pero bueno.
Dejaremos para después todos los datos de tu anterior vida y pasemos a la asignación de tu próximo ciclo.

¿Qué nombre quieres ponerte?
No sé Señor, el más horrible que exista, Yudilia, Kareny, Xare, Yanet, es más, creo que sería mejor sin nombre, para que todos me digan: Mira hay va la sin nombre.

Bueno, bueno, bájale, creo que te pondremos María.

¿En qué familia quieres nacer?
En la calle, Señor, en un basurero de Iztapalapa. Y que si el DIF me recoge, el vehículo en el que me transporten, choque y se incendie y me muera.
Pérate, pérate No tan de prisa. Y a dónde dejas los Karmas, ¿qué, quieres morirte de bebecita?, eso no se va a poder.

Perdón Señor, me ofusqué.
Bueno, mándeme con una madre que muera cuando yo este muy pequeña, para que la recuerde toda mi vida con nostalgia. Que nunca pueda visualizar su rostro en mi mente y que sólo con las fotografías la conozca extraña.
Y que con mi padre suceda lo mismo, para que sea una huérfana, una pobre huérfana.

En lugar de mi madre quiero tener una madrastra, como la del cuento de la Cenicienta, y que me trate muy mal, que me odie, y que nunca en navidad me den regalos y que desde chica me pongan a trabajar y le tenga que dar todo el dinero que gane.

Hay hija, no exageres, eso más bien parece una telenovela de Televisa o TV Azteca, pero bueno, respeto tu decisión.
Pasemos a los datos de tu matrimonio. ¿A los cuántos años quieres casarte?
Muy joven e inexperta y quiero que mi marido sea un desalmado, un monstruo, un insensible, así como mi anterior marido español.
Y ¿Quieres tener hijos? Si, quiero tener muchos hijos y también abortos, y que al final me quede con sólo dos, y que cuando sean mayores me abandonen en mi vejez.

Bueno, hija mía, quiero ayudarte, no te daré los abortos. Tendrás dos hijas, pero la mayor será igual a su padre y se casará también con un hombre insensible. Te darán muchos dolores de cabeza. Pero no quiero desanimarte; tendrás una hermosa hija, que te querrá mucho y te dará dos hermosos nietos.

Y qué quieres hacer con tu familia, ¿seguir casada toda la vida hasta que seas viejita o qué?
Si Señor, que no termine mi sufrimiento hasta mi muerte.
Sabes, sé que matar a diez mil personas es sumamente cruel e inhumano, pero e inventado un mecanismo curativo que se llama EL PERDON y creo que también en tu caso es válido.

Por lo tanto, tu matrimonio no durara toda la vida. Cuando sientas que tu relación ya no funciona, llegará a ti un hombre que te hará sentir el

amor. No durará mucho, pero gracias a este encuentro podrás terminar tu relación con tu marido.

Gracias padre por estas bendiciones, no las merezco. Es más. Ni merezco estar hoy con Usted, debí haberme quedado eternamente allá abajo, pudriéndome toda la eternidad.

La verdad me sirves mucha más regenerada que estando eternamente en el infierno. No sabes lo efectivo que resulta, cuando los hijos arrepentidos vuelven a su carril. Son mucho más útiles que los propios santos.

Dejemos a un lado los detalles karmáticos, la verdad todavía tengo almas que atender y quiero concluir contigo.

Te daré algunos dones para tu próximo ciclo.
Cuando tus hijas crezcan, tendrás oportunidad de estudiar y prepararte para ser una gran psicoterapeuta. Tendrás mucho éxito en tu profesión y la gente recurrirá a ti para que la ayudes.

Alcanzarás muchas satisfacciones con tu profesión. Y todavía con plena madurez y entereza volverás a casarte con un buen hombre que te hará feliz. Podrás ver a tus nietos crecer a tu lado y un día, regresarás a mi en un sueño.

Bueno hija mía, llego el momento
Cuñaaaa, cuñaaaa, se oyen los primeros chillidos de una bebe…

¿Quién sigue Pedro?
Es una mujer Señor y tiene un aspecto verdaderamente feliz…

miércoles, 30 de junio de 2010

Película Claroscuro


Acabo de ver por segunda o tercera vez una película…, no encuentro las palabras que la puedan describir o por lo menos introducirme al contenido de la emoción que me deja siempre esta película.

Empezaré con el titulo, que de entrada en inglés “Shine” quiere decir brillar, y en español “Claroscuro” significa contraste de luces y sombras. Me quedo más a la sensación que me deja, con el título en español.

Dos temas se juntan y producen un resultado en donde la emoción queda atrapada en la locura. La influencia de un padre exageradamente castrante que la guerra le ha quitado violentamente a su familia de origen, y ahora con la suya que no quiere perder, la aprisiona tanto, que termina en la soledad de su neurosis. La música es su fuga y con ella atrapa a sus hijos, especialmente al primogénito y único hijo varón: David.

Esta parte de la influencia paterna podría ser la sombra y la otra, la luz, será la genialidad y el talento de David. Al juntarse ambas se produce esa locura que deja aniquilada a la razón convirtiéndola en notas, en compases, en música, terminando con el concierto para piano en re menor Op. 30 No.3 de Rachmaninov.

Es una historia real que le paso al músico prodigio: David Helfgott , magistralmente interpretado por Geoffrey Rush ganador por ello de un Oscar al mejor actor en 1996.

En su juventud, David se puede independizar del dominio despótico de su padre y se va a Londres para proseguir libre y profesionalmente sus estudios musicales, aunque la sombra de culpa por su atrevimiento, lo perseguirá toda su vida, desapareciendo sólo, hasta la muerte de su padre.

Vive con y en la música, lo demás, no existe. Sólo el amor y la comprensión de una mujer (Lynn Redgrave) logran reintegrarlo a la sociedad para compartir su don con el mundo.

Como ustedes verán, la música de la película es extraordinaria, llena de fuerza y dominio y podríamos decir que también Rachmaninov fue, como normalmente se da con los genios, un creativo intenso. No se la pierdan y para los que tengan hijos genios, no traten de realizar sus sueños frustrados en ellos.

Bon Appetit cinéfilo

miércoles, 23 de junio de 2010

Cuento corto: "El viaje inesperado de Doña Josefa"


Ya me pesaba salir a la calle, resollaba gordo constantemente y la “bola” no me dejaba ser la que fui antes. Un miércoles, como cualquier otro de las anteriores semanas, salí por las tortillas… y al cruzar la calle, ¡zaz! Que me caigo. Me costó mucho volverme a levantar pero por fin lo logré. La cadera me dolía tanto que al llegar a casa le hablé a mi sobrino.

- Manuelito, perdona que te moleste, me acabo de caer y me duele mucho la cadera, ¿podrías venir a verme?

- Si claro tía, en este momento salgo para allá, no te preocupes.

- Doctor, ¿cómo la ve, podré llevármela al maratón del INAPAM para la próxima semana?

- Hay Manuelito ya ni la burla perdonas.

- No se preocupe doña Josefa, todo está muy bien, como dice su sobrino, no sólo podrá competir en la carrera sino que la ganará.

- Bueno mi doña, usted tranquila, tómese estas medicinas y nos vemos mañana, ¡eh!

- Lo acompaño doctor, y aprovecho para ir a la farmacia a comprarlas.

- Manuel, no quería decirle mi diagnóstico delante de su tía, pero yo la veo muy mal, no sólo es el hueso roto de la cadera, su corazón esta muy afectado y para la edad tan avanzada que tiene, no creo que dure más de una semana.

- En serio doctor, ¿no hay otra cosa que se pueda hacer?

- No Manuel, principalmente es su edad lo que nos afecta, pero vamos a ver como responde a las medicinas que le mande y nos vemos por acá mañana.

- ¿Eres tú Manuelito, quiero que me digas la verdad, que te dijo el doctor, estoy muy mal verdad?

- ¿Qué te preocupa tía, no ganar la carrera?

- Ya Manuel en serio, ¿que te dijo?

- ¿Que bien me conoces, verdad?, pues sí, la cosa es delicada, tu corazón no funciona bien.

- Tú lo sabes, ya esperaba este momento, de hecho ya tienes todo listo, ¿verdad?

- Si tía, todo esta listo, aunque tú esperabas esto y la vida es así, no quiero que te vayas, sé que suena egoísta, pero te quiero mucho.

- Lo sé Manuel, lo sé, no sabes como te agradezco todo lo que haz hecho por mi. En los últimos años me he sentido muy acompañada.

El resollo gordo se intensificó y me entró el nervio. ¿Qué pasará después de mi muerte, a dónde iremos a parar?, ¡Dios mío, apiádate de mi alma!

- ¡Tía, no te mueras!… ¡tía!, ¡tía!…

…Josefa no se preocupe, tranquila, relájese ya todo paso, confíe en mi.

- ¿Qué paso?, ¿Dónde estoy?, ¿Ya me morí?

- Si Josefa, ya todo terminó, seré su guía y protector, todo va a estar bien, tranquila.

- ¿Andrés, eres tú?, que alegría verte… ¡Hermana!, que bien te ves.., ¡Papá!, ¡Mamá!, ¡Poncho!, ¡Silvia querida!, ¡Queta!, estás radiante, ¡Silvino!, mi amor, ¡Lulú!, ¡don Ambrosiano!, ¡Sr. Cortes!, ¡Chachis querida!, ¡Manolo!, tanto que te extrañé, ¡Desiderio!…

- Doña Josefa, perdón que la interrumpa, pero ha habido un error, nos confundimos de Josefa…

-Doctor, doctor, mi tía respira, gracias Dios mío, mi tía está viva…

- Manuelito, ¿Dónde estoy?...

viernes, 11 de junio de 2010

México a punto de perder por 10 cms.


A mí acostumbrado perfil blogero, ahora le hago un giro de 180º y les platico, no precisamente de Fútbol (que no se mucho, digo casi nada), sino del resultado del partido: México contra Sudáfrica.

Cuáles eran los pronósticos más escuchados acerca del resultado: México va a ganar 3 – 0, ganará 2 – 1, es más, la opinión especializada decía que México era el favorito y tenía muchas posibilidades de ganar. En resumen, la mayoría dijo que México ganaría.

Y cual fue el resultado, no sólo los números dijeron que fue un empate a uno, sino que México estuvo a punto de perder por escasos 10 cms. Recordarán, una rápida descolgada de los sudafricanos casi a punto de terminar el partido, si no mal recuerdo fue Katlego Mphela contra dos defensas y ¡zas!, la pelota pegó en el poste de la portería.

Imagínense si “hubiera” entrado el gol. Muchos mexicanos se hubieran cortado las venas, o mínimo tirarían el Ángel de la Independencia. Precisamente de eso quiero escribir, de la “Pasión desbordada” de los mexicanos, y del término “hubiera” tal utilizado en estos casos.

Que curioso, como con el Fútbol, se rebasa la pasión de los mexicanos por lograr un sueño efímero, como cantaba Chava Flores en su inolvidable: “A qué le tiras cuando sueñas mexicano”. No quiere decir que los mexicanos no podamos ganar, sino que muchas veces no sabemos como hacerlo. Creemos que sólo con “fe”, o con “magia”, se logran buenos resultados. No señores, ¡hay que trabajar!

Pero, ¿ganar qué?, ¿qué gana cada mexicano con un triunfo futbolero? ¿Qué acaso le toca un porcentaje de las ganancias del comité organizador, le van a condonar impuestos, le van a dar pases para ir a ver a Paquita la del Barrio? Chance ganan una lana los que apostaron. Ganamos el “orgullo de pertenecer” a los triunfadores, porque en nuestro subconsciente somos un pueblo perdedor, (perdimos contra los conquistadores españoles y de ahí nació una nueva raza acomplejada. Hemos perdido a lo largo de nuestra historia contra la superioridad de los gringos que nos arrebataron territorio, petróleo, y muchas cosas más). Claro que aquí la palabra pertenencia tiene un significado profundo. Nos cobija de la orfandad y la ignorancia, y como el avestruz, metemos la cabeza en el hoyo para no ver nuestra realidad y responsabilidad.

Como mexicanos no hemos hecho nada por terminar con las muertes de mujeres en Juárez, no protestamos masivamente por los resultados de impunidad, que desde hace un año, no se ha hecho justicia con lo del incendio en la guardería ABC, también el caso de la niña Paulette es patético y kafkiano, lo del padre Maciel es…demoníaco, aunque Benedicto XVI pida perdón, y así podría seguirme con muchos asuntos que el gobierno actual y los mexicanos no hemos podido resolver.

Entonces, ¿Qué onda? Creo que sólo somos buenos para el “desmadre”, pues ¡Arriba el fútbol! , ¡Arriba México!, ¡Cachún, cachún, ra ra!...¡Bafana Bafana, préstame a tu hermana!

Por otro lado los términos “ganar” y “perder” tienen una connotación muy subjetiva. Cuando se gana, decimos: “Ganamos” y cuando se pierde, decimos: “Perdieron”. Siempre buscamos culpables cuando algo no sale bien… Pinche Aguirre hubiera metido desde el primer tiempo a Cuauhtémoc Blanco y hubiéramos ganado. Si Blanco hubiera sido Negro, pues se confunde con los negritos y les hubiéramos metido más goles, chale…

Por hoy es todo, y ha seguir viendo el mundial.

viernes, 4 de junio de 2010

Cuento Corto:"La espuria de la teta fría"



Era un viernes, creo el último de mes, la verdad sólo lo sé de oídas, porque como apenas tengo dos meses y medio de edad, esas cosas todavía no las manejo muy bien. Mi mamá me puso en mi sillita del coche y salimos rumbo a la casa de mi abuelo Micky para que nos acompañara a varios lugares, entre ellos, a la visita de una escuelita, la verdad no lo sé, sólo los oí platicando a mis papás ayer por la noche de eso.

Salió mi abuelo y me saludo muy cariñoso mientras mi mamá pasaba a saludar a mi “Bisa”. Hacía mucho calor y me sentía un poco incómodo con la ropa que traía. Llegamos al primer lugar y el abuelo se quedo conmigo en el estacionamiento. Seguía sintiendo mucho calor. Después pasamos al consultorio de mi pediatra para recoger una receta y mientras estábamos estacionados empecé a llorar porque el sol me pegaba de frente. Mi abuelo lo notó y me puso una frazadita para evitar la molestia, pero no fue suficiente. El coche que estaba adelante se fue y mi abuelo entonces pudo ponerse en la sombra, ¡que fresco!, deje de llorar. A eso yo lo llamo “Empatía” y sensibilidad, gracias abuelo.

Pasamos al lugar que nos faltaba y sonó el teléfono, era papá, le dijo a mi abuelo que lo recogiera en su trabajo. Cuando llegamos, mi mami me cambio de ropa, ¡que alivio, ya era hora!, me puso algo más ligero y me sentí ya mucho mejor. Los cuatro nos dirigimos al lugar ese que les dije, la escue…, escue-lita, creo. Menos mal que dijo escuelita, si hubiera dicho guardería, me las hubiera olido, y hubiera empezado a llorar. ¡Listo mi papi!

Llegamos, nos recibió una señora muy amable y nos invitó a conocer el lugar. Lo primero que vimos fue un salón con muchos niños de mi edad, le eche el ojo a una bebé muy bonita como de dos meses que estaba dormidita en su silla. Otro me pareció chistoso, estaba sentado frente a un espejo, ¡que tonto!, creía que lo que miraba era a otro niño, pero ¡oh sorpresa! poco a poco se dio cuenta que era él mismo. En total eran como siete u ocho compañeritos y las nanas cálidamente me dieron la bienvenida. ¡Hola Sebastián!

Sé que ustedes se preguntarán como un bebé tan chiquito se expresa como si fuera mayor, pero esto es un truco de imaginación, el cuentista lo hace como si fuera yo. Y otra cosa, es un secreto, no se lo vayan a contar a nadie, pero el cuentista es mi abuelo Micky.

Mis papás pasaron a la oficina de la señora y se pusieron a platicar de cosas de negocios mientras mi abuelo y yo charlábamos y reíamos despreocupadamente. Él estaba fascinado porque era la primera vez que me veía reír. Al rato me empezó a dar hambre y mi mami me dio pecho. Antes de terminar me entró un sueñito y me quede dormido.

Al rato, ya nos estábamos despidiendo de la señora y lo único que escuche fue que nos veríamos el próximo lunes. Mi papi me preguntaba que si me gustaba mi nueva escuelita, más bien mi primera escuelita y yo la verdad no le conteste porque no entendía a que se refería. A poco no es padre aparentar que a veces uno si entiende y otras no, ¡quesque estoy muy chiquito!, gracias cuentista, es un buen punto.

Para no hacerles el cuento largo, acuérdense que es un cuento corto, paso el fin de semana y nuevamente, como suele acontecer, llego el lunes. Ahora si no es cuento, no sabía lo que me esperaba. Iba a vivir mi primer abandono. ¡Noo! ¡El primer abandono de mi vida y apenas tengo dos meses! Que injusta es la vida, mi terapeuta me lo trabajaría años más tarde y para ese entonces a mi ya se me habrá olvidado.

Note a mi madre, intranquila, preocupada, ella no lo sabe, ¡y no se lo vayan a contar!, la cache con lágrimas en los ojos, pero ella se hacía la fuerte conmigo. Ahora si de verdad, no sabía lo que estaba ocurriendo. Sentía como un hormigueo en el estomago y mi garganta se me cerraba. Llegó el momento de la despedida, mi mamá terminó de hablar con la señora amable, y me dio un beso. Fue el beso más cariñoso y hermoso que he sentido en mi vida, pero, ese beso fue el beso de “Judas”. Claro que yo no sabía lo que pasaría horas más tarde, porque nunca me había pasado. Nunca mi madre se había “despedido” de mi, ¡nunca!, les juro, nunca me había separado de ella.

Pero, paso el tiempo, no sé cuanto, y como siempre lloré para pedirle a mi mami nuevamente mi alimento, y ¡Oh Sorpresa!, me tomo en sus brazos otra mujer, otra mamá, una intrusa, una espuria. Se hacía pasar por mi mami, pero no era ella, lo raro fue que el líquido que empecé a chupar era igualito a lo que mi mami siempre me daba, y otra cosa, el pezón que sentí estaba frío y aguado. Lloré, lloré con tanto sentimiento que mis suspiros no me dejaban comer. Yo quería a mi mami, y no iba a tolerar que me engañaran. Pero la usurpadora fue paciente y me gano la partida, cedí y empecé con intervalos a comer y a suspirar, a comer y a suspirar, hasta que me quede dormido junto a una camiseta que contenía el olor de mi verdadera madre, eso también me tranquilizo.

Y así transcurrió mi día, comía y lloraba, lloraba y comía, hasta que finalmente mi sensatez le gano a mi coraje. Me “puse en los zapatos” de mi mami y de mi papi, sabía que ellos estaban sufriendo mucho, que no era yo el único y le empecé a tomar cariño a la extraña del pezón frío.

Por la tarde noche de aquel largo día, por fin llegaron mis papás. Yo no quería ni verlos porque todavía mi enojo me ganaba, ¡si!, estaba enojado, me había sentido engañado y abandonado, pero el nuevamente sentir su calor, su ternura, el oír sus voces, el verlos llorar de gusto porque los tres estábamos nuevamente juntos me hizo olvidarlo todo.

Mañana es posible que vuelva a vivir la pesadilla de hoy, pero cada día que pase, me acostumbraré a que algunos días podré comer del pezón cálido de mi madre y otros solamente, a chupar el pezón aguado y frío de una espuria.

Sebastián, G.V.

viernes, 28 de mayo de 2010

Hoy Sebastián se comunico conmigo


Hace dos meses exactamente, un 28 de Marzo escribí un post que intitule: “Casi un Luis Miguel III, Sebastián I”. Traté los cuatro momentos importantes que ha pasado mi nieto Sebastián. Recordarán que el primero fue cuando supe que mi nuera estaba embarazada (su concepción y principio). El segundo cuando supimos que era niño (su definición genérica), y el tercero cuando nació, un 20 de Marzo.

Pero faltaba el cuarto momento, el momento cuando empieza a comunicarse con los demás, a través de su mirada, con una sonrisa quizás. El ya no ver a un bebé inerte, vago, vacío tal vez. Claro era cuestión de tiempo, no de esencia. Este bebé ya se está llenando de persona y sólo le bastaron dos meses para empezar a vivir su aventura, que le será propia por toda su vida.

Es como meterse en un cuerpecito que sólo responde a estímulos y sensaciones corporales básicas: O siente comodidad o incomodidad. Siente hambre, sed, esta sucio, tiene frío o calor, le falta apapacho, y lo manifiesta a través del llanto. Pide que se le atienda porque él sólo no puede.

Dirá que no sabe nada de cierto, sólo es un sentir. Es su hambre y su sed que cambian cuando su boca succiona el calostro de su madre. Es su suciedad que le incomoda. Es su soledad que se transforma cuando oye la voz de su madre y siente cercano su regazo, es sólo eso lo que siente nomás, puro sentir sin cuestionar.

Pero ya está listo. Sus ojos empiezan a ver lo concreto, sus sentidos le avisan cuando mamá le habla tiernamente y empieza a distinguir las diferentes ternuras que lo rodean. Desde los muy cercanos, repetitivos y permanentes voces de mamá y papá hasta los demás, que sin dejar de ser tiernos, algunos son ajenos y distantes.

Hoy, 28 de mayo de 2010 tuve mi primera charla con mi nieto Sebastián de tan sólo dos meses y fue…extraordinaria. Fue sorprendentemente bella. Nos hablamos con las miradas y las sonrisas nos acercaron. La telepatía nos mantuvo ocupados un rato y las historias y sensaciones fueron y vinieron. No importaba su contenido, nos comunicábamos de iguales y nuestra sintonía terminaba divertida.

Ya empezó el cuarto momento de muchos que faltan por venir y quiero estar presente para ser testigo de la historia de Sebastián.

Afectuosamente, su abuelo Micky

miércoles, 26 de mayo de 2010

¡Tu hija no puede hacerlo! Es tu responsabilidad


Antes era muy común tener muchos hijos, les estoy hablando de unas dos generaciones atrás, o sea, la de mis abuelos. Se acostumbraba casarse joven, la mujer como a los catorce o quince años y el hombre como a los veinte. Y como todavía no se inventaban los métodos anticonceptivos y la televisión no había llegado, pues las familias eran numerosas.

Mi abuela tuvo diez y seis hijos, imagínense ahora con dos, ya se hacen bolas. Claro que con muchos hijos la organización era muy diferente. Era como un equipo al cual no te preguntaban si querías participar, te lo imponían. Como la madre no se daba abasto para atender a tanto chamaco, las hijas mayores se hacían cargo de los que iban llegando. O sea, se convertían en co-mamás. Y entonces les tocaban de a dos o tres hijos putativos. Tenían la responsabilidad de vestirlos, darles de comer, bañarlos, hacer con ellos la tarea, y un sin fin de actividades más, aparte de vivir su vida.

Observen que estoy hablando de “LAS HIJAS”, acuérdense que antes la labor de crianza residía en las mujeres y efectivamente eran LAS MUJERES de la familia y no sólo la madre, las que se ocupaban de esto. Pero el tema de hoy no es la discriminación de la mujer, eso será tema de otro post, hoy hablaré de esa “responsabilidad compartida” de co-criar a los “hermanos-hijos”, aunque aparentemente lo hacían con gusto. Claro que lo único que no podían hacer era amamantarlos, ¡sólo eso les faltaba! No estoy muy seguro que lo hicieran con gusto, pero en esos tiempos la desobediencia era un pecado. Como que los “traumas” de los hijos son de estos tiempos, antes “no pasaba nada”. ¡Falso de toda falsedad!

Ese es precisamente el tema de hoy. Solo los padres son los responsables de los hijos y no los hijos de sus hermanos menores. Por dos importantes razones: Porque no tienen edad para hacerlo y al no tener edad o no estar preparadas para ello, no pueden decidir hacerlo. Yo sé que la madre de ahora trabaja y no puede cuidar de los hijos, pero que culpa tiene la primogénita de esto. No planificamos nuestra vida, la vivimos al ¡hay se va! y perjudicamos principalmente a nuestros hijos.

Esa frase odiosa: ¡Cuida a tu hermanito!, pero no es: Cuida a tu hermanito cinco minutos, sino cuídalo todo el tiempo hasta que cumpla 15 años. ¡NO SE VALE MAMAS!, claro y también ¡NO SE VALES PAPAS! Eso es inconsciencia. Los niños tienen que vivir su etapa infantil sin responsabilidades que NO les corresponden. Claro que con el tiempo les vamos enseñando a hacerse responsables, de: levantar sus juguetes, lavarse los dientes, tender su cama, hacer su tarea, y otras más. Pero “no nos hagamos”, saben de qué estoy hablando.

Quiero mostrarles una escena: Un fin de semana, la “bonita familia” en casa de los compadres que tienen una alberca. Los papás a los que me refiero tienen dos hijos: una niña de 12 y un niño de 7. Quiero que quede claro que estamos hablando de un fin de semana, ¡ojo! La niña ya cuido a su hermanito TODA LA SEMANA porque claro, los papás trabajan, ¿pobrecitos no? Volvamos a la escena:
¡Fulanita!, ¿dónde esta tu hermanito? ¡TE DIJE QUE LO CUIDARAS!,
¡Zopas! El golpe en la cabeza.
-Pero mamá estoy con mis amigas.
-Puedes hacer las dos cosas, ¡Hay de ti si le pasa algo! No ves que estoy ocupada con la comadre jugando cartas (exagere un poco).

¡Fulanita! ¿Ya le diste de comer a tu hermanito?
¿Yo por qué?
¡Zopas! Una cachetada.
-Pero papá, ¿Qué no lo puede hacer mi mamá?
¡Zopas! Un coscorrón.
- Irrespetuosa, no ves que tu mamá está ocupada. Eres una inconsciente, tu madre trabaja como burra para darles todo. Ayúdala, aunque sea un poco (ja ja risas de escritor).

-¡Pinche papá, muérete desgraciado! (comentario imaginado de la niña de 12 años – esto es un proceso de ira que va creciendo, con consecuencias funestas.

¿Creen que exagero?, Si es así dejen de leer este post, no se vayan a traumar. Si están de acuerdo conmigo, continuemos…

La niña durante doce años ha estado acumulando un coraje que se va a convertir en un sentimiento ambivalente entre amor y odio hacia sus padres y de paso hacia su hermanito. Pero claro, no sabe cómo manejarlo. Es muy probable que a muy temprana edad se embarace para salirse de su casa, que ya no aguanta. Es probable que quiera huir de su realidad con drogas, o con alcohol, que su desempeño escolar sea muy bajo, porque su autoestima esta súper dañada por sus padres.

¡PADRES, SUS HIJAS NO PUEDES SER MAMAS DE SUS HERMANITOS, PORQUE CUANDO SEAN MADRES DE SUS PROPIOS HIJOS, USTEDES HARÁN CONSCIENTE SU ERROR Y YA SERÁ DEMASIADO TARDE!

jueves, 13 de mayo de 2010

La Caja de Pandora







Tarde lluviosa ideal para disfrutar de una película en casa de la tía Concha. Muchos de ustedes saben que la tía Concha es la de los “Juevebes”. Mi viejita favorita que pronto cumplirá noventa años. Hoy le lleve una película turca titulada: La “Caja de Pandora” de Yesim Ustaoglu, ganadora en el Festival de San Sebastian de La Concha de Oro como mejor película y de la Concha de Plata como mejor actriz.

Empieza en una aldea montañosa cerca de la costa del Mar Negro. Una casa rústica, desordenada, alejada de todos, cuya moradora vive sola y su Alzheimer. Ese mal que le ha quitado todo, o casi todo, menos el amor de su montaña, su vecina entrañable.

Un día, como suele suceder en esta enfermedad, se sale de su casa y se pierde. Su desaparición es sabida por sus tres hijos que emprender su búsqueda. La encuentran vagando por el puerto, como zombie, orientada solamente por su pasado. Los hijos no sólo la hallan a ella, sino también a la Caja de Pandora, en donde el Alzheimer ha liberado una tensión entre ellos, desatando una tremenda batalla con la realidad de su vieja y enferma madre.

¿Qué hacer con ella? No la pueden ya dejar sola, se perdería nuevamente, es más, ha llegado el grado de no contener sus esfínteres, no sabe comer sola, a veces agrede y golpea a los demás y se deprime en la soledad de su vacío. Cada hijo se enfrenta desde su personal visión al problema. Se pelean entre ellos, se insultan y tratan de zafarse de la tremenda responsabilidad. ¿Quién tendrá que aguantarla?

Se pasa de casa en casa, extrañando sus espacios, desconociendo los afectos obligados en su cuidado. Un día, por irresponsabilidad de una de sus hijas, llega a una casa en donde conoce a un nieto que ha estado desaparecido. Un adolescente que huye de sus padres. El encuentro entre el joven y la abuela enferma se da sin obligaciones parentales, sin lástimas obligadas, sin caridad forzada, es sólo eso, un encuentro entre una anciana indefensa que la vida le quito lo que era suyo: su conciencia, una solitaria mujer que en su vejez despierta ternura y un joven solitario que no tiene más “formación” que su sentido común adolescente.

El nieto entra al mundo del Alzheimer de su abuela, la entiende, la acompaña en sus viajes imaginarios, le tiene toda la paciencia del mundo, la empieza a querer, como se quiere a los desvalidos cercanos.

Un día, los hijos deciden internar a su madre en una especie de asilo para enfermos con Alzheimer. Se le ve a la anciana sola en el jardín, deambulando sin prisa, sin amores, sin nada que la sostenga en su realidad inútil.

El nieto se entera de su reclusión y va por ella. La rapta del nosocomio y se la lleva a su rústica cabaña, desordenada y alejada de todos. Una escena tierna es cuando el nieto se le ve lavando los calzones sucios de su abuela.

La abuela vive en su silencio obligado y solo observa, observa su vecina la montaña amiga. El nieto lo sabe y es por eso que un día al despertar y no encontrar a la anciana, sale al bosque en su búsqueda. La ve a lo lejos subiendo despacio la montaña y la deja ir, para ya no buscarla más, porque ha vencido su Alzheimer en la locura inconciente del encuentro con su amiga la montaña.

jueves, 29 de abril de 2010

Cómo crear Abundancia - Deepak Chopra


En la búsqueda de cosas útiles encontré un libro de Deepak Chopra llamado “Cómo crear Abundancia”. El título no les suena a: ¿cómo convertirnos en un Carlos Slim?, ¿cómo encontrarnos la lámpara de Aladino y pedirle al mago todo el oro y todos los dólares del mundo? ¿Cómo sacarnos el Melate acumulado? ¿Esto no suena como una fantasía inalcanzable? Efectivamente parece como cosa de magia, pero tiene un aspecto práctico dirigido a cualquier persona con un poco de conciencia.

¿Cuándo hablamos de Abundancia, a qué nos referimos? Simplemente a cuando nuestras necesidades y deseos se satisfacen con facilidad y nos causan alegría, salud y vitalidad.

Pero, ¿Cómo conseguir esa abundancia? ¿Es posible? Según la Física Cuántica, sí. Los pensamientos son la materia prima del universo. Antes de que un pensamiento se convierta en algo verbal y se experimente como lenguaje, es una intención. Los impulsos de energía e información que crean nuestras experiencias de vida se reflejan en nuestras actitudes hacia la vida. O sea ¿qué quiere decir? Que! si se puede !

A continuación Chopra nos da algunos tips para cambiar nuestra actitud y que la abundancia se de:

1. Si se preocupa constantemente por cuánto dinero necesita, entonces es realmente pobre. La señal que manda a su cerebro es de pobreza y de ahí no saldrá. El cerebro sólo procesa lo que uno le manda, aprenda a engañarlo y cambie el mensaje por su opuesto. Nos ayuda esa frase que dice: “Dios dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, coraje para cambiar las cosas que puedo, y sabiduría para conocer la diferencia”.
2. Aprenda a ser compartido, este sentido del “dar” le ayudará a conseguir lo que se propone, no vaya solo en el camino, somos parte de un todo.
3. Siempre hay demanda por nuestros servicios, y más cuando encontramos nuestro “dharma” o propósito de vida, que disfrutamos y amamos con nuestro trabajo. Una vez que conocemos nuestro propósito sabemos que somos potencialidad pura.
4. Alégrese por el éxito de los demás y si son enemigos, mejor. Siempre tenga esperanza y confianza en que las cosas van a salir.
5. Aprenda de los “fracasos”, ya que en ellos reside la semilla del éxito. A esto se llama Retroalimentación.
6. Mis deseos e intenciones se dan, ya que mi psique está conectada con la psique cósmica, cuando mis objetivos son claros y precisos. El universo se encarga de los detalles.
7. Busquemos hacer feliz a los seres humanos con los que tengamos contacto.
8. El poder de la intención. Tomar una decisión inalterable, perseverar de un propósito bien definido y buscarla. El universo se encargará de los detalles, organiza y administra las oportunidades y uno tiene que estar alerta.
9. Acallar nuestro diálogo interno, alejarse de las definiciones, etiquetas, descripciones, interpretaciones, romper el acondicionamiento social.
10. Cuando ayuda a otros a ganar dinero, este le regresará con creces.
11. Aléjese de los pensamientos negativos y no estar cerca de personas negativas.
12. El Hecho de recibir es tan necesario como dar. El diezmo significa dar cierta porción de sus ingresos.
13. El dinero es para circular. Acumular y aferrarse al dinero ocasiona que éste se estanque.
14. Reunir a un grupo de personas con diversos talentos para trabajar juntos.
15. Hay que tener valores, sin ellos hay confusión y caos.

La riqueza material o el dinero son simplemente un medio para satisfacer nuestros deseos.

Es cuanto.

miércoles, 21 de abril de 2010

"Solo fueron cuatro meses Elo"


Tenía dudas, ¿me reconocería después de tanto tiempo de no verla? Es más, ¿estaría viva? A mi mente llegaban preguntas y claro todas ellas relacionadas con mi forma personal de ver las cosas. No podía imaginarme que los cuatro meses que habían pasado, para ella hubieran sido más de los que fueron, no lo sabía. Me imaginaba que al verla nuevamente estaría muy atento a su reacción, a su rostro, a su sonrisa o tal vez a su indiferencia. Eso me preocupaba, creo que más bien me entristecía. En fin, así es la vida en esto de los “olvidos”.

Llegue el martes como a eso de las 12:45, la hora feliz empezaba a las 13:00. La recepcionista me recibió como si el tiempo no hubiera pasado:

-Hola Luis Miguel, me dijo Javier que ibas a venir el jueves pasado.

-De Hecho no le aseguré nada, le dije que un día de estos vendría a visitarlos.

Tomó el teléfono y marcó a su habitación. Javier, aquí está Luis Miguel. Que pases, me dijo sonriendo.

Camine por el pasillo central, ese que fue testigo de nuestras despedidas con Elo, muy agarradita de mi brazo - como si quisiera poseerme para toda la vida - aunque esta fuera más corta de la que hubiéramos deseado. Me saludo el jardín con sus flores alegres. Los pájaros y cotorras seguían cantando como antes, y algunos de ellos hasta sé que me reconocieron trinando. El cuadro viejo estaba colgado donde siempre, era un Cristo viejo, que hacía juego con sus devotos. El piano, callado y esperando ser tocado con música de antaño. Y las miradas, esas miradas fantasmales, estaban ahí mendigando una caricia, una caricia… que jamás llegaría.

Apareció Javier y nos dimos un cálido abrazo. Cómo describirlo, un abrazo cercano, afectuoso, no precisamente un abrazo como si fuera de “padre a hijo”, más bien un abrazo de dos almas, sin edad que nos pusiera distantes. Hablamos de su accidente en el hombro, de su rápida recuperación, me mostró su álbum de fotos, me hablo de sus viajes…, y me sentí bien, no sólo con él, sino conmigo mismo, imaginándome que algún día lejano, alguien vendría a visitarme y tocara mi vejez con cariño.

Alistamos las cosas del convivio: papitas, quesitos, aceitunas, refrescos y claro, no podía faltar una buena botella de brandy. En la mesa los de siempre, El distinguido arquitecto en su inseparable silla de ruedas, Anita, la que habla con sus ojos tiernos, Alicia con su traje sastre y sus joyas antiguas, tomando el rompope con los hielos de siempre. Jóse con sus noventa años y su juventud a flor de piel. A mi izquierda un señor inválido, que no recuerdo su nombre, dejándose consentir con los cuidados cariñosos de Javier, todos juntos departiendo alegres nuestra hora feliz.

Y ¿Dónde estaba Elo? Claro, una parte de mi estaba atento con los de mi mesa, alzando la copa y brindando por los noventa años de Jóse, por los encuentros, por la vida, por muchas cosas más. Pero la otra buscaba ansiosa a Elo.

De pronto, a la distancia, ella apareció con su cuidadora del brazo, como cualquier martes. Venía distraída, encorvada como su cansado cuerpo le permitía, caminando lenta y pausadamente. Me pare, di dos pasos hacia ella, quedándome quieto, observándola. El tiempo y la vida se paralizaron, borrándose todo lo demás…, menos ella y yo. Elo alzó la vista y me vio, su sonrisa me reconoció de inmediato, su lentitud cambio por un rápido acercamiento que termino en un fuerte abrazo.

-No podía creerlo, me preguntaba si eras tú o alguien que se te parecía. ¡Muchacho que gusto de verte!, yo pensaba que ya no te iba a ver nunca, es que fueron…

-sólo cuatro meses Elo, la interrumpí. No, para mi fue toda una vida, me dijo sonriendo.

Mtro.Luis Miguel G.

martes, 13 de abril de 2010

Las Coincidencias


El otro día me hicieron un comentario sobre las Coincidencias. Fenómeno curioso que tiene que ver con la casualidad, con el azar, con el destino e inclusive con la “suerte”. ¿Alguna vez jugaron un jueguito que se llama “Submarino”? Consistía en una hoja cuadriculada con líneas horizontales y verticales. Las primeras se representaban con números y las segundas con letras. El chiste era hundir el mayor número de submarinos, especificándole al contrincante una intersección, por ejemplo, 7C, y si ahí se encontraba el submarino, este se consideraba destruido.

Pues esto de las intersecciones, creo yo, es parte de la vida misma. Es como si avanzáramos por una calle y en otra perpendicular caminara, hacia el mismo sentido, otra persona. Es “posible” que el encuentro se de en una esquina. ¿Por qué hablo de una posibilidad? Efectivamente el fenómeno de la coincidencia se va a dar, pero no necesariamente el encuentro. La primera condición será contar con una percepción suficiente para darnos cuenta, ya que sin ésta, el evento puede pasar desapercibido. De alguna manera debemos estar preparados para la coincidencia, dándose la formula:

Oportunidad + Preparación = Buena Suerte

Imagínense que vamos muy distraídos, pensando en no sé que cosas, como suele suceder en esta gran ciudad, no sólo no nos vamos a dar cuenta de “ese” evento que tenía que ver con nosotros, sino no nos damos cuenta de nada, inclusive del camión que viene a toda velocidad y nos puede atropellar. Aquello en lo que pones tu atención se llena de energía. La atención activa el campo de energía y la intención activa el campo de información. Prestando atención a las coincidencias te ayudará a aclarar su significado. Cuando surja una coincidencia, no la ignores. Pregúntate ¿Por qué sucedió esto?

La intención es el pensamiento de hacer ciertas cosas para sentirnos felices y realizados. Cuando pensamos en algo, lo atraemos, “lo decretamos”, me voy a caer y zas se cae uno, no voy a poder hacer tal o cual cosa y sucede,


En una película que no recuerdo su nombre, hay una serie de hechos que suceden para que un accidente se de. Por una calle va un taxi que tiene un recorrido equis, por otro lado se trata de una persona que sale de sus practicas de baile. Es importante ver los tiempos que tarda en hacer algunas cosas, comprar su periódico, hasta cuando se amarra las agujetas, en fin, todo para que se de la coincidencia y se produzca el accidente.

Entonces aparecen los “hubieras”, que hubiera pasado si se tarda más comprando el periódico, o si no se le hubiera desamarrado la agujeta, pero creo que esos “hubieras” no existen, las cosas pasan porque “tienen” que pasar, no como una fatalidad sino como una atracción. ¿Han oído hablar de la Ley de la Atracción? De alguna manera las cosas que nos suceden son atraídas por nosotros. Si nos va mal en la vida, tenemos que revisar que estamos haciendo para que nos vaya mal, lo mismo cuando nos va bien, algo hacemos para ello.

Y esta Ley de la Atracción tiene que ver con que somos seres de energía, atraemos energías negativas o positivas según nuestra carga personal. Otra ley que tiene que ver con las coincidencias es la Ley de Causa y Efecto. Si hacemos equis cosa es muy probable que nos suceda esto.

Nosotros de alguna manera hacemos nuestro camino, como dice la canción de Serrat, pero en ese camino suceden cosas (Coincidencias) que van a terminar dando respuesta a nuestra búsqueda tanto inconsciente como consciente.

Entonces no existe un destino como tal, como dice el refrán: “El que nació para maceta, del corredor no pasa”. Claro que las condiciones originales van a pesar y mucho, el esfuerzo por llegar a ser mejor y diferente es mayúsculo, pero si se puede cambiar. Vean a Don Benito Juárez, que de indio llego a ser presidente de la republica.

El trabajo es tuyo, pero las coincidencias ayudan, no estamos solos.

Es cuanto

jueves, 8 de abril de 2010

"Vaso vacío o lleno"


Hoy les quiero hablar de un tema que titularé: “El Proceso del Manejo de los Vacíos” o que también pudiera ser de los “Llenos”. Lo que quiero decir, es que podemos hablar, por ejemplo de un vaso vacío o un vaso lleno. Pero ese vaso no es para líquidos, sino para mostrar diferentes niveles de necesidad del otro. Cuando el vaso está vacío es que necesitamos mucho del otro y cuando está lleno, es que estamos llenos del otro.

Es como por ejemplo esa frase que dice: “Un vaso medio vacío o medio lleno”. Estamos hablando de cómo vemos la vida, y qué Actitud tenemos ante ella. El vaso al que yo me referiré nos habla de la necesidad que tenemos de una persona, de cómo la extrañamos cuando no la vemos y cómo podemos estar hartos de ella o de él, cuando pasamos “demasiado” tiempo juntos.

Pero cada quién contamos con un tiempo muy personal de llenar o vaciar ese vaso. Voy a ejemplificarlo con una relación de novios adolescentes. Cada quién tiene una necesidad diferente de estar con el otro, pero en este caso, es posible que ambos mantengan similares tiempos y necesidades. Se hablan por teléfono para ver cómo amanecieron, se ven en un punto para irse juntos a la escuela, en cada descanso o recreo están juntos. A la salida nuevamente se van juntos, y es probable que hagan la tarea en la casa de ella y sólo hasta que la “suegrita” lo corra porque ya es muy tarde, el novio estará ahí. Pero al llegar a su casa, el novio le llamará por teléfono diciéndole que la “extraña”. Se pasaran horas hablando de tonterías, hasta que muy entrada la madrugada, los “tortolitos” se despedirán, con un interminable “hasta mañana mi amor”. Y así, hasta que el “tiempo del enamoramiento” termine y empiece a cambiarlos.

El éxito o el fracaso de una relación, es que de alguna manera, ambos mantengan similares tiempos de llenar o vaciar sus vasos, o que les quede claro esta diferencia y la toleren. Claro que esto no es simplemente un “querer hacerlo”, no, es algo, llamémoslo “Químico”. Es como por ejemplo decir: “En esta relación sí hay química, y en otra no la hay”.

A diferencia de los “noviecitos” existen relaciones con diferentes tiempos. Por ejemplo una pareja adulta, muy rutinaria, que se ven todos los sábado para comer y hacer el amor y como a las 8 de la noche él se va a su casa y el encuentro termina. Ambos vasos quedan llenos. Pero el vaso de él se vacía más lento que el de ella, o sea que ella lo va a necesitar antes que él. Si ella lo llamara por ejemplo, el Domingo, es probable que él no le conteste, porque todavía esta cargado de ella en un noventa y tantos por ciento y todavía no siente la necesidad de estar con ella, en ese caso tendría que pasar una semana.

¿Si me explico? Una cosa es quererse y otra necesitarse y extrañarse. Esto no quiere decir que ella lo quiera más, sino que sus tiempos de necesitarse y de volverse a ver son distintos. Al estar la pareja juntos, ambos vasos se llenan. Están llenos del otro, cada uno tiene su tiempo de vaciarse, de volverse a necesitar. Estarán pensando, y qué con las parejas que viven juntos y hasta trabajan juntos. Pues… ¿qué quieren que les diga? Ni modo, se amuelan. No, ya en serio, cada persona nos llena de diferente manera. Nadie nos puede dar “todo” lo que necesitamos. Una nos dará más amor que otra. Otra más paz, más diversión y entretenimiento, más placer.

O sea que no es sano hablar de una relación “muégano” Pegados todo el tiempo, juntos para todo. Es necesario también buscar nuestro “propio espacio”. Respetar nuestra individualidad y la del otro. Nadie puede pertenecernos, las personas no somos objetos de propiedad, estamos hechos para compartir, no para usarnos.

Cada vez vemos más parejas adultas durmiendo en camas separadas, cuartos separados, casas separadas. Hoy en día aumenta el número de divorcios. Esta situación del compartir con la pareja no es fácil. Imagínense decirle a la esposa: “…como todavía sigo muy lleno de ti, nos vemos hasta mañana”. Hay que aprender a convivir con la pareja, saber sus diferencias por género y darse cuenta de este vaciado y llenado de sus vasos.

Otros ejemplos pueden ser cuando tenemos mucha sed, el vaso que nos la va a quitar en mayor proporción será el primero, el segundo bajará, así hasta llegar a uno, que no sólo no nos cause placer, sino nos deje una sensación de desagrado. Esto nos lleva a buscar relaciones de calidad, en donde verdaderamente necesitemos a esa persona porque nuestro nivel está alto y el de ella también. No quiero decir con esto que la primera esposa es de calidad y las demás no, sino que es importante buscar nuestros momentos de calidad en ambos.

Pareciera ser que las parejas necesitamos ser iguales, o por lo menos parecidos para que funcionemos cordialmente. Ellas nos reclaman porque nos dicen más veces que nos aman y nosotros a veces, o casi siempre, utilizamos otros mecanismos para decir nuestras querencias. Otro ejemplo es cuando buscamos, en las relaciones sexuales, que nuestros orgasmos sean al mismo tiempo. No tiene que ser así, es más saludable el compartir nuestras diferencias y con ello enriquecemos la relación.

Observamos que es más fácil ser animal que ser humano, porque ellos traen un “chip” integrado a su conducta y forma de ser, hacen lo que tienen que hacer, nunca verán a un chimpancé creerse jirafa, por ejemplo, ni tampoco acudirán al psicólogo para resolver su situación. En cambio nosotros, a pesar de que también poseemos algún tipo de “chip”, somos extremadamente complicados, o más bien, nos hacemos más complicados.


Yo creo que a los seres humanos nos hace mucha falta contar con una guía, con una orientación o preparación para enfrentar nuestras diferentes etapas en la vida. Creemos que las cosas se dan en automático, que las vamos aprendiendo sobre la marcha, al “ahí se va”. No, los resultados serían muy diferentes si la gente estuviera más preparada, porque esta preparación nos da conciencia.

En fin, como ustedes ven, esto del vaso vacío o lleno es un tema interesante que nos puede ayudar en nuestra relación a comprender nuestras diferencias, por hoy es todo, hasta la próxima.