Quiero regalarte un beso que borre lo seco de tus labios y mantenga la frescura de tu boca enamorada.
Quiero darte mi permanencia ahora; mañana quizá, vuele como gaviota sobre las olas de tu olvido.
Quiero acompañar tu monólogo aburrido y convertirlo en tardes de risa y sol.
Quiero sólo hoy, darte un brazo fuerte, para que te apoyes en mí, porque quizá el de mañana, ese, ya no estará ahí.
Quiero que juntos caminemos descalzos por la playa, y que cuando queramos, nos acostemos con el sol.
Y una tarde de mar, contemplemos el ocaso hasta su muerte y ya a oscuras, brillemos con las estrellas.
Quiero hacer realidad mi sueño.
Quiero encarnar tu aroma inventado.
Quiero despertar un día y encontrar tu dormida ternura cerca de mí.
Quiero regalarte mi fortaleza de hoy y con ella hacer una muralla que cubra nuestro amor.
Quiero regalarte mi camino andado, y con él, sonreírle a la vida.
Quiero ser tu pareja y de testigo: Dios como intruso. Y que juntos los tres, juguemos a que los días son noches, que las noches son estrellas, que las estrellas son cantos, que los cantos son sueños y que los sueños son realidad.
Quiero prometerte mi hoy; mi para siempre, ha muerto en el camino de las promesas. Mi hoy, es tuyo. Mi mañana es hermano de mi historia muerta también un día.
Quiero quererte toda tú.
Amarte un instante en la inmensidad del océano.
Y detener el tiempo, para tener de testigo a la vida.
De invitados: el viento suave y fresco, el calor en la piel abandonada, la espada que protege tu camino, el agua que te de frescura y vida, el bebe que recuerde tu inocencia; en fin, tú y yo solos, tu y yo juntos.
Laberinto
Hace 4 años
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