viernes, 9 de enero de 2009

El Diván


Hace días un buen amigo me contó que fue a ver a un psicoterapeuta y ésta fue la historia:

-Hola doctor, buenas tardes.
-Que tal, Sr. González, pase usted. Tome asiento en el diván.
Y dígame, ¿En qué puedo servirlo?

-Pues mire doctor dentro de siete días es mi cumpleaños y me he estado sintiendo triste, decepcionado, desubicado, perdido… vacío. Volteo atrás y veo un pasado desordenado, caótico. En mi búsqueda interna, no le encuentro sentido a esa forma tan atropellada de mis experiencias. Tengo que ordenar mis pensamientos para saber que sigue. Para encontrar la forma de hallar rumbo.

-¿Y desde cuando se ha sentido así?
Desde… que tenía como… diecisiete años, creo que desde que iba en la prepa. Aunque esta situación en especial se ha dado desde mi divorcio. Antes en mi adolescencia me sentía muy solo. Ahora en mi adultez me siento…como fracasado.

-Dígame, Sr. González, pero, ¿le puedo hablar de tú?
-Sí claro, no hay problema.
-Dime Felipe, ¿Qué es sentirse fracasado?
-No sé, no tener una posición acomodada, estabilidad. Veo a algunos de mis amigos con éxito y me comparo con ellos.

-Pero, me estas hablando de tener, te pregunte cómo sientes tu fracaso.
-Mmm… me siento que todo lo que he hecho en mi vida, no ha sido muy satisfactorio.
-¿Te sientes insatisfecho? Pero ¿en todo?
-Bueno, no en todo. Hay cosas muy padres.

-Cuéntame de esas cosas padres
-Cuando adolescente dude de la elección de una carrera. Intente fugazmente con la Ingeniería. Incursioné en la Contabilidad y posteriormente en la Mercadotecnia. Y luego, se atravesó en mi vida los aspectos humanistas, la Psicología.

-Y cuando estabas estudiando esto, ¿Qué sentiste?
-Me encantó, sentí que eso era mi profesión. Que para eso había nacido.
-¿Y?
-Pero, mi vida estaba hecha un camote. Mis responsabilidades familiares no me dejaban desarrollarme. Me dedicaba al comercio, actividad que no me gustaba. Era como caminar sin saber el rumbo, a ciegas. Fue hasta volverme a sentir solo, cuando la reflexión entro en mi cabeza.

-Entonces, hoy, ¿tienes más claro a lo que te gustaría dedicarte?
-Sí, Me encantan las relaciones humanas, me siento muy a gusto ayudando a los demás en sus conflictos, estar cercano a sus emociones. Me siento muy satisfecho compartiendo mis conocimientos y experiencias.

-¿Existe algún impedimento, como cuando tenían que trabajar en las ventas, para que hoy, esto no se lleve a cabo?

-No

-Entonces, Felipe, ¿Qué te hace falta?

-Saber cómo hacerlo.

¿Podrías acercarte a quién sí sabe, y preguntarle?...

Por hoy, Felipe se termino la sesión, te espero dentro de ocho días.

Gracias doctor, buenas noches.

No hay comentarios: