El Templo Mayor me resultó impresionante. Era el centro donde confluían los aspectos políticos, religiosos y económicos de los mexicas de Tenochtitlán. El recinto del Templo Mayor tenía 250 mil m2 y de él salían las tres calzadas principales: La de Ixtapalapa que iba al Sur, La de Tacuba que iba al Oeste y la de Tepeyac que dirigía al Norte. El Templo Mayor era un templo doble, dedicado uno al culto de Tláloc, dios de la lluvia, y el otro a Huitzilopochtli, dios de la guerra. En el se hizo el hallazgo de un disco pétreo con relieve de Coyotxauhqui, diosa de la luna, que germinó el deseo de comenzar las excavaciones del templo. La zona arqueológica fue descubierta el 21 de Febrero de 1978 por un trabajador de la Compañía de Luz.
El cielo negreaba una amenaza de lluvia y tuve que interrumpir mi visita al templo. Encaminando mis pasos por el Zócalo, observé a los hombres desempleados sentados en la barda a un costado de la Catedral. La Catedral Metropolitana es el mayor templo católico de América y cuenta con aproximadamente 60 metros de alto, curiosamente igual a la del Templo Mayor. Tiene cinco naves y diez y seis capillas laterales. Donde se construyó, en tiempos de Tenochtitlán, había un pequeño templo dedicado a Xipe o a Quetzalcóatl. La primera Catedral se construyó tres años después de la Conquista, pero resultó ser insuficiente y en 1571 se colocó la primera piedra de la actual Catedral. En 1793 el Arquitecto Valenciano Manuel Tolsa finalizó las obras de construcción que concluyeron en 1813.
Al frente de cada “trabajador” desempleado había unos pequeños carteles con las diferentes especialidades: Plomería, Albañilería, “Se pintan casas, exterior e interior”, otros más de electricidad; en fin, los trabajos de siempre. Pero… al final se encontraba un anciano con un letrero que decía: “Se alquila un Abuelo”.
¿A qué se referirá con eso de que… “Se alquila un abuelo”? Pensé, y acercándome al viejo, le pregunté: Perdone buen hombre ¿cuál es su especialidad? Y con una sonrisa longeva me contestó: entre otras cosas, invento historias para nietos y se las cuento.
Pero, ¿Por qué historias para nietos, qué no es lo mismo cuentos para niños? No, me contesta, no soy un simple “Cuenta Cuentos”. Soy un abuelo desempleado, por eso estoy aquí.
Hijole, se me hace que este viejito esta requete loco, pensé nuevamente para mis adentros. Pero insistí preguntándole. Y ¿por qué dice que es un abuelo desempleado?
Es una historia muy larga, pero como la lluvia no tarda, otro día le contaré. Guardó sus cosas y con paso lento se perdió en la distancia…
Me quedé… pensativo, intrigado como en un impasse momentáneo hasta que las enormes gotas me devolvieron a la realidad y corrí para guarecerme de la tormenta.
Ya en casa, no podía dejar de pensar en el anciano, en su letrero, en su quebradizo rostro, en su sonrisa inocente y buena, pero finalmente el cansancio gano mi sueño.
Al día siguiente por la tarde, regrese al sitio en donde se encontraban los hombres desempleados, pero… con tristeza observe que el viejo no estaba con ellos. Como de costumbre, me dije a mi mismo: ojalá que no vaya a ser la de malas y el viejecito ya se haya muerto.
Mi vida continuó en la rutina, y pasaron muchas semanas más…
No se crean que aquí acabo el post, continuará.
El cielo negreaba una amenaza de lluvia y tuve que interrumpir mi visita al templo. Encaminando mis pasos por el Zócalo, observé a los hombres desempleados sentados en la barda a un costado de la Catedral. La Catedral Metropolitana es el mayor templo católico de América y cuenta con aproximadamente 60 metros de alto, curiosamente igual a la del Templo Mayor. Tiene cinco naves y diez y seis capillas laterales. Donde se construyó, en tiempos de Tenochtitlán, había un pequeño templo dedicado a Xipe o a Quetzalcóatl. La primera Catedral se construyó tres años después de la Conquista, pero resultó ser insuficiente y en 1571 se colocó la primera piedra de la actual Catedral. En 1793 el Arquitecto Valenciano Manuel Tolsa finalizó las obras de construcción que concluyeron en 1813.
Al frente de cada “trabajador” desempleado había unos pequeños carteles con las diferentes especialidades: Plomería, Albañilería, “Se pintan casas, exterior e interior”, otros más de electricidad; en fin, los trabajos de siempre. Pero… al final se encontraba un anciano con un letrero que decía: “Se alquila un Abuelo”.
¿A qué se referirá con eso de que… “Se alquila un abuelo”? Pensé, y acercándome al viejo, le pregunté: Perdone buen hombre ¿cuál es su especialidad? Y con una sonrisa longeva me contestó: entre otras cosas, invento historias para nietos y se las cuento.
Pero, ¿Por qué historias para nietos, qué no es lo mismo cuentos para niños? No, me contesta, no soy un simple “Cuenta Cuentos”. Soy un abuelo desempleado, por eso estoy aquí.
Hijole, se me hace que este viejito esta requete loco, pensé nuevamente para mis adentros. Pero insistí preguntándole. Y ¿por qué dice que es un abuelo desempleado?
Es una historia muy larga, pero como la lluvia no tarda, otro día le contaré. Guardó sus cosas y con paso lento se perdió en la distancia…
Me quedé… pensativo, intrigado como en un impasse momentáneo hasta que las enormes gotas me devolvieron a la realidad y corrí para guarecerme de la tormenta.
Ya en casa, no podía dejar de pensar en el anciano, en su letrero, en su quebradizo rostro, en su sonrisa inocente y buena, pero finalmente el cansancio gano mi sueño.
Al día siguiente por la tarde, regrese al sitio en donde se encontraban los hombres desempleados, pero… con tristeza observe que el viejo no estaba con ellos. Como de costumbre, me dije a mi mismo: ojalá que no vaya a ser la de malas y el viejecito ya se haya muerto.
Mi vida continuó en la rutina, y pasaron muchas semanas más…
No se crean que aquí acabo el post, continuará.
6 comentarios:
Me gusta. Invariablemente los viejos traen aparejada una buena dosis de tristeza, o de nostalgia, o de soledad y mucho de cariño no correspondido, por eso muchas veces un abuelo les queda grande a sus nietos.
Ah, pero ya no será el blog de Rusty ¿Verdad?
Caray, esos nietos y sus recortes de personal.
Y como el abuelo era empleado de confianza, seguro ni le tocó liquidación.
Ni modo, así funcionan las macroeconomías.
Maestro Silvestre:Más que quedarles grande a los nietos, es a los papás, porque ellos fomentan ó no la relación.
Maestro Ninja, especialista en Macroeconomía:Tu siempre pones la sal en la mesa con tu especial sentido del humor. Felicidades.
Whatever that means abuelo, tienes razón hay los dos casos: a veces los papás castran la relación y a veces los nietos quedan chicos. Aunque he conocido a abuelos que no merecen el título. Ya vendrán los tuyos.
Como dice John Shea: Todas las historias son verdaderas ~ algunas sucedieron en realidad. (All stories are true ~ some of them actually happened)
Me gusta la nueva identidad.
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