El Güero sabía que era lunes. Desde su cómoda cama en su sencilla casa de cartón, me aventaba una mirada de bienvenida indolente. Era el gato-perro de Olga. Gato por su actitud, perro por sus sentimientos.
Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, y creo que en parte es cierto. La verdad no sé quién más se parece a quién. Si nuestras mascotas se van pareciendo a nosotros los humanos o nosotros nos vamos pareciendo a ellas. Que importa si aceptamos ese parecido.
Que combinación tan interesante la de gato-perro. Imagínense a un gato común: independiente, posesivo, seguro de sí mismo, astuto, valemadrista, ateo, inteligente, eróticamente agresivo y sexualmente desinhibido, en pocas palabras un gato común y corriente.
A esas características añadiremos las del perro: leal, amigo fiel, amoroso incondicional, valiente, humilde, soñador, obediente, entregado, eterno compañero y muchas otras más.
Ahora, ambas las colocamos en una batidora y ¿qué tenemos?
A una Olga mujer independiente, segura de sí misma, inteligente, sensible, madura, espontánea, alegre, amante de la cocina, romántica, sabedora del buen vivir y otras más que aún no descubro.
Son el Güero y Olga los anfitriones de los lunes. El deleite gastronómico de algo más que un caldito de pollo. El disfrute enológico de algo más que un agua de limón con cáscara completa. El resonar melódico de algo más que Serrat y Sabina. El toque picante de algo más que unos chiles Herdez. Y ese “algo Más” es lo que le da sabor a nuestros encuentros de los lunes.
Gracias lunes, gracias Güero, gracias Olga.
Luis Miguel
Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, y creo que en parte es cierto. La verdad no sé quién más se parece a quién. Si nuestras mascotas se van pareciendo a nosotros los humanos o nosotros nos vamos pareciendo a ellas. Que importa si aceptamos ese parecido.
Que combinación tan interesante la de gato-perro. Imagínense a un gato común: independiente, posesivo, seguro de sí mismo, astuto, valemadrista, ateo, inteligente, eróticamente agresivo y sexualmente desinhibido, en pocas palabras un gato común y corriente.
A esas características añadiremos las del perro: leal, amigo fiel, amoroso incondicional, valiente, humilde, soñador, obediente, entregado, eterno compañero y muchas otras más.
Ahora, ambas las colocamos en una batidora y ¿qué tenemos?
A una Olga mujer independiente, segura de sí misma, inteligente, sensible, madura, espontánea, alegre, amante de la cocina, romántica, sabedora del buen vivir y otras más que aún no descubro.
Son el Güero y Olga los anfitriones de los lunes. El deleite gastronómico de algo más que un caldito de pollo. El disfrute enológico de algo más que un agua de limón con cáscara completa. El resonar melódico de algo más que Serrat y Sabina. El toque picante de algo más que unos chiles Herdez. Y ese “algo Más” es lo que le da sabor a nuestros encuentros de los lunes.
Gracias lunes, gracias Güero, gracias Olga.
Luis Miguel
3 comentarios:
Yo creo que ahora, por lo que cuentas, Sylvia se parece más al Perro Aguayo después de tres caidas sin límite de tiempo, que al güero.¡Saludos a Sylvia y esperamos que se reponga pronto!
Ahora si me hiciste reír
Hmmm . . . suena bonito ese "algo mas" de los lunes . . .
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