miércoles, 7 de diciembre de 2011

La longevidad hecha cariño




Mí querida Concha:

Como tu bien dices, 90 años son muchos años, y parece que estás rompiendo el record Guiness en tu familia. No te creas, la longevidad de muchas tías a mi también me asusta un poco, porque parece ser que es hereditario y contagioso. Pero no importa tanto cuántos años tenemos, sino con que CALIDAD los vivimos. Por supuesto que tener 90 años implica padecer achaques; que las rodillas duelen, que ya no oímos bien, que caminamos “patarata”, como tu dices, que cuando nos caemos, lo hacemos como tabla, sin poder meter ni siquiera las manos, que ya se nos olvida todo y en fin una lista muy larga de desperfectos, PERO… no sólo hay que ver lo malo, más bien hay que ver la vida con una actitud positiva. En tu caso, gracias a Dios son muchas las cosas buenas que tienes, por lo que te invito a revisar los 10 valores, que creo son los más importantes en tu vida:

1. EL AMOR
Tienes mucha gente que te quiere - hoy es una muestra de ello -, que no te sienten una carga, como tú muchas veces lo has expresado. Efectivamente en las familias se dan vínculos afectivos entre sus miembros, pero tú te has ganado un lugar muy especial. No puedo hablar por los demás, eso que te lo digan ellos y ellas, pero yo he aprendido a quererte, a necesitarte, a gozar contigo, no sólo los “Juevebes” sino todos los días.

2. EL DINERO
Tienes ingresos que te permiten vivir dignamente y eso hay que agradecerlo. Conozco mucha gente que vive con pensiones de miseria e inclusive tienen la necesidad de seguir trabajando para completar lo de su gasto. También es una ventaja ya no trabajar y dedicar tu tiempo a lo que te plazca: leer el periódico para estar enterada de la vida nacional, leer buenos libros, que a ti que tanto te gusta, ver la televisión, ir a misa, salir a comer, rascarte la barriga, en fin, a veces hasta no hacer nada, también se vale.

3. LA SALUD
A pesar de todo, tienes salud. Tú has conocido amigas y parientes que desgraciadamente han tenido enfermedades graves y terminales y no la pasaron nada bien. La salud es un gran valor que hay que agradecer y gozar. Puedes comer de todo, aunque sea poquito como tú acostumbras, pero de todo. Ves bien. No perdonas tus margaritas, (dos con mucho hielo), y tus cubitas de vez en cuando. Te encantan los postres y las galletas. Todavía puedes moverte sola, y eso te da cierta independencia. Tienes tus visitas al médico, aunque siempre te receten lo mismo y te digan que tu mal es “la bola”.

4. EL HUMOR
Si algo me encanta de ti, es tu sentido del humor. Tienes frases que van a pasar a la historia, como éstas:

“No cabe duda, los viejos nos hacemos cada vez… más pendejos”,
“En verdad estoy muy preocupada, se me está acabando la ropa y…no me muero”,
“Que se cree Dios, ya me dejó de muestra”.
A veces, cuando nos despedimos me dices:
¡Hay nos vemos…las nalgas cuando nos bañemos!
No cabe duda, el humor te hace más sabia cada día y eso yo lo festejo mucho.

5. EL HOGAR
Tú casa en la Escandón. Un rincón que huele a historias. Las fotos colgadas del tendedero, y los cuadros de los parientes añejos en la pared, como si nos miraran silenciosos. Todavía quedan vestigios de la Maye, en sus calcetines de navidad, en sus casitas, en sus adornos del librero, en sus perros de Colima frente a la chimenea, en el olor de sus recetas que todavía hace doña Estela. Contar con una casa propia es un gran logro. Tener esas “cuatro paredes” que nos arropan con amor, que nos esperan incondicionalmente siempre, es una bendición.

6. HISTORIAS QUE CONTAR
Tienes muchos recuerdos que nos compartes en tus historias; La Colima de tu niñez, tus papás (nuestros abuelos), tu hermano Andrés y la fabrica de cintas, tus novios, tu primer trabajo en la línea aérea, tu venida a México, tus miedos y temores y muchas anécdotas más; que como dice mi hermano Andrés, es necesario conocer nuestras raíces para conformar nuestra identidad.




7. LOS JUEVEBES
¿Por qué lo llamo, los Juevebes? Hace muchos años viví en el Estado de Guerrero, en donde es costumbre, los jueves, comer pozole y beber Mezcal. Acá con Concha ni comemos pozole ni bebemos mezcal pero nos juntamos los jueves a comer y a beber. Se ha hecho una tradición familiar, una hermosa costumbre que desde hace mucho tiempo los jueves son de y para la tía Concha.

8. DOÑA ESTELA
Siempre andas diciendo que ojala no se muera primero una parienta tuya porque entonces Doña Estela dejaría de ir contigo. Esperemos que esto no suceda y de cualquier forma, te garantizo que nunca te quedarás sola. Ella ha sido para ti tu acompañante, tu apoyo, tu cocinera (que por cierto lo hace muy rico), tu bastón; y hablando de este tema, recuerdo una bella película llamada “El chofer de la señora Daisy con Morgan Freeman y Jessica Tandy, que te obsequio en este momento.

9. DIOS
Tienes a Dios en tu vida, que te acompaña y que te cuida. Yo sé que no eres fanática de la religión pero con los años uno va necesitando asirse a lo sobrenatural.

10. ME TIENES A MI
Con los años he aprendido a quererte, a gozarte y creo yo hasta necesitarte. Por alguna razón me he dedicado a estar con las personas de la 3ra. Edad y tu has significado un ejemplo para mis alumnas;…Que mi tía Concha tal cosa,…Que mi tía Concha dijo esto, es más, ya todas te conocen aunque sea de oídas. Te repito, siempre dices que te sientes una carga para los demás, pero esto no es cierto. DEJATE QUERER, APAPACHAR, eres parte importante de la familia, eres parte importante de mi vida. Hoy no podría estar en ninguna parte más que aquí, festejando contigo tus 90tas.

GRACIAS CONCHA POR SER QUIEN ERES

Tu sobrino que te quiere

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