martes, 6 de mayo de 2008

Próximo día de las Madres


Mi primer soplo de vida se fue formando cuando mi alma tomo posesión nuevamente de un cuerpo. Ahora tocaba el turno a un cuerpo masculino que tendría por nombre Luis Miguel.

Días más, días menos, estaríamos hablando alrededor de la segunda quincena de Abril de 1952. Y la vida me acogería en el seno placentero de mi madre María Teresa. Mi primer “hogar” natural que protegía mi desarrollo.

Quietud, silencio, aceptación, amor, buena cepa, arrullo materno, seguridad y confianza, fueron algunas de mis primeras sensaciones inconscientes de mis primeros 9 meses.

Etapa de gestación que imprime los primeros sellos de personalidad, que en mi caso, fueron inmejorables. Por eso, gracias madre por permitir desarrollarme en ti.

El 16 de Enero del 53 y derivado de las condiciones de excelencia, nací con una sonrisa que me acompañaría por el resto de mi vida. No es que yo la recuerde de cierto, sino que en las fotografías de mi infancia aparece como un sello distintivo.

Y transcurrió una niñez feliz, despreocupada, haciendo lo que sólo un niño debe hacer: descubrirse, conocer el mundo, jugar aprendiendo y aprendiendo a jugar. Por eso, gracias madre por regalarme esa sonrisa.

Y seguiría una adolescencia intensa, llena de dudas, inquietudes y sin sabores. Una adolescencia inconforme y rebelde, sello muy personal que me daría libertad e impulso de búsqueda de la “verdad”. Una época atrevida, desordenada, vital y totalmente inconsciente. Por eso, gracias madre por aguantar mis locuras y rebeldías.

Más adelante, una juventud y madurez sensatamente llevadera, que sería plataforma y cimientos del sentir de mi vida. Una época de correcciones y ganancias, que me permite convivir con el amor de mis nietos. Y mejorar con creses, la condición de padre a abuelo. Por eso, gracias madre por enseñarme la unión de la familia.

Y un continuar acercándome al gusto por la vida. A saborear y degustar lo que bien vale la pena. Una hermosa compañía y disfrute del momento, un seguir aprendiendo. Una consciencia plena de las emociones y sentidos, así como de los valores y creencias. Por eso, y por mucho más, gracias madre por permitir acompañarte en tu último sendero.


Luis Miguel

2 comentarios:

silvestre dijo...

Oye Rusty

Me temo que tienes que cambiar algunos párrafos de tu excelente texto, porque eres adoptado. Acuérdate que naciste en el fuerte de madre india y el sargento O'hara. Tu primera mascota fue Rin tin tin, luego ya llegaste a México y te adoptaron Maria Teresa y Andrés.

Miguel Matus dijo...

Déjame siquiera imaginarme hijo de Tere y fantasear el hubiera querido que así fuera...