jueves, 10 de mayo de 2012

Feliz Día de las Madres

Generalmente no me acomodo a lo tradicional, a lo que toda la gente hace por costumbre, moda, simplemente porque sí, porque todo mundo lo hace, por ignorancia, etc. En este caso me refiero a los festejos como hoy: 10 de Mayo DÍA DE LAS MADRES.

Más allá de lo comercial, haré una reflexión acerca de lo que para mi (varón) es ser madre. Yo sé que en alguna de mis reencarnaciones he sido madre, de momento no lo recuerdo, solamente lo imagino con el poder de mi memoria cósmica. La palabra Madre es una de las más usadas en nuestro vocabulario; chinga tu madre (molesta a tu mamá), estoy hasta la madre (desesperación), puta madre que horror (exclamación exagerada), está de poca madre (está padrísima), ¡madre mía! (susto, sorpresa), la madre tierra, no tienes madre (carencia), etc.

Madre es el femenino de padre, y vamos a definir algunas características femeninas que hacen que las madres, sean madres. Imaginemos una tontería: ¡que los hombres fueran madres! -Por carecer los hombres de lo femenino (sin tomar en cuenta el Ánima de Jung) esto sería un verdadero desmadre – O sea, que la palabra MADRE va junto con la palabra FEMENINO.

Algunas características de lo femenino son:

-Emocionalidad.

-Actividad intensa.

-Tiende a la unión.

-Cuidan más de la salud.

-Mayor longevidad.

Volvamos a imaginar a un hombre-mamá sin las características descritas arriba: Escenas de un día normal de familia con hombre-mamá y sus hijos.

Emocionalidad

“La hija adolescente le pregunta a su mamá-hombre

- Oye mamá, por que los hombres no sacan sus emociones, siempre le pregunto a mi novio que si me quiere, porque nunca me lo dice.

- Ay hija, yo creo que si te quiere, desde el momento que anda contigo.

Actividad Intensa

Son las 11 de la noche y mamá-hombre dijo que se iba a ir a dormir, ¿tú sabes si ya lo hizo?

- Claro, desde las 10:30 está roncando.

Tiende a la Unión

Oye Lalo, ¿no sabes si va a ver comida este sábado con la familia?

- ¡Sabe!

Cuidan más de la salud

¿Ya fuiste al doctor, eso se te va a infectar?

- Que exagerada, eso se quita solito, además me chocan las inyecciones.

Mayor Longevidad

Las mujeres tienen un promedio de vida mayor que el de los hombres en casi 6 o 7 años, esto demuestra que es el sexo fuerte.

La raza humana esta en peligro de extinción porque en parte se ha incrementado la preferencia de las mujeres de no ejercer su maternidad. Prefieren desarrollar una carrera profesional y laboral que verse en la fastidiosa necesidad de ser amas de casa, dedicadas a la crianza de los hijos. Claro que la responsabilidad no es sólo de la mujer, sino de la sociedad en general que ha cambiado los usos y costumbres hasta de la misma naturaleza.

Ya en los parque la gente pasea perritos y no carreolas, el índice de nacimientos ha disminuido drásticamente; en los años setenta se tenían en México un promedio de 7 hijos por familia, ahora tan sólo 2, esto nos dice que se mueren más mexicanos de los que nacen.

Podemos hablar o escribir de las madres extraordinarias ó de los extremos, que gracias a ellas los psicólogos tienen chamba. Pero también hablemos hoy en especial de esas mujeres que no pudieron ser madres por alguna razón. Que biológica o psicológicamente están impedidas, a ellas mi comprensión y cariño. Ser madre o padre no sólo es el poder engendrar un ser, es responsabilizarse amorosamente de sus hijos, acompañarlos en sus aventuras, buenas o malas, compartirles su experiencia, saber de sus actividades, tomarlos de la mano en su camino y respetarlos en sus propias decisiones.

Todos tenemos madre (bueno algunos no); todos tenemos ese origen femenino que nos dio mucho de lo que somos. La raza humana necesita de la madre por lo menos en los primeros 12 años para sobrevivir, física y psicológicamente. Sin ella moriríamos o no alcanzaríamos un desarrollo equilibrado. Por eso y más, gracias a esas madres que han sabido serlo.

Por todo lo anterior, hoy, Día de las Madres, invito a todos a no salir corriendo a Liverpool a comprarles algo a sus mamás sin antes darle un abrazo diciéndoles que las quieres, perdonando esos errores que no fueron intencionales, reflexionando sobre los temas que hoy trate. Felicidades Mamás.

domingo, 6 de mayo de 2012

Recorrido nocturno en trajinera



La cita era a las 8 de la noche en el embarcadero de Cuemanco, la trajinera de nombre Ana María estaba lista, así como también el vino y las velas. Yo nunca había ido a Xochimilco por la noche y se antojaba una travesía diferente.

Al llegar al embarcadero se escuchaban gritos de jóvenes, que hoy en día acostumbran armar sus fiestas en trajineras con harto alcohol y algarabía. Pero eso no impedía nuestra inusual cita que comenzaría cuando la noche estuviera lista para el recorrido. Hacía fresco y los mosquitos nos acompañarían, aún sin invitación, a escuchar al trovador romántico que amenizaría la velada.

El remero estaba listo y con su lento y fuerte movimiento de la pértiga comenzaba el desliz de la embarcación. Los ahuejotes, sauce llorón y eucaliptos se dibujaban en el contorno de una noche clara. En el agua lirios de lentejilla saludaban a nuestro paso con reverencias acuáticas y los patos y peces danzaban alegres a la noche, acompañándonos en el recorrido.

El movimiento era imperceptible pero armonizaba con los claro oscuros de la noche. Los naguales aparecían de las leyendas contadas en el recorrido, a lo lejos, entre los árboles. Una canción…, una leyenda…, una historia de amor iba apareciendo en el repertorio. Se oía la risa de los peces saltarines como gozaban la compañía de la noche, y uno que otro pájaro trasnochado cantaba canciones de cuna a sus arropados polluelos.

La lluvia hacía su aparición sin molestar la velada, más bien queda, suave, armoniosa, como si cantara al tocar sus gotas en el canal. Dicen que cuando llueve es porque llora el cielo, pero no creo que de tristeza, o tal vez sí, porque la luna no aparecía. Esa noche era de luna llena, y en especial enorme luna que aparece en el firmamento dibujando el tema de los enamorados. Se contó la leyenda Maya del Conejo Lunar y Quetzalcóatl, se cantaron sin fin de canciones a la Luna, pero ni así, la Luna no aparecía y el recorrido seguía sin ella.

Se prendieron veladoras con lirios acuáticos de cera que simbolizaban un deseo para esa noche, deseo que compartimos con los comensales. La noche avanzaba, pero no en negrura, sino en un concierto armonioso de belleza.

Y como todo lo que comienza termina, llego su fin, la experiencia pasaba ahora a ser parte de un bello recuerdo, diferente, único y pintoresco. Todo fue perfecto, sólo falto la luna llena que se escondió coqueta tras las nubes nocturnas de la primavera.

Luis Miguel