Más allá de lo comercial, haré una reflexión acerca de lo que para mi (varón) es ser madre. Yo sé que en alguna de mis reencarnaciones he sido madre, de momento no lo recuerdo, solamente lo imagino con el poder de mi memoria cósmica. La palabra Madre es una de las más usadas en nuestro vocabulario; chinga tu madre (molesta a tu mamá), estoy hasta la madre (desesperación), puta madre que horror (exclamación exagerada), está de poca madre (está padrísima), ¡madre mía! (susto, sorpresa), la madre tierra, no tienes madre (carencia), etc.
Algunas características de lo femenino son:
-Emocionalidad.
-Actividad intensa.
-Tiende a la unión.
-Cuidan más de la salud.
-Mayor longevidad.
Volvamos a imaginar a un hombre-mamá sin las características descritas arriba: Escenas de un día normal de familia con hombre-mamá y sus hijos.
Emocionalidad
“La hija adolescente le pregunta a su mamá-hombre
- Oye mamá, por que los hombres no sacan sus emociones, siempre le pregunto a mi novio que si me quiere, porque nunca me lo dice.
- Ay hija, yo creo que si te quiere, desde el momento que anda contigo.
Actividad Intensa
Son las 11 de la noche y mamá-hombre dijo que se iba a ir a dormir, ¿tú sabes si ya lo hizo?
- Claro, desde las 10:30 está roncando.
Tiende a la Unión
Oye Lalo, ¿no sabes si va a ver comida este sábado con la familia?
- ¡Sabe!
Cuidan más de la salud
¿Ya fuiste al doctor, eso se te va a infectar?
- Que exagerada, eso se quita solito, además me chocan las inyecciones.
Mayor Longevidad
Las mujeres tienen un promedio de vida mayor que el de los hombres en casi 6 o 7 años, esto demuestra que es el sexo fuerte.
La raza humana esta en peligro de extinción porque en parte se ha incrementado la preferencia de las mujeres de no ejercer su maternidad. Prefieren desarrollar una carrera profesional y laboral que verse en la fastidiosa necesidad de ser amas de casa, dedicadas a la crianza de los hijos. Claro que la responsabilidad no es sólo de la mujer, sino de la sociedad en general que ha cambiado los usos y costumbres hasta de la misma naturaleza.
Ya en los parque la gente pasea perritos y no carreolas, el índice de nacimientos ha disminuido drásticamente; en los años setenta se tenían en México un promedio de 7 hijos por familia, ahora tan sólo 2, esto nos dice que se mueren más mexicanos de los que nacen.
Podemos hablar o escribir de las madres extraordinarias ó de los extremos, que gracias a ellas los psicólogos tienen chamba. Pero también hablemos hoy en especial de esas mujeres que no pudieron ser madres por alguna razón. Que biológica o psicológicamente están impedidas, a ellas mi comprensión y cariño. Ser madre o padre no sólo es el poder engendrar un ser, es responsabilizarse amorosamente de sus hijos, acompañarlos en sus aventuras, buenas o malas, compartirles su experiencia, saber de sus actividades, tomarlos de la mano en su camino y respetarlos en sus propias decisiones.
Todos tenemos madre (bueno algunos no); todos tenemos ese origen femenino que nos dio mucho de lo que somos. La raza humana necesita de la madre por lo menos en los primeros 12 años para sobrevivir, física y psicológicamente. Sin ella moriríamos o no alcanzaríamos un desarrollo equilibrado. Por eso y más, gracias a esas madres que han sabido serlo.